San Juan rinde tributo a las musas de Víctor Hugo

Dos siglos después, las musas del literato romántico continúan reinando en Donibane, que cada 31 de julio les rinde tributo a través de una fiesta organizada por el Club Deportivo Yola. La celebración comienza con un desfile en el que vecinas de todas las edades, desde niñas de corta edad a abuelas, se visten como antaño. «Es un día muy especial», aseguran las sanjuandarras, mientras portan un remo de madera por la calle empedrada que discurre pareja al mar. Arantza Jauregi, Marian Garmendia y Karmele Saldise son algunas de las más veteranas, al igual que Maite Etxarri, que era sorprendida con un reconocimiento por su aportación a este festejo y la creación de la escultura que desde hace más de una década recuerda a las bateleras junto al embarcadero de la motora.

Otras mujeres, herederas de las que cruzaban el estrecho brazo de mar que separa San Juan de San Pedro, tomaron parte en la regata de bateles en la que entraron en liza un total de quince tripulaciones. La ganadora fue, un año más, la bautizada como Bonasaitza, compuesta por Lourdes Castillo, Sara Hernández, Igone Carrillo y Amalur León.

Todas las bateleras compartieron mesa en la comida cocinada por el Komando Zurito.

Las aguas de la bahía fueron escenario de otro momento que hizo contener la respiración a los sanjuandarras poco después del amanecer. Una vaquilla se precipitó accidentalmente al mar en plena sokamuturra. Jóvenes del pueblo como el recortador Alex Ruiz consiguieron sacarla en pocos minutos del agua. La veterinaria pudo constatar que la res no había sufrido ningún daño.

A la mente de los vecinos venía la canción 'Pasaiako herritik' de Mikel Laboa que narra un suceso similar.