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Xabi, Roman, Juanvi, Xabi, Jose Ignacio, Eneko

Eguzkizko muinoa, entre nieve y rayos de sol

Precioso rincón de Leitza en el que los amantes de la nieve disfrutan estos días de las raquetas y el esquí

Viernes, 3 de febrero 2023, 16:01

Mañana fría donde las haya la de este viernes, pero los 3 grados bajo cero no desanimaron a Xabi, Roman, Eneko, Juanvi, Xabi y Juan Ignacio para ponerse las botas, polainas y con los bastones en mano, realizar un paseo por el monte. Los donostiarras y el basauritarra según contaban, quedan cada viernes con ese propósito y en esta ocasión, decidieron acercarse hasta Basa-Kabi para ascender a uno de los rincones más bonitos de Leitza, Eguzkizko muinoa. Un día espectacular a pesar de las bajas temperaturas en el que los seis amigos pudieron disfrutar del blanco manto que cubría la cima navarra y las magníficas vistas de todos los montes que superan o rondan los 1.000 metros de altitud, ya que la nieve los cubre desde hace ya quince días.

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La cima de Eguzkizko muinoa pertenece al cordal Adarra-Mandoegi. Este macizo se encuentra entre los ríos Urumea, al norte y al este; Leitzaran, al sur, que recorre 20 kilómetros a lo largo del valle de igual nombre, y Oria, al oeste. Cabe destacar que precisamente en sus laderas se encuentra el nacimiento del río Urumea que tras recorrer varios kilómetros por tierras navarras pasa a Gipuzkoa hasta desembocar al Cantábrico en Donostia.

El macizo Adarra-Mandoegi se extiende entre Gipuzkoa y Nafarroa, envuelto por las cuencas del Urumea, Leitzaran y Oria. Si bien esta diferenciación es útil para el montañero, desde el punto de vista geológico forma parte de un conjunto más amplio conocido como macizo de Cinco Villas o Bortziriak, que se eleva en el segmento más occidental de la cadena axial del Pirineo, los afloramientos rocosos paleozoicos plegados y fracturados por la orogenia hercínica que originó los Pirineos. Al otro lado del Oria, en cambio, se elevan los macizos calcáreos vascos: Hernio e Izarraitz.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Seguir la A-15 hasta la salida de Areso. Después dirigirnos hacia Leitza para una vez en el pueblo llegar a la estación del Plazaola.

  • Horario: El paseo circular desde la estación del Plazaola de Leitza ronda las cuatro horas a un ritmo muy tranquilo. Toca disfrutar del entorno y las vistas.

  • Distancia: 11,3km.

  • Desnivel positivo: 612m.

  • Severidad del medio: 3.

  • Dificultad orientación: 3.

  • Dificultad del terreno: 2.

  • Esfuerzo necesario: 3.

Algo mágico rodea a Eguzkizko muinoa, una cima fácilmente identificable y digna de una visita en cualquier momento del año, pero que ahora atrae especialmente a los amantes del esquí o las raquetas de nieve, cuyas marcas inundan los alrededores de esta cima, así como los de Petriketa, Baztarla... Cabe destacar que la magia de este rincón atraía a los habitantes ancestrales y sus más cincuenta crómlech y dólmenes repartidos por el bonito cresterío entre el pico Oindi (544 m.) y el pueblo de Arano (360 m.), dan fe de ello. La cumbre figuraba ya en la edición de 1950 del catálogo de montes con el nombre Aitzaran (1.093 m.) en la octava posición del listado de Nafarroa. El nombre Aizaran, Aizarain y Aizan, documentado desde el año 1703, se corresponde con la cota al oeste de Petriketa (1.057 m.).

