Una Europa más unida
El fortalecimiento de la Unión, y la cohesión entre los Estados miembro, no solo no se ha debilitado con la agresión de Rusia a Ucrania, sino todo lo contrario
FRANCISCO ALDECOA LUZARRAGA
Viernes, 30 de diciembre 2022, 07:39
Acaban de cumplirse diez meses de la agresión rusa a Ucrania. En este tiempo ha cambiado la percepción de la opinión pública europea. En febrero ... se veía la agresión rusa como un hecho que estaba poniendo en peligro la UE y que podía llevar incluso al fin de la misma en la medida en que los Estados miembro no se iban a poner de acuerdo en torno a la guerra de agresión y no iban a ser capaces de establecer un frente unido frente a Rusia. A mediados del conflicto, se constataba que la UE y los Estados miembro estaban actuando al unísono, con políticas convergentes, incluso habiendo aprobado ya cuatro paquetes de sanciones que están dificultando el desarrollo de la guerra. Rusia no había conseguido su objetivo de conquistar Kiev pero, además, la UE supo ver que el régimen de Putin tenía fuerza y capacidad suficiente para destruir Ucrania.
En estos meses, la percepción pública no se situaban tanto en la reacción de la UE frente a la agresión, donde ya se había demostrado la capacidad de actuar conjuntamente, sino en el plano energético. Se pudo ver cómo los precios de la energía eran un instrumento que le otorgaban a Rusia, como principal vendedor de energía a la UE, tener la sartén por el mando. Y que nos íbamos a encontrar indefensos frente al mismo. Lo que iba a llevar no solo a la retirada de las sanciones, sino también a una división entre los Estados miembro, ya que los grados de dependencia energética rusa no eran los mismos, y algunos como Alemania se encontraban entre los más dependientes.
En los meses siguientes se refutaban estas afirmaciones ya que Rusia comenzaba a retirarse del territorio ucraniano de manera desordenada y con prisas, y no tenía la fuerza que a priori se presumía. También se señaló que como consecuencia de los efectos negativos de las sanciones en la economía europea, los ciudadanos iban a presionar a sus Gobiernos para reducir la ayuda a Ucrania y solicitar la retirada de las sanciones. Se podía especular que la llegada del invierno sería determinante pues Rusia lograría sus objetivos. No obstante, esto no ha sido así, ya que, por un lado, los eurobarómetros demuestran que la UE y sus ciudadanos apoyan de forma considerable la política europea en torno a Rusia. En este sentido, el 74% de los ciudadanos a comienzos del mes de diciembre apoya las medidas adoptadas por la Unión tanto en materia de sanciones, ayuda económico financiera, militar y humanitaria, a Ucrania. Esto también ha llevado a un fortalecimiento de la posición de Europa, tal y como se observa en las conclusiones del Consejo Europeo del pasado 15 de diciembre, que son las más rotundas de los cinco celebrados desde el comienzo del conflicto.
También hay que resaltar que, en el acuerdo interinstitucional del Parlamento Europeo, Consejo de la Unión Europea y Comisión Europea, por el que se establecen las prioridades y la agenda política de los próximos 18 meses, se da una importancia considerable al rechazo a la agresión rusa a Ucrania, un fortalecimiento del apoyo al país vecino, así como la continuación de la adopción de políticas y medidas para incrementar la autonomía estratégica y disminuir la dependencia energética. Lo mismo podemos decir del programa de la presidencia sueca que comienza el 1 de enero, donde se dedica un número considerable de propuestas de acción al rechazo a la agresión rusa.
Con ello es posible ver que la unidad y el fortalecimiento de la UE, y la cohesión entre los Estados miembro, no solo no se ha debilitado, sino justo lo contrario. E incluso la decisión del Consejo europeo el pasado 19 de diciembre en el que, por fin, se ha logrado un acuerdo para fijar en 180 euros el precio tope de la compra del gas externo, es un buen ejemplo del poderío de la posición de la UE, que se incrementa. Incluso cuando se pensaba que la llegada del invierno se iba a doblegar frente a Rusia. Esta vez parece que el mejor general ruso, que no es otro que el general invierno, no está venciendo a Europa.
En la actualidad, la reducción de los precios de la energía confirma que las preocupaciones iniciales no son para este invierno, sino para 2024. Estas consideraciones no evitan que continuemos preocupados por un posible relanzamiento de las hostilidades a través de Bielorrusia en las próximas semanas, para un último intento de conquistar Kiev mediante la apertura de un tercer frente de hostilidades. Ya que los otros dos, uno al este y el otro en el sur del país, se encuentran estabilizados y sin posibilidad de grandes avances rusos.
La UE se ha fortalecido ya que ha conseguido una posición unitaria en torno a la guerra, ayudando a Ucrania porque se entiende que la agresión iba contra nuestro modelo y especialmente contra nuestros valores. Lo sorprendente empieza a ser que, pese a que la UE es una potencia normativa, está haciendo frente a la agresión militar y los factores políticos, económicos, financieros, humanitarios... están teniendo más relevancia que incluso los militares a la hora de la resolución del conflicto.
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