Cien años de la inclusión del parasol en el automóvil
El parasol en los vehículos ·
Aunque la primera patente de un parasol es de 1918, el Ford T fue el primer coche que montó uno, en 1924. Este invento ha sufrido pocas evoluciones en cien años, y es un elemento de seguridad importanteLos deslumbramientos solares son la segunda razón ambiental por la que los conductores se accidentan, tras la lluvia. Este fenómeno se incrementa en primavera y ... otoño, por el ángulo de incidencia solar, y porque en esa época las horas de salida y puesta del sol coinciden más con las horas de desplazamiento al trabajo.
El Ford T fue el primer coche que montó un parasol, en 1924. A lo largo de estos cien años, este invento, sencillo, económico y práctico, ha sufrido pocas evoluciones. La principal se produjo solo unos años después de su nacimiento, cuando los parasoles originales, que eran unas viseras desplegables instaladas en el exterior del parabrisas, pasaron a ser interiores y abatibles. En 1928, Face a Lite comienza a comercializar, como accesorio, un parasol interior; y en 1930 algunos modelos de Packard comienzan a montarlos como elemento opcional. En los siguientes años se popularizaron entre todos los automóviles, con una breve vuelta, en los años '50 -sobre todo, en pick-up americanas- de los parasoles exteriores montados sobre el parabrisas.
Desde entonces, las únicas evoluciones de importancia que han sufrido han sido el soporte que permite su movimiento lateral y la inclusión de espejos y luces interiores. Los espejos, que inicialmente solo se instalaban en el parasol derecho porque los fabricantes consideraban que era el lugar que, habitualmente, ocupaban las mujeres; ya suelen ir montados en ambos parasoles.

¿Quién inventó el parasol?. Aunque no se emplearon hasta muchos años más tarde, los estadounidenses Charles H Schumachery Albert A Schmalz inventaron el parasol moderno, abatible y pivotable, registrando su patente en 1918. La patente lo describe como «un escudo contra el deslumbramiento especialmente adaptado para ser aplicado en el marco del parabrisas de un automóvil, con un brazo que pivota y puede ajustarse a cualquier posición».
En 1927, la empresa norteamericana Face a Lite Manufacturing patenta un sistema similar y lo comercializan con éxito como accesorio. Un anuncio en la revista 'Popular Mechanics' de 1928 lo describe así: «Los deslumbramientos causan cientos de accidentes al año. Con un parasol Face-a-lite puedes puede seguir conduciendo sin reducir la velocidad y sin el más mínimo peligro con las luces de otro coche o con el sol de frente».
Enemigo peligroso. Numerosos estudios realizados en todo el mundo han puesto de manifiesto la incidencia de los deslumbramientos por el sol en los accidentes de tráfico. En España, la DGT ha calculado que un 5% de los accidentes de tráfico en las horas crepusculares están producidas por deslumbramiento. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera de Estados Unidos (NHTSA), el resplandor del sol provoca aproximadamente 9.000 accidentes al año, siendo la segunda razón ambiental por la que los conductores se accidentan, tras la lluvia.
Se ha demostrado cómo el tráfico en dirección este por la mañana, y en dirección oeste por la tarde, registra más colisiones. Y cómo este fenómeno se incrementa en primavera y otoño, por el ángulo de incidencia solar, y porque en esa época las horas de salida y puesta del sol coinciden más con las horas de desplazamiento al trabajo. En un deslumbramiento por el sol, las colisiones más habituales son por alcance y en ángulo recto.
El sol al volante. Además de afectar a la seguridad de la conducción, el sol también afecta a la salud al volante. La exposición a los rayos UV que recibimos a través de los cristales de un automóvil es especialmente alta. En la mayoría de los automóviles solo el parabrisas ofrece protección frente a esta amenaza, siendo pocos los modelos con ventanillas laterales que bloquean los rayos UV.
La exposición a los rayos UV es acumulativa y está asociada al 90 % de todos los cánceres de piel. Numerosos estudios han demostrado daños asimétricos en la piel de conductores habituales, cuyo brazo izquierdo y ese lado de la cara (el derecho, en aquellos países en los que se conduce a ese lado), sufre más lesiones. La ley no permite laminar las ventanillas laterales delanteras, pero sí está permitido hacerlo en las traseras, plazas en las que viajan los niños, que son más sensibles a la exposición.
La Skin Cancer Foundation recomienda laminar las lunas de los vehículos.
Elemento de seguridad. Muchos conductores creen que la seguridad de un vehículo se limita únicamente a los sistemas que actúan directamente sobre la estructura y la conducción del vehículo, cuando lo cierto es que hay mucho más.
De hecho, incluso los sistemas de comodidad instalados en nuestros coches pueden llegar a influir en la seguridad de todos y cada uno de nuestros desplazamientos, ya que un conductor cómodo y relajado al volante será capaz de reaccionar de mejor manera ante un imprevisto. Por eso mismo elementos como el aire acondicionado o el diseño de los asientos se consideran, además de elementos de confort, también elementos íntimamente relacionados con la seguridad.
El elemento del que hablamos hoy es uno de los más olvidados, aunque a la vez uno de los más útiles cuando nos hace falta y del que enseguida echamos mano cuando aprieta el sol. Nos referimos a los parasoles, esas pequeñas bandas articuladas en el techo que permiten interponer una barrera física entre nuestros ojos y el sol, haciendo sombra y, por tanto, evitando el deslumbramiento en momentos puntuales cuando el sol está en su punto más bajo, algo muy molesto.
Los parasoles, por norma general, pueden además soltarse de una de sus articulaciones, permitiendo así girarlo para evitar la acción del sol cuando este se sitúa en un lado del vehículo. Sin embargo, muchas veces la circulación del coche hace que el parasol no termine de adaptarse y de hacer la sombra suficiente, provocando que muchos ocupantes no tengan manera de 'esconderse' del sol... aunque no está todo perdido. ¿De que hablamos?Básicamente a una funcionalidad muy poco conocida pero que, sin embargo, está presente en miles de vehículos. Se trata del parasol extensible, una función extra del parasol que permite alargar su posición, cubriendo así todo el ancho de la ventanilla. Esta funcionalidad se puede determinar gracias a la presencia de una pequeña indicación en la base de la bisagra del parasol, donde existe una marca en forma de flecha que da la pista de la presencia de un sistema de extensión.
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