Gorostiaga, caprichoso tesoro natural

Hegoi no quiso perderse nuestra visita a Gorostiaga (951 m.). El viento del Sur mostraba su fuerza en su estación preferida, en la que se encarga de desprender los mantos de hojas de los bosques, así como de los frutos como las castañas y las bellotas que este año hay en abundancia y de las que están haciendo buen acopio los rebaños de ovejas, jabalíes, palomas y otros muchos animales que permanecen en los montes y campas aprovechando los preciosos días de otroño que están tiñendo de ocres y amarillos avellanos, coníferas, castaños, robles, hayas...

Nuestro recorrido de esta semana nos ha permitido disfrutar de un precioso paseo por los diferentes montes que se encuentran sobre Legazpi, a lo largo de su muga con Antzuola en gran parte del camino. Eskortazarreta (890 m.), Arrandaitz (899 m.), Oregi (924 m.), Jentiletxe (913 m.), Arrola (904 m.) y Gorostiaga (951 m.).

Esta última cima es la protagonista de la ruta de Mendira de esta semana. Fácilmente reconocible por su cruz, todo un símbolo para los legazpiarras que acuden hasta ella a diario o con frecuencia. Coincidimos junto a ella con Silvia y Susana, así como con Mikel y Asier. La cruz fue construida en el año 1902, hace 121 años. Al principio sólo se encontraba la cruz en la cima del monte, pero con el paso de los años se erigió un pequeño refugio, una fuente y una capilla.

Los documentos consultados de la época destacan que su contrucción coincidió con un año jubilar durante el cual el Papa León XIII emitió el edicto de construir cruces monumentales en las cumbres de los montes.

Al parecer, el obispo de la Diócesis de Vitoria, Ramón Piérola, se hizo eco de la noticia y la publicó en el Boletín Oficial de la Diócesis. Cuando ese boletín llegó a la parroquia de Legazpi, su vicario, José Francisco Zangroniz, se encargó de transmitir el mensaje del Papa a los legazpiarras, que no tardaron en adoptar un acuerdo popular para erigir una cruz.

Fue entonces cuando el Ayuntamiento de Antzuola propuso al de Legazpi pagar a medias una cruz de piedra, que se ubicara en el límite divisorio de ambas villas. La propuesta fue aceptada en un principio, pero el acuerdo entre ambas localidades no terminó de cuajar y Legazpi acabó creando su propia comisión para levantar la cruz. Esa misma comisión, presidida por Romualdo Echeverría, fue la encargada de anunciar al pueblo de Legazpi que dicha cruz se situaría en el monte Korosti, lindante con Oñati.

Según los escritos recogidos en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, los canteros comenzaron a preparar la piedra para su edificación el 12 de febrero de 1902. Una póliza de seguro de accidentes realizada en aquella época con la compañía 'La Vasco-Navarra' revela que su levantamiento comenzó el 20 de abril de 1902. Aunque no existe un dato exacto sobre el coste de la misma, los papeles hallados en la parroquia arrojan una cifra de 3.503 pesetas, suma de los importes pagados a los diferentes gremios que participaron en las labores.

La cruz se inauguró el 22 de junio de 1902, figurando lo siguiente sobre la efeméride en el libro de actas del Ayuntamiento: «En la villa de Legazpia, hoy domingo 22 de junio de 1902, terminada la misa mayor que se celebró a las ocho de la mañana, salieron de la parroquia el clero, presidido por el párroco, el Ayuntamiento, con su alcalde, y numeroso público en dirección al monte Gorostiaga para asistir a la bendición e inauguración de la cruz con motivo del comienzo del siglo XX y en memoria de la cruz milagrosa que se venera en la parroquia».

La inauguración se celebró con un animado ambiente festivo, según recogen las crónicas de la época: «a las diez de la mañana, el párroco, José Francisco Zangroniz, bendijo la Cruz y ofició una misa. Después, los fieles se repartieron por la arboleda de la cima del monte para celebrar una romería».

Hasta la cruz de Gorostiaga comenzamos la subida cerca del embalse de Urtatza, que no almacena agua pero se encuentra lleno de árboles. Nuestro propósito es realizar una ruta circular por varios montes de Satui. Precioso paseo que nos llevó al túmulo de Jentiletxe Gorostiaga, la cista de Oregi, el túmulo de Arrolamendi, además de ofrecer unas vistas espectaculares de Anboto, Aizkorri, Udalatx, Zaraia...

Gorostiaga es una de las cumbres puntuables del Catálogo de Montes de Gipuzkoa. El concurso de los Cien Montes consiste en culminar cien ascensiones en cinco años, pero a razón de veinte por año, una por jornada y sin repetir ninguna. No vale cualquier monte, sino, en primer lugar, los incluidos en un catálogo de Euskal Herria, bien por su altitud, bien por significación histórica, geográfica... El total son 920 cimas de montes válidas.

Tras aparcar junto a una fuente seguimos una pista cementada que nos acerca a varios caseríos sobre el embalse Urtatza. El primero es Aizeta. De manera tranquila continuamos ascendiendo mientras pasamos junto a una borda, y a escasos metros nos encontramos con el caserío Laiolaerdikoa y algunos otros desde los que las vistas son espectaculares. Subimos hasta la zona recreativa de Kimu Berri. Seguimos la pista de tierra que nos lleva hasta una puerta metálica que nos adentra en un hermoso bosque para después continuar por la pista de tierra que nos llevará hasta el monte Arrola, desde donde las vistas de Anboto o Udalatx, entre otros, son maravillosas. Muy cerca se encuentra la fuente de Irikorta. Seguimos las marcas blancas y rojas que vemos por el camino. Debemos tomar la dirección Suroeste siguiendo el GR-34.1 hasta la siguiente cima, el Arranoaitz. Junto al sendero se encuentra el túmulo de Arrolamendi I. El camino nos lleva por un bosque hasta que alcanzamos otros 260 metros nos plantamos la cima del Arranoaitz. Pronto vemos las dos piedras que marcan el encuentro entre los pueblos de Legazpi, Oñati y Antzuola.

Nos ponemos en marcha siguiendo el GR-34.1 en dirección Sureste, hacia la próxima cima, Oregi. Tras caminar unos 580 metros nos desviamos hacia la izquierda, siguiendo el GR-34.1 hasta alcanzar la cumbre. Muy cerca se encuentra su cista.

Nos mantenemos en la senda marcada por el paso de numerosos senderistas hasta la cima del Jentiletxe siguiendo el GR-34.1 en dirección Sureste. En mitad del camino nos topamos con el buzón, junto al que se ubica el túmulo. A partir de ahí solo nos queda seguir la senda de tierra por el helechal, que discurre junto a unos puestos de caza, hacia Gorostiaga, siguiendo el sendero en dirección Sureste. Sendas y pistas de tierra nos conducen hasta nuestro objetivo de esta semana tras haber caminado algo más de un kilómetro. El refugio y la cruz sitúan la cima legazpiarra sin ninguna dificultad.

A partir de ahí comenzamos el descenso hacia el embalse de Urtatza, atravesando los bosques de hayas y siguiendo la pista forestal que sin gran dificultad nos conduce hasta nuestro punto de partida. Un placer.