Fallece el padre del preso de ETA Ibon Iparragirre mientras éste le visitaba
Instituciones Penitenciarias había autorizado al etarra, condenado por atentar contra la comisaría de Ondarroa, a visitar a su progenitor, que se encontraba gravemente enfermo
óscar b. de otálora
Viernes, 3 de marzo 2017, 17:54
El padre del preso de ETA Ibon Iparragirre ha fallecido este viernes, al parecer, en el mismo momento en el que éste le visitaba en Ondarroa, según ha señalado la organización de apoyo a reclusos de la banda, Etxerat. Iparragirre, que cumple condena en la cárcel de Alcalá Meco, había solicitado la pasada semana permiso para realizar esta visita ante el estado crítico en el que se encontraba su padre. Tras su reclamación, Instituciones Peniteciarias autorizó su traslado a la localidad vizcaína para lo que fue conducido en primer lugar a la prisión de Zaballa.
El colectivo de apoyo a presos ha solicitado que Iparagirre no sea devuelto a la cárcel madrileña y para ello ha hecho público el historial médico del interno. Según Etxerat, el interno «se encuentra gravemente enfermo, padece infección por VIH estadio C-3 con importantes lesiones neurológicas».
Disidencia violenta
Ibon Iparagirre está condenado a 299 años de prisión como miembro del comando que voló por los aires la comisaría de Ondarroa, atentado realizado con coche bomba y en el que resultaron heridas 18 personas, entre ellas, 13 miembros de la Ertzaintza. La Audiencia Nacional le consideró culpable de trece delitos de intento de asesinato terrorista contra agentes de la Policía vasca, por los que le impusieron 17 años de cárcel por cada uno de ellos. Además, le declaró culpable de cinco delitos de asesinato terrorista intentado contra personas civiles, por los que les castigó con 12 años de prisión por cada uno de ellos. También recibió una pena de 18 años por un delito de estragos terroristas.
El caso de Ibon Iparagirre, por otra parte, fue uno de los primeros en sacar a la luz las fuertes tensiones internas en la izquierda abertzale por motivo de la situación de los presos de la banda. En noviembre de 2015, cuando desde el movimiento de apoyo a los reclusos de ETA se puso en marcha una campaña de movilización en favor de Iparagirre, un grupo de desconocidos llevó a cabo un ataque de 'kale borroka' en el que incendió ocho autobuses de Bizkaibus. En el comunicado en el que reivindicó el sabotaje, los autores acusaron a EH-Bildu y Sortu de «poner una alfombra roja a la represión» y de «insultar la lucha» de los internos. Este enfrentamiento se ha ido agudizando con el tiempo entre la línea oficial -que ha permitido a los presos que se acojan a beneficios penitenciarios, medida tabú hasta ahora- y los grupos que defienden la amnistía.