Son solo algunas de las cimas cercanas, rodeadas de enormes hayas. Las vistas desde Eguzkizko muinoa, Petriketa o Baztarla nos acercan a Ireber a su izquierda, la línea de las Malloak espectacular entre las que destacan Hirumugarrieta, Ttutturre, Balerdi y Larrunarri, la línea de Aizkorri espectacular, Ipuliño, Udalatx, Hernio, la sierra de Izarraitz, hasta Gorbea y Anboto... y otros muchos que insistimos en contemplar tras haber realizado la ascensión hasta su buzón. No nos cansamos de decir que todas ellas son espectaculares, aunque echamos de menos las zonas de pasto que existe debajo del blanco manto, pero como nos comentaba este viernes un ganadero de la zona, es tan necesario para que pueda lucir un intenso verde el resto del año. «La nieve empapa la tierra, nutre las balsas de las que nos llega el agua para el ganado y además, equilibra el medio ambiente», nos decía sabiendo lo que decía, no en vano era quien se encargaba de controlar el estado de los abrevaderos que se reparten por la zona y según contaba, «el último verano ha sido muy duro. Ver cómo el ganado se movía desesperado en busca de agua no es agradable. Tuvimos que estabularlo y eso no les gusta ni a ellos ni a nosotros».

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Desde la estación del Plazaola

Uno de los puntos de partida para el ascenso hasta Eguzkizko es la estación de Plazaola situada en la vía verde del mismo nombre, en el pueblo de Leitza. Allí, nos encontramos con varios de los edificios que utilizaban como estación y almacén. El edificio rehabilitado en la actualidad, contaba en su planta baja una oficina (dos despachos y la ventanilla para los billetes), sala de espera y almacén de equipaje, transformado más tarde en cantina, aprovechando el mostrador de los bultos. También había lavabos. En la primera planta estaba la vivienda del jefe de estación. El andén estaba cubierto por una marquesina. Junto a este edificio se encuentra otro que era utilizado como almacén de mercancías. Era del mismo estilo y dimensiones, con una planta y tejado a dos aguas, idéntico a los almacenes de las otras estaciones que comparten arquitectura. El almacén estaba situado en el muelle de mercancías de la estación. Frente al almacén, al otro lado de la vía, había un pabellón destinado a depósito de locomotoras y cochera, a la que estaban asignados dos coches de viajeros.

Tras el repaso de la historia del Plazaola en los paneles que encontramos en la zona seguimos la pista que nos encontramos en frente del parking y después de superar varios caseríos, comenzamos el ascenso con pendiente. Siguiendo los senderos nos adentramos por bosques y helechales hasta Arramiko lepoa. Después del esfuerzo del comienzo, llega la calma, o al menos zonas de menor pendiente, que tras girar a mano izquierda llegamos a Arramia con su buzón en la parte alta. Después bajamos por un bosque con un buen número de árboles desnudos, con la nieve a sus pies. Una vez en Aramiko lepoa, nos dirigimos a la siguiente cumbre de Biuztain. Descendemos y a través del bosque de hayedos, llegamos a otro tramo de subida por una zona de pasto hasta llegar a Baztarla, facilmente identificable por sus antenas. Desde allí, vemos la línea de Aralar,Aizkorri, Hernio,... Salimos a la pista para después tomar hacia la derecha y adentrarnos nuevamente por un bosque de hayas. Toca subir con más o menos pendiente hasta alcanzar la pequeña cima de Petriketa con bonito buzón. Desde allí vemos perfectamente la cima Eguzkizko muinoa.

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De camino nos encontramos con la balsa de agua que abastece casi todo el año al ganado, cubierta por una densa capa de hielo y decorada con nieve espolvoreada como si de azúcar glasé se tratara. Superada la cuesta hasta la cima, observamos los dos buzones en la parte de arriba y un banco para descansar junto a uno de los enormes árboles que coronan el monte más soleado de Leitza, o al menos su nombre lo sugiere.

Bajamos por el mismo camino para coger después sendero a mano izquierda. Fuerte bajada hasta la Loiategiko kaskoa. Posteriormente un breve tramo de campo a través hasta llegar a una pista que seguimos y tras pasar un breve tramo por carretera, debemos coger nuevo otro camino hasta llegar a una borda. Seguimos el camino, sin tomar ningún otro sendero, para alcanzar nuevamente la vía verde del Plazaola y tras un par de kilómetros llegaremos a la estación del antiguo tren que unió Pamplona con Donostia.

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