Madalenas 2025

Errenteria explota con las Madalenas

La villa galletera ya está de fiesta después de que Arantxa Otegi se encargase de lanzar el txupinazo

Martin Sansinenea

Errenteria

Domingo, 20 de julio 2025

Tras un año de espera, las fiestas patronales llegaron a Errenteria con el estallido del cohete lanzado por Arantxa Otegi, baserritarra del caserío Larraundi y persona homenajeada en esta edición de las Madalenas. Tras la explosión en el cielo, la Herriko plaza hizo lo propio. No obstante, y aunque las fiestas arrancasen oficialmente con el txupinazo, la villa galletera ya parecía estar en ese ambiente de júbilo días atrás. Se observó a la perfección en el festival previo 'Ongi Etorri Madalenak' o en el pregón, donde la Banda Municipal de Txistularis, junto a Alaitz Eta Maider ofrecieron un espectáculo sobresaliente.

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Sin embargo, este lunes a las 19.00 horas todo aquello quedó atrás, para arrancar cinco días de emociones fuertes. Empezó de la mejor manera, con una plaza llena, en la que toda la gente comenzó a entonar el Centenario. Ese 'Txunpa txunpa' que de nuevo unió a todo el pueblo.

Previo a ello, la localidad se iba preparando para el txupinazo. Como no, una de las mejores maneras fue la comida popular, que se desplazó hasta el patio de Koldo Mitxelena, donde unas 250 personas gozaron de un rico menú. Tras ello, arrancó el tardeo de la mano de DJ Iker Rodríguez. Asimismo, los más pequeños también tuvieron su espacio para disfrutar. Y es que desde la Alameda arrancó la Batuburrunba, que se hizo notar por las calles del centro hasta llegar a la plaza Koldo Mitxelena, donde llegaría el primer estallido de la tarde.

Allí, cientos de pequeños, acompañados por sus familias disfrutaron de Txupinazo Multicolor. Una tradición que comenzó en el 2015, y que se ha establecido como un referente para los txikis de la villa galletera. Con el pregón infantil comenzó la cuenta atrás de una hora.

Sesenta minutos en los que la plaza consistorial se llenó hasta arriba. Como es habitual, el centro de la misma quedó reservado para los jóvenes, que de nuevo se llenaron de mostaza, ketchup, harina y algún ingrediente más. Algo más afuera, y con algo de separación para no mancharse se encontraban los demás errenteriarras, que como no, disfrutaron de lo lindo.

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Tras unas breves palabras en las que Otegi se acordó de los baserritarras y visiblemente emocionada encendió la mecha de unas Madalenas que como aseguró en el homenaje del domingo, «tienen que ser unas fiestas en las que disfrutar». Previo a ello, Emaitz Murua Arzallus sacó ese bertso que ya es conocido que finalizó al unísono con 'Errenteria bizi naiz eta egin zaidazu bisita'.

Tras el final del Centenario, la plaza se fue vaciando poco a poco. Quienes estaban hasta arriba de suciedad pedían agua a los vecinos de la plaza. Por suerte para los jóvenes, hubo quienes lanzaron cubos llenos de agua, que en ningún caso fuero suficientes para eliminar todas las manchas. Mientras el resto de errenteriarras se fue dispersando, y la banda, arrancó su camino hasta la residencia Sagrado Corazón, donde los mayores esperaban con los brazos abiertos. Así arrancaron las Madalenas, con emoción, ilusión y ganas de disfrutar. Algo que seguro harán los vecinos hasta el 25 de julio, fecha en la que se pondrá punto y final. Pero antes de llegar a ese capítulo, queda mucha tela que cortar.

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