El Peugeot 205 GTI cumple 40 años
El Peugeot 205 GTi es todo un mito para los aficionados a los automóviles deportivos, uno de los vehículos más reconocidos y reconocibles de la marca del León. Si ya el propio Peugeot 205 representó toda una revolución estilística por su diseño, su versión de serie más dinámica, junto a los éxitos del Peugeot 205 T16 en el Mundial de Rallies y el Dakar, afianzó la imagen del León como marca de altas prestaciones, capaz de ofrecer sensaciones y emoción al volante.
El creador de este modelo fue Gérard Welter, experto en competición. Si el Peugeot 205 GTi logró convertirse en un vehículo mítico, el Peugeot 205 T16 fue el gran precursor de los éxitos deportivos de la marca lejos del confort del asfalto, con dos victorias en el Dakar y otros dos triunfos en el Campeonato del Mundo de Rallies. De hecho, el Peugeot 205 GTi llegaba al mercado en marzo de 1984, apenas un año después del lanzamiento del modelo, pensado para conductores ávidos de sensaciones pero que buscaban la discreción de un modelo de gran venta. Su motor de 105 CV combinado con el bajo peso del 205 aseguraba emociones fuertes.
En el momento en el que el 205 GTi llegó a las carreteras, los ingenieros ya estaban trabajando en versiones más potentes, con 115 CV e, incluso, 130 CV. Los responsables de Peugeot hicieron de la necesidad virtud y pensaron en el modo más rápido de ofrecer una versión aún más vitaminada del GTi, con el sello oficial de la marca y el respaldo y la garantía de su división de competición, Peugeot Talbot Sport (PTS). La solución era ofrecer un kit específico a los más exigentes. Como en el Peugeot 505 Turbo Injection, el cliente compraba el automóvil con las prestaciones originales y se ponía a su disposición un kit para alcanzar los 125 CV. Así surgió un auténtico «Santo Grial» para los fanáticos del 205, codiciado pero desconocido para muchos: el Peugeot 205 GTi Kit PTS 125. El resultado fue espectacular: se alcanzó la cifra mágica de los 125 CV, a 6.900 rpm, con 140Nm a 4.800 rpm, consiguiendo el 0-100 Km/h en 8,5 segundos, y la velocidad máxima subió hasta los 205 Km/h. Al volante, era una versión aún más radical del Peugeot 205 GTi original. En 1987, llegaría al mercado una nueva generación del 205 GTi con dos motorizaciones: 1.6 GTi, de 115 CV y el 1.9 GTi con 130 CV. Incluían frenos de disco o la tapicería, la mitad en cuero a bordo del 1.9 y de tela en el 1.6.