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Donde nace el viento

Tambores de guerra

No es mudo el miedo, sino que habla todas las lenguas que existen, por eso se le entiende perfectamente

Sábado, 9 de marzo 2024, 01:00

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Alomos del miedo cabalga sin tregua el mundo, desde la remota Alaska hasta la ajena Honolulú. Dicen que siempre ha sido así, que el miedo, ... desde su más tierna infancia, aprendió el arte de la equitación, no el de la equidistancia, sin montura ni apaños, sin freno ni siquiera estribos. Más tarde fue perfeccionando su ejercicio, pasando del leve y tranquilo trote al agitado y nervioso galope, caballo cuatralbo, jinete del alba, que la tierra es suya, del espanto y del pavor. Sin descanso, resuena su son, sobre la tierra seca y amarga, sobre las negras piedras que el tiempo, la desidia y el clima adverso amontonaron en las encrucijadas y en las lindes, sobre la arena del desierto, que despierta impávido ante su avance, sobre los vados desnudos, sobre los puentes alzados, saltando por encima de ríos caudalosos, pendientes escarpadas y lagos plácidos y solitarios.

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