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El viaje por el Urumea que ofrece Haritzalde en colaboración con Arrauning.com pasa por los cuarteles de Loiola, donde ambos márgenes están urbanizados.
Visita guiada

Navegar por el Urumea es amarlo

Haritzalde organiza hasta junio visitas guiadas en trainera, kayak y a pie, en el marco de la exposición sobre el agua que ofrece San Telmo

CRISTINA TURRAU

Lunes, 12 de mayo 2014, 13:52

Conocerlo es quererlo. Es la idea que está detrás de las visitas guiadas por el río Urumea en trainera, kayak o a pie que organiza, hasta el 8 de junio, la asociación naturalista Haritzalde, en colaboración con Arrauning.com. Las excusiones se enmarcan dentro de las actividades programadas en torno a la exposición 'Agua, ríos y pueblos' que, hasta el 31 de mayo puede visitarse de forma gratuita en el museo de San Telmo. El punto de cita es el embarcadero del colegio Mundaiz. Una barca con motor conducida, por Xabier de Diego, remero de Ur-Kirolak y La Donostiarra, guía a los reporteros de DV por el cauce del río hasta el punte del Polígono 27 de Martutene. Nos acompaña Aitziber Egaña, bióloga y presidenta de Haritzalde. Antes del viaje, Xabier Rubio, biólogo y secretario de la asociación, desvela algunos de los secretos del Urumea que él conoce tan bien y que explica estos días a quienes acuden a las visitas guiadas. «Hemos querido conjugar el disfrute y el deporte, con la cultura, el conocer mejor el río y la naturaleza», explica.

Con las visitas a pie se recorre el río desde la orilla y se conoce la vegetación, la canalización, las aves que hay a su paso y las edificaciones históricas. «Las visitas guiadas desde el agua son el contrapunto», matiza Xabier Rubio. «Estamos acostumbrados a verlo desde tierra, pero desde el agua se ven las cosas de modo muy muy diferente».

Las explicaciones de los guías repasan la geografía del Urumea, sus 46 kilómetros de recorrido, desde que nace en el puerto de Ezkurra, en Navarra, y pasa por Goizueta, Hernani, Astigarraga y San Sebastián. Sus aguas recorren tierras de Arano, en Navarra, y de Errentería: la zona de Añarbe corresponde en parte a Donostia y en parte al municipio errenteriarra. Su principal afluente es el río Añarbe, «del que bebemos más o menos la mitad de la población de Gipuzkoa: 300.000 habitantes», recalca el biólogo. El Añarbe nace en la finca de Artikutza, en Navarra.

El nombre del río, Urumea -"ur mea" (aguas finas)- hace referencia a sus aguas limpias y finas. «En su cabecera, en la parte oriental de Gipuzkoa, tenemos unas aguas blandas, muy bajas en carbonatos cálcicos. Los montes de los que viene son silicios y graníticos, por lo que el agua no tiene un pH tan alto, no tiene tanta cal, lo que leconfiere una calidad importante de cara al consumo».

Navegable hasta Ereñozu

Por lo que respecta al río, su agua era muy transparente y de una riqueza importante. «La gente hace años vivía de cara al río. Se han construido numerosos puentes a lo largo de la historia para pasar el Urumea, pero era habitual cruzarlo en gabarras o txanelas», relata Rubio.

Desde hace varios siglos el río se usaba como medio de transporte y comunicación. Había puertos a lo largo de todo su recorrido y era navegable hasta más arriba de Ereñozu. En muchos documentos aparece que se podía navegar en más de dos leguas. Casi cada caserío tenía su puerto. Había numerosos astilleros y a lo largo del río eran conocidas sus ferrerías. En la visita se habla de las sidrerías. «Por el río se transportaban las manzanas y la sidra que utilizaban los marineros guipuzcoanos en sus viajes y que les servía para evitar el escorbuto cuando iban a Terranova».

También se habla de los puentes que se ven en el recorrido: la pasarela Mikel Laboa, el puente de Egia o Loiola o el del Polígono 27 de Martutene, donde termina la excursión. También de los caseríos históricos.

«Una de las cosas en que más hacemos hincapié es en los valores naturales del río», afirma Xabier Rubio. «El Urumea es posiblemente el río mejor conservado de Gipuzkoa y el que tiene mayores potencialidades para su fauna. Es una pena que durante muchos años le hayamos dado la espalda. Y que se hayan hecho canalizaciones tan duras y además relativamente recientes, como la de Riberas de Loiola».

El biólogo considera que «posiblemente, este polígono se podía haber construido de otra manera». Uno de los motivos por los que nació Haritzalde en 1992 fue por la defensa de unas de las últimas marismas de San Sebastián. «Era una zona que alcanzaba hasta casi La Salle, con uno de los mayores carrizales de Gipuzkoa, con unos valores naturalísticos importantes. Se hizo caso omiso y no se hicieron los estudios que proponíamos. Aunque se hubiera constuido, se podía haber dejado más distancia y una orilla más natural. Ahora hay un muro vertical donde es imposible la vida».

Una vida que sí puede apreciarse en otras zonas del río: de martines pescadores a aves limícolas y su pico con un "radar" para invertebrados: detectan los gusanos de los lodos. «Cuando no hay contaminación, las marismas son zonas especialmente ricas, son de las áreas más biodiversas del planeta».

Deporte en el Urumea

El viaje por el río se realiza en colaboración de Arrauning.com, empresa ubicada en las instalaciones del colegio Mundaiz y que ofrece clases de remo a sus alumnos. Su responsable, Unai Eluizasu, guía la trainera en las visitas. El día de la excursión con reporteros de DV coincidió con una de sus clases a alumnos de 2º de la ESO de Mundaiz. La trainera tiene capacidad para 9 personas. En kayak pueden realizar la visita, 12 . En los paseos se admite a 25. Las plazas son limitadas.

En Haritzalde el trabajo es voluntario y altruista. «Esperamos que por lo menos mantengan las subvenciones», reclaman.

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