Bai Estatutuari, oso osorik!!!
Tribunas ·
Este viernes, 25 de octubre, el Estatuto de Gernika cumple 40 años. DV ha convocado a los líderes de los cinco partidos con representación parlamentaria a hacer balance y proyectarlo en el futuro del autogobiernoPor pocos meses no pude votar el Estatuto de Gernika. Eso sí, hice una intensa campaña a favor. Verano del 79. Tenía 17 años. En ... poco tiempo se habían sucedido tres citas con las urnas: generales del 77, referéndum constitucional del 78 y municipales del 79. Pero la del Estatuto era la primera vez que vascas y vascos, solo nosotros, votábamos por algo nuestro y solo nuestro. No sé cuántas pintadas pude hacer a favor del 'sí'. Miles. Usábamos una plantilla: era el templete del Árbol de Gernika en una especie de hueco-grabado y la leyenda 'Bai Estatutuari'. Se fijaba en la pared, se pasaba el spray y allí quedaba la reivindicación. Me había educado en una familia nacionalista clásica en la que el Gobierno Vasco del 36, el Lehendakari Agirre y los gudaris (un tío muerto y otros dos presos en la Guerra Civil) eran sujetos de devoción. Y por fin yo, aun sin poder votar, podría ayudar a traer un nuevo Estatuto del que saldría un Lehendakari, un Gobierno, instituciones vascas y un camino hacia la soberanía plena de Euskadi, entonces y hoy mi mayor anhelo.
La historia de estos 40 años es un permanente sol y sombra. Grandísimos avances políticos, culturales y sociales. Un autogobierno importantísimo con la recuperación de nuestras Instituciones y del Concierto Económico y el relanzamiento del euskera y de la cultura vasca. Seguramente hoy no hay realidad en el mundo que se parezca más a un Estado, sin serlo aún, que Euskadi. Esas son las luces que proyecta el Estatuto, que nos ha traído hasta la Euskadi de hoy con un evidente bienestar. Pero también se proyectan sombras. 40 años después, no se ha cumplido en su totalidad. Muchas de sus atribuciones y potencialidades han sido amputadas por leyes básicas españolas, sentencias del Constitucional o aplicaciones torticeras de la legislación europea. Por eso, hoy, 40 años después, volvemos a decir «Bai Estatutuari, oso osorik». Queremos el Estatuto completo. Y queremos alumbrar un nuevo pacto entre diferentes que perfeccione y amplíe nuestro autogobierno, un Nuevo Estatus político que supere las barreras que ha encontrado el marco de Gernika y nos reconozca como lo que somos: una Nación europea que quiere ser dueña de su destino.
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