Conociendo a San Ignacio
La Compañía de Jesús inaugura un Centro de Interpretación Ignaciana
eli aizpuru
Viernes, 9 de mayo 2014, 11:09
Ante la magnificencia de Loiola, mausoleo neoclásico de Fontana, se alza, tras el acto de inauguración llevado a cabo la semana pasada, un recinto algo más modesto que servirá para dar a conocer la labor de la Compañía de Jesús en favor de los más desfavorecidos y excluidos a través de la figura de su fundador, San Ignacio de Loyola.
A pocos kilómetros de Loiola, en la entrada de Azpeitia por Donostia, en la margen derecha del río se encuentra el antiguo Hospital de la Magdalena. Es una edificación que se encontraba prácticamente en ruinas, que data del siglo XVI, y que en adelante, totalmente renovado, funcionará como centro de interpretación ignaciana.
Allá por el año 1520 ó 1521, el edificio funcionaba como hospital y albergaba a enfermos y leprosos.
Fue el Hospital de la Magdalena el lugar escogido por Ignacio de Loyola cuando en 1535, tras finalizar sus estudios de Maestro de Artes, en París, enfermó y llegó para curarse a Azpeitia. Ya en su época de conversión, no quiso quedarse en la Casa Torre de Loiola, y pasó a residir durante tres meses en el citado hospital. Tres veces por semana oficiaba el sermón en la ermita de la Magdalena, justo al lado.
La Compañía de Jesús no ha querido dejar en el olvido una parte de la historia de su fundador y ha restaurado por medio de la empresa Construcciones Amenabar S.A, el edificio abogado a desaparecer.
El día 1 de mayo, fue la fecha escogida por la Compañía de Jesús para que, después de un año de arduo trabajo, el Hospital de la Magdalena pudiera abrir sus puertas. En un acto multitudinario, con la presencia de cerca de 250 jesuitas ya que la Compañía hizo coincidir la fecha con la reunión anual de jesuitas, se dieron cita primero en una misa celebrada en la ermita de la Magdalena para la posterior bendición del recinto inaugural.
En el acto de inauguración coincidieron dos provinciales jesuitas, el Provincial de Loyola Juan José Etxeberria y el Provincial de España José Ruiz Pérez, junto al jesuita encargado del proyecto de reconstrucción, el padre José Manuel Añón. Contó también con la presencia del alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria; el arquitecto al cargo de la obra, Antonio López de Aberásturi; y Carlos Coupeau, experto en Espiritualidad Ignaciana, que resaltaron por un lado la parte técnica del proyecto, con los pormenores de la reconstrucción, y la importancia de la parte humana, por todo lo que conlleva en memoria de la figura de San Ignacio de Loyola.
La Compañía de Jesús adquirió el edificio prácticamente en ruinas, a finales de los años 90, de cara a una posible recuperación del mismo, ya que «la Magdalena había dejado un rastro indiscutible en San Ignacio durante la trayectoria en su tierra».
«El edificio que ahora vemos nada tenía que ver con lo que era en su fase inicial», explica López de Aberásturi, ya que había tres edificios que habían sido utilizados de vivienda. Por los documentos de la época, a través de un estudio previo realizado, han podido conocer los elementos originales del edificio, conservando partes del mismo como la pared en la que se encuentra la ventana de San Ignacio. Una pequeña abertura ojival junto al cual estarían los aposentos de Ignacio, de ahí que el lugar se muestre ahora con una pequeña capilla en su honor.
La edificación consta de dos pisos, restaurado siempre con la lógica constructiva de la época, en piedra y madera de roble. Se han recuperado también dos lavaderos originales, junto al río, con salida desde planta baja donde se evoca también, con un catre situado junto a una ventana, a Miguel de Arzuaga, un señor de Azpeitia que contrajo la lepra y legó sus bienes al Hospital no sin antes pedir que construyeran una ventana para poder ver la ermita desde su camastro. En el primer piso, se escenificará la vida del santo a través de paneles explicativos y un segundo y último, se destinará a sala de reuniones.