Errenteria

No basta con decir, lo que vale es hacer

Son días para afrontarlos con optimismo, pueden pensar numerosos jóvenes de Errenteria al escuchar recientemente las declaraciones del equipo de Gobierno conformado por EH Bildu y Elkarrekin Podemos cuando solicitaban públicamente al Gobierno Vasco que Errenteria sea declarada Zona de Mercado Residencial Tensionado. O no, si se tiene en cuenta el contexto y se hace una radiografía exhaustiva de la situación del mercado de vivienda en el municipio. La reciente propuesta acordada junto al resto de grupos no despeja la penuria que existe en la localidad respecto a la escasez de promoción de viviendas en los últimos años, especialmente desde que EH Bildu gobierna en la villa. Hay datos irrefutables y esos indican que todavía queda mucho por demostrar.

Alegaba la alcaldesa Aizpea Otaegi esta semana que el aumento del precio de la vivienda, el bajo porcentaje de vivienda vacía (5,5%) y el aumento de la población teniendo en cuenta la llegada de muchos donostiarras, eran motivos suficientes como para declarar Errenteria como Zona Tensionada, algo que «puede suponer un hito». Lo cierto es que durante todo estos años atrás apenas se ha edificado, más allá de bloques sueltos, y el proyecto actual de Altzate que después de tantos años está viendo la luz a final del túnel. Para muestra, un botón. Y es que en apenas una tabla de media página se pueden observar las viviendas previstas de estos últimos años y las que se van a construir a corto, medio o incierto plazo.

En primer lugar, y posiblemente uno de los proyectos más destacados que ha visto la luz recientemente ha sido el proyecto de Esnabide, enmarcado en el Plan Parcial del Sector 32 que fue aprobado definitivamente en Pleno Municipal el 10 de febrero del año 2006 y, seguidamente, el proyecto de urbanización. Se han construido un total de 81 viviendas, de las cuales dos tercios son en régimen de protección oficial. Hace poco más de un año se aprobó además la cesión de una parcela al Gobierno Vasco para la construcción de 27 viviendas sociales en régimen de alquiler en un plazo de cuatro años. En Arramendi se construyeron 51 viviendas dotacionales para jóvenes gestionadas por el Gobierno Vasco, aunque los vecinos mostraron su preocupación por las «nefastas condiciones que vivimos en este bloque de viviendas destinado al alquiler social».

Hay bloques de viviendas que se han entregado recientemente, como las diez nuevas viviendas en pleno centro de Errenteria (calle Xenpelar) de la mano de Construcciones Sukia, las cuatro viviendas libres de Miguel Aduntzin 21, o las doce de Miguel Alduncin 7, y hay otras en marcha como la de la calle Madalena (once nuevas viviendas) o las dieciocho de María de Azkue en Agustinas, pero entre ambas no suman más de veinticinco viviendas. El único gran proyecto en marcha es el de Altzate Berri, que contempla 210 viviendas libres y 52 en régimen de protección oficial. Ya está en marcha, a velocidad de crucero, y las primeras se podrían entregar después de este próximo verano. Además, entre otros proyectos contemplados, se pretenden construir 24 viviendas denominadas 'para toda la vida' destinadas a las personas mayores enfrente de Merkatuzar.

Uno de los proyectos 'estelares' contemplados es el de Gamongoa, detrás de la autopista de Beraun, que cuenta con un amplio terreno para realizar un gran número de viviendas. No obstante, lo último que se sabe de dicho proyecto es que en enero de 2022 se aprobó definitivamente la 6ª Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana en el Sector 56: Gamongoa. Está prevista la creación de un total de 440 viviendas, pero a día de hoy no hay plazos determinados.

No es el único proyecto que está escrito pero no se sabe nada de la dirección que va a tomar. También hay otros como el de Belabaratz (20 viviendas libres), Zamalbide Berri (38 unifamiliares y 48 de protección oficial), Tolare Berri (19 libres, 21 unifamiliares y 18 de protección oficial), Palacio-zarra/Larretxipi (44 unifamiliares y 156 de protección oficial) y Perutxene-Sagasti próximas al cementerio (160 libres, 24 unifamiliares, 106 de protección oficial y 20 tasadas) que no se sabe nada de ellos.

Esta es la situación de un municipio en el que la escasez de nuevas viviendas es una realidad y en el que muchos jóvenes se ven obligados a dejar su municipio para buscar alojamiento en otro o tardan bastantes años en emanciparse. Declaraciones y propuestas se han hecho, pero aún queda mucho por demostrar.