Saioa. Impresionante encanto natural

Saioa impresiona con sus magníficas vistas y la magia que la envuelve. Resulta difícil describir lo que se siente desde sus 1.418 metros de altitud, pero es imposible ocultar el cúmulo de sensaciones que afloran cuando se alcanza su cima y poco a poco, despiertas de ese sueño y comienzas a disfrutar de las magníficas vistas que observas mientras realizas un círculo de 360 grados.

Desde la montaña de mayor altitud de Baztan se ve el mar al norte. Los días sin excesiva bruma la vista alcanza a distinguir Larun o las playas de Aquitania, incluso la Duna de Pilat, que ostenta el título de ser la más alta del continente europeo. En el otro extremo, al Sur, aparece la Higa de Monreal, la peña de Izaga, hasta el Moncayo, referencia visual en la Ribera de Navarra aunque el monte se encuentre entre Soria y Zaragoza. Al Este, los Pirineos, con Ani o la Mesa de los Tres Reyes (el pico más alto de Euskal Herria), entre otros muchos que los más veteranos mendizales sitúan en cuestión de segundos, mientra el resto intentamos aprender de ellos. Continuando con el recorrido en círculo, al Oeste se puede identificar hasta Anboto, entre otros muchos.

El título de ser la cumbre más elevada del valle de Baztan y de las montañas del Bidasoa hace que sea habitual encontrar un buen número de senderistas en Saioa. Situada al Este del puerto de Belate (847 m.), forma parte de un macizo de cumbres herbosas y redondeadas entre este punto y Artesiaga (900 m.).

El macizo de Saioa (1.418 m.) reune varias cumbres importantes como Okolin (1.352 m.), Gartzaga (1.310 m ) o el todo poderoso Autza (1.306 m ). Muy cerca de Saioa se encuntra Abartan (1.095 m.), cima que avanza hacia el corazón del valle de Baztan, así como Katilliko Harri (1.119 m.), el monte Zuriain (1.415 m.), separado de Saioa por el collado Sardegi (1.293 m.). Al Sureste está Erregerena (1.237 m.), en el que se encuentran algunos de los rincones más sorprendentes como Saioako Oihana o los barrancos de Sastra y Marin. Impresionantes.

La ascensión más rápida y habitual a Saioa parte del collado Artesiaga (990 m.). Una pista rodea por la izquierda la cumbre de Eurtei ( 1.194 m.) y gana el collado Sagardegi (1.250 m.) entre Saioa (1.419 m.) y Zuriain (1.411 m.). Desde aquí se alcanza la cúspide de la montaña rápidamente.

Desde el collado de Artesiaga ya se puede ver la cima de Saioa que se encuentra hacia al Oeste. Comenzaremos el recorrido siguiendo la pista ancha que de manera tranquila nos permite disfrutar de unas magníficas vistas mientras ascendemos.

La pista va avanzando dejando a la izquierda la regata Olazar. Esta regata nutre con sus aguas al río Arga, que llega hasta la capital navarra antes de desembocar en el Aragón a la altura de Funes, para después fusionarse con el poderoso Ebro. Las abundantes lluvias de estos días han hecho que el agua aflore con fuerza en las distintas regatas que nutren la cabecera del pricipal río navarro, represado en el embalse de Eugi que nutre de agua de consumo doméstico a Pamplona.

Continuamos nuestra caminata y poco a poco vamos ganando altura. Hermosos árboles nos rodean. Entre todos ellos destaca una curiosa haya que se aferra con sus raíces a la roca viva. El haya se encuentra unos metros más adelante de la pequeña boca de una sima. Continuamos por la pista para afrontar la última subida hasta el collado. Las marcas rojas y blancas nos guían en nuestro camino, que nos conduce por un sendero hasta llegar a un collado. Delante nos encontramos con una importante rampa herbosa que nos va a llevar a la cima. Antes, a la derecha, podemos ver una estación megalitica compuesta por por nueve dólmenes, seis túmulos y varios crómlechs. Los más antiguos pobladores de estos valles y montes apreciaban la belleza natural que nos rodea y elegían hermosos lugares para su descanso eterno. Afortunados ellos.

Nosotros continuamos el ascenso. Exigente pero generoso, ya que nos ofrece unas magníficas vistas que nos roban mas de un minuto contemplandolas, pero a su vez, nos permite reponernos y recuperar el aliento, en más de un caso. Fuera como fuese, no se puede desaprovechar la oportunidad de contemplar las preciosas estampas que nos rodean.

Sin darnos cuenta alcanzaremos la cima con la referencia de su punto geodésico. Allí, una vez más, confirmaremos que el esfuerzo ha merecido la pena. Una ligera brisa nos reconforta mientras no dejamos de reconocer que las lomas verdes que caen desde Saioa son únicas. Afortunadas las ovejas, yeguas y sus crías, que gozan de la tranquilidad de la cima mientras se alimentan del abundante pasto que cubre con tupidos mantos de un verde intenso, que demuestran que de momento no falta el agua.

Comenzamos el descenso siguiendo las marcas rojas y blancas que nos llevan por una importante loma, mientras un nutrido rebaño de ovejas Latxas pasta plácidamente.

En nuestro camino, nos sorprende ver un buitre posado en la hierba que a pesar de estar de espaldas, pronto percibe nuestra presencia. En cuestión de segundos comienza a correr para después desplegar de manera espectacular sus enormes alas. A continuación, vuela marcando círculos sobre nosotros y después, gana altura hasta converirse en un pequeño punto.

Espectáculo natural que disfrutamos mientras continuamos nuestra bajada, que nos lleva a la pista por la que subimos. En cuestión de minutos llegamos al parking del puerto de Artesiaga.

Tras el recorrido a Saioa, aprovechando la jornada montañera, una opción interesante es visitar Eugi, su embalse y conocer la historia del bosque de Quinto Real. Este bosque de 2.500 hectáreas, se extiende por los valles Pirenaicos del Baztan, Erro, Esteríbar y Alduides. Eugi es la población que da acceso al interior de este bello hayedo, considerado uno de los más importantes de Europa, y la referencia absoluta en Navarra. Bosque que no se puede explotar, por lo que conserva una fauna y una flora difícilmente igualable en otras reservas naturales. Por ello es habitual ver entre los animales que lo sobrevuelan palomas, halcones peregrinos o buitres leonados, entre otros.

A esto hay que añadir la gran presencia de jabalíes, corzos y en especial de ciervos. Uno de los animales más espectaculares del bosque que cada año es capaz de sorprender a propios y extraños con su berrea. La berrea es un espectáculo natural, predecesor de un acto violento muy común no solo entre los ciervos, sino también entre otras familias de animales. A finales de septiembre o primeros de octubre es habitual escuchar a los ciervos macho que pelean entre sí para convertirse en el macho dominante. Antes de la pelea emiten un sonido gutural muy fuerte y estremecedor audible a kilómetros a la redonda.

Todo un espectáculo natural que merece una visita.