Los continentes se mueven
Big bang ·
Las placas terrestres no están quietas, se trasladan como enormes barcosLa idea de que los continentes se mueven no es nueva. Basta con mirar los mapas de Sudamérica y África para darse cuenta de que ... los dos encajan como las piezas de un puzle. Varios cartógrafos de los siglos XVI y XVII se dieron cuenta de ello aunque no sabían explicarlo.
En 1881 el geofísico inglés Osmond Fisher planteó una hipótesis muy novedosa: que la corteza terrestre flotaba sobre un manto fluido y sugirió que el suelo oceánico se expandía por la producción de nuevas rocas producidas por los volcanes. No le hicieron demasiado caso. El siguiente gran hito lo dio el meteorólogo alemán Alfred Wegener quien no solo decía que Sudamérica y África habían estado unidos sino que aportaba importantes pruebas como son que hay fósiles de las mismas especies en Brasil y África, lo que difícilmente se puede explicar si nunca estuvieron juntos. A Wegener le ocurrió lo que a Fisher, tampoco le hicieron mucho caso. Bien es cierto que Wegener presentó pruebas de que en Brasil y África había las mismas especies, por ejemplo el reptil «mesosaurio» y la planta «glosopteris», pero faltaba algo muy importante, el mecanismo por el que los continentes flotaban y se movían. ¿Cuál era el motor?
Durante la Segunda Guerra Mundial, por razones bélicas, se hicieron mapas detallados de los océanos y de ahí surgieron nuevos conocimientos que resultaron fundamentales. Por ejemplo, que en mitad del Atlántico había una enorme cordillera volcánica equidistante entre las Américas y Europa-África. Algo parecido ocurría en el Pacífico. A esas cordilleras las llamaron dorsales. En los primeros años de la década de los 60 del siglo XX, John Tuzo Wilson, canadiense, nacido tal día como hoy -24 de octubre- de 1908, juntó todas las piezas y estableció que la corteza terrestre estaba formada por «placas» sobre las que flotaban los continentes. Y el motor de la separación era el vulcanismo que creaba las dorsales. En el caso de la dorsal atlántica, las fuerzas volcánicas empujaban a Europa-África hacia el este y a las Américas hacia el oeste.
Las Américas, yendo hacia el oeste, chocan con dos placas; América del Sur, choca con la «placa de Nazca» y al hacerlo, se «arruga» y aparecen los Andes. América del Norte al chocar con la «placa del Pacífico» crea todas las montañas del oeste: Brooks, Alaska, Rocosas, costera del Pacífico, Cascadas, Sierra Nevada y Sierras Madre. La «placa australiana» -sobre la que flotan Australia y la India- al chocar con la «placa euroasiática» crea los Himalayas.
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