Txurregi, silencioso vigilante de altura

Txurregi es una cumbre de la sierra de Satrustegi, perteneciente a su vez al macizo de Andia. Sus 1.125 metros de altitud nos ofrecen unas magníficas vistas de los valles y sierras que la rodean. Su forma piramidal que adopta la caracteriza se puede disfrutar desde muchos puntos de Ollara o el valle de Ollo. Precioso rincón de Navarra en el que viven en la actualidad unos 412 habitantes.

El valle está compuesto por los concejos de Anotz, Arteta, Beasoain, Egillor, Ilzarbe, Ollo, Saldise, Senosiain y Ultzurrun, cuenta entre sus montes, bosques, prados... preciosos parajes entre los que destaca el manantial de Arteta junto al que se encuentran las viejas saleras con su poza o zona en la que podemos introducir los pies y nutrirnos de las propiedades de sus aguas. Otro de los puntos interesantes que bien merecen una visita, se sitúa en la parte alta de Saldise, al que llegaremos por un cómodo camino que atraviesa un bello robledal. Tras superar una corta bajada y una media ladera llegaremos al collado de Garaño, al pie del cerro de Gaztelu, desde donde podemos visitar el antiguo castillo de Garaño, hoy en fase de recuperación.

Para ascender a Txurregi accedemos al concejo de Ilzarbe. Un pequeño municipio navarro que mantiene el halo de tranquilidad e incluso se percibe la agradable sensación de que se ha parado el tiempo. Ilzarbe es uno de los lugares desde el que se accede a Txurregi, a través del collado de Ollaregi, al que llegan además caminos desde los pueblos de Satrustegi y Zuatzu. Cuentan que en dicho collado se midieron las tropas francesas y las navarras en la sangrienta guerra de Convención, en el julio del año 1795. Una crudenta batalla provocó numerosas bajas entre los soldados galos cuyo objetivo era hacerse con la capital navarra. Al parecer, los invasores tuvieron que retirarse, pero antes metieron los cuerpos de sus soldados fallecidos y los introdujeron en una borda situada cerca del lugar, prendiendo fuego al habitáculo. Dos días después se firmó la paz y finalizó la guerra.

Txurregi pertenece a la sierra de Andia donde comparte protagonismo con Beriain (1.493 m.), Iurbain (1.416 m.), Lezizagoa (1350 m.), Amorro (1.348 m.), Peña Blanca (1269 m.), Pagomotxeta(1.237 m.), Eskalaborro (1.228 m.), Aitzorrotz (1.192 m.), Dorrokoteka (1.176 m.), Saratsa (1.171 m.) Alto de las Bordas Viejas (1.265 m.) Elimendi (1.133 m.), Elordia (1.235 m.), Gaztelu III (1.001 m.), Idoitxiki (1.272 m.), Trinidad de Iturgoien (1.222 m.) Malkasko (1.237 m.) Mendizelaia (982 m.), Mugaga (1.217 m.), Satrustegui II (1.139 m.), Zoiolagana (1.152 m.), Lardanburu (1.183 m.).

Todos ellos se sitúan en la sierra de Andia que tiene unos 20 km. de longitud y unos 15 de anchura y ocupa un área de 4.700 hectáreas. Andia significa macizo grande (handia). Tuvo históricamente diferentes nombres en algunas de sus parcelas, así la parte oriental conservaría el nombre de todo el macizo montañoso, en tanto que la zona central, separada de la anterior por la falla de Zunbeltz, se denominaría Urbasa y la proyección de aquel por tierras alavesas se conocería con el nombre de Entzia. Ambas, la sierra de Andia y Urbasa forman una barrera geográfica entre dos grandes zonas bioclimáticas, la Atlántica y la Mediterránea, de ahí que se produzca ese contraste de manera repetida. Una vez que llegamos a Irurtzun, es habitual que cambie el tiempo y nos quedemos con las nubes conforme nos acercamos a la muga.

En esta ocasión subimos a Txurregi desde Ilzarbe, donde podemos aparcar entre sus estrechas calles o antes de llegar al pueblo. Tras cruzarlo y disfrutar de la fuente con su abrevadero, las vistas del mirador junto a la iglesia con sus enormes campanas, seguimos las marcas blancas y amarillas que nos conducirán a la parte alta del pueblo. Las marcas indican el recorrido de la ruta circular del valle de Ollo, y deberemos olvidarlas tras superar el último caserío, siguiendo una pista que asciende hasta el cementerio del pueblo. Ahí dejamos definitivamente el itinerario que da la vuelta al valle y comenzando la ascensión a la cima.

En todo momento podremos ver vigilante el pico triangular que nos servirá como referente, pero antes de llegar a ella podremos disfrutar de las vistas mientras avanzamos por pistas primero y caminos después. Tras superar una pendiente permanente que nos da poca tregua, alcanzamos la cima del monte Gaztelu (998 m.). Una placa nos recuerda algunos datos sobre este bastión navarro denominado 'castillo de Orarregi', cuyo origen es muy antiguo según reza la placa informativa en la que además se destaca que fue construido para controlar el paso de Oskia y vigilar el valle de Arakil, compartiendo defensa con el castillo de Garaño y Aitzita.

Martín Ortiz fue el primer alcalde documentado del castillo allá por el año 1259 y en 1266, Pedro Garceiz. Su importancia fue a menos con el paso del tiempo y en 1374, las llaves del castillo fueron entregadas a Pedro Garcia de Erice, vecino de Izurdiaga, con la obligación de que subiera al mismo una vez al mes. Sus últimos alcaldes fueron López Martínez de Sarasa y Martín Jiménez de Villanueva a finales del siglo XIV. Hoy en día los restos de la torre circular ubican al castillo y cerca del que se encontraba la vivienda de sus responsables. Según algunos estudiosos debió de abandonarse en 1410, aunque cabe destacar que fue testigo de un gran episodio para el reino navarro, ya que en 1512 los soldados roncaleses intentaron frenar a las tropas del duque de Alba, aprovechando la estrechez del paso de Oskia, pero su gesta fue infructuosa.

Tras visitar los restos del castillo comenzamos el descenso hasta el collado de Ollarregi en el que se sitúa la balsa de agua. A partir de ahí toca ascender una importante pendiente siguiendo el cercado. A un ritmo tranquilo y sin ninguna prisa avanzamos hacia Txurregi que nos espera silencioso. Nos encontraremos algunos tramos pedregosos y algo difíciles de subir, aunque el paso de humanos ha marcado perfectamente el camino más idóneo.

Una vez arriba, el buzón se sitúa a la izquierda y tras andar unos trescientos podremos alcanzarlo. El descenso del monte lo hicimos por el mismo camino hasta alcanzar un cruce donde tomaremos a la derecha. Después, no debemos hacer otra cosa que desandar el camino por las pistas del comienzo hasta llegar otra vez a Ilzarbe.