Plaza de Gipuzkoa

Fajas

Guille Viglione

San Sebastián

Domingo, 5 de noviembre 2023, 01:00

Una novela colosal. Una obra maestra, épica, soberbia, feroz, mágica, arrebatadora, fascinante, prodigiosa, incontestable, magistral, audaz, memorable, inmensa, magnética, total... El jueves sufrí una sobredosis ... de superlativos mientras leía, en una librería, las frases impresas en las fajas de los últimos lanzamientos editoriales.

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Ni todas las novelas son electrizantes, ni todos los autores son el próximo Nobel ni todas las novedades son el lanzamiento más esperado del año. Redactar las fajas que envuelven los libros se ha convertido en un género literario de ficción. Sé de qué hablo. Mi primer encargo publicitario fue para una distribuidora de cine. Escribí decenas de alabanzas sobre las cintas y sus directores aunque nunca recibí una sola película.

Pedir a un autor consagrado que redacte una reseña es el reclamo más efectivo. También es la parte más humillante del oficio de escritor. El autor debe elogiar al colega reconocido, jurar que sería un honor inmenso que leyera su libro para, acto seguido, pedirle una frase elogiosa. Parece un buen trato. Uno promociona su libro y el otro logra que vuelva su nombre a los escaparates. Si los escritores son los nuevos influencer las fajas son su Instagram.

Cuando me aburro en una gran superficie, mato el rato leyendo fajas. Muchas de ellas no hacen referencia al título ni al autor así que me entretengo intercambiándolas. A algunos libros les aprieta en el lomo pero a la mayoría les va grande la faja.

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