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Zakarra y su sequito disfrutan de unas magníficas vistas de la isla de Santa Clara Belauntzaran
Mendira

Bianditz: Territorio de Zakarra y su séquito

La cima (844 metros), entre Oiartzun y Lesaka dará inicio a la nueva temporada de Mendira y nos mostrará la belleza del parque natural de Aiako Harria

Viernes, 8 de septiembre 2023, 15:04

El sonido de los cencerros anunciaba su presencia, mientras caminábamos por una zona pasto en el parque natural de Aiako Harria. Zakarra y su séquito vigilaban cada paso que dábamos de manera disimulada, mientras controlaban cada movimiento que se producía a su alrededor. Estábamos en su territorio, y aunque no levantaban la cabeza, y seguían haciendo acopio de su alimento, sus ojos se clavaban en los nuestros y nos dejaban claro que allí, mandaba el hermoso equino.

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Su brillante pelaje mostraba su fuerza y su elegante cencerro, como el resto de sus acompañantes, eran la muestra de que eran cuidados a capricho por sus dueños. Bianditz (840 m.), nuestro destino de esta semana, estaba a tan solo unos metros de su lugar elegido para almorzar. En él gozaban de la tranquilidad que rezumaban los alrededores del cromlech de Arritxulangaña, ajenos de las preocupaciones mundanas de los humanos. Unos privilegiados que nos despiertan un punto de envidia porque no se puede negar, que las vistas desde la zona son espectaculares, se mire a donde se mire.

La ubicación de cromlech de Arritxulangaña es perfecta, así como el de Errenga. Son dos de los monumentos megalíticos que se encuentran a lo largo del parque natural que extiende sus límites por tierras de Oiartzun y Errenteria. Los dómenes de Aitzetako txabala, Berrozpin I, II y III o el monolito de Txoritokieta, así como el monolito de Langagorri o las cuevas de Aizpitarte se encuentran en la villa galletera, mientras que Oiartzun cuenta la mayor concentración de monumentos megalíticos de Oarsoaldea. El cromlech de Elorritako gaina, el de Egiar Urkullu, el de Kauso I, Kauso II, Munerre, Oieleku sur/norte y Arritxurieta gaña y el dolmen de Gainzabal, junto a los que se encuentran cerca de Bianditz, engrosan la lista de mairubaratzak como son conocidos en euskera.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Debemos dirigirnos a Oiartzun para después seguir desde allí la carretera hasta Lesaka, primero la GI-3420 y después NA-4000.

  • Horario: El paseo desde la el albergue de Arritxulo ronda las dos horas y media-tres. Muy recoemndable para hacer en familia por la belleza del entorno y la riqueza del mismo

  • Distancia: 8 km.

  • Desnivel positivo: 570 m.

  • Severidad del medio: 2.

  • Dificultad orientación: 2.

  • Dificultad del terreno: 2.

  • Esfuerzo necesario: 2.

Los intxisus o intxisuak creaban y se reunían en estos espacios. Vecinos, historiadores y etnógrafos han estudiado sobre estos personajes mitológicos que hoy en día se dejan ver por las calles de Oiartzun en carnavales junto a las sorginas, Otegizona, zomorros, zomorrozinkos y suzko akerras. Los oiartzuarras simualan ser esos seres de complexión peluda y estatura más bien baja, no superando como término medio los 1,30 metros de altura». Los auténticos no se dejan ver con facilidad y al parecer, son los pocos los que pueden reconocer ser testigos de su existencia.

El primer manuscrito que existe sobre los intxisus data de 1916. Florencio Portu fue párroco en Oiartzun, que se vio fuertemente atraído por estos seres, investigó y preguntó a las gentes de lugar sobre ellos, recogiendo en ese trabajo numerosos datos. No fue el único, ya que On Manuel Lekuona también se interesó por ellos, aunque el escritor y lingüista oiartzuarra enfocó su trabajo en intentar averiguar de dónde venía el término Intxixu y llegó a la conclusión de que 'Intxisu' procedía de la palabra castellana hechizo.

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Otro de los estudiosos de los personajes mitológicos oiartzuarras por excelencia, fue Luis de Uranzu. El historiador, dado su interés por estos seres mitológicos, visitó numerosos caseríos cercanos a las minas de Arditurri, para hablar con sus habitantes. Como resultado de esas entrevistas, Uranzu logró establecer descripciones detalladas de su morfología. Al parecer estos seres poseen un carácter escurridizo que vive en las cuevas y pozas de Arditurri.

A la belleza natural del parque natural de Arditurri hay que sumar el valor histórico y geológico de sus minas. Desde hace 2.000 años, casi sin interrupción, estas minas han sido explotadas para obtener hierro, plomo, zinc, fluorita, blenda, así como galena argentífera de la que extraían plata y plomo que usaban para acuñar monedas. En la actualidad se ha recuperado el entorno del coto minero y se puede visitar para conocer la historia de uno de los grandes tesoros de Gipuzkoa.

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Desde Arritxulo

El ascenso a Bianditz desde el albergue de Arritxulo en Oiartzun es muy cómodo, porque a pesar de ascender en todo momento, la pendiente es llevadera y las vistas son perfectas. La cumbre de Bianditz, de 844 metros, se sitúa entre el puerto de Aritxulegi (471 m.), -al Norte, se inicia la granítica Aiako Harria. Bianditz se sitúa muy cerca de Exkaxburu (818 m.) y, ya en el límite con Gipuzkoa, Hirumugarrieta o Harritxulangaña (831 m.), muga de Lesaka, Oiartzun y Goizueta.

En esta ocasión, iniciamos la ruta aparcando junto al albergue de Arritxulo. Junto a él nos encontramos varios paneles informativos en el que destaca uno que recoge datos sobre la construcción de la carretera que une Oiartzun con Lesaka. Siguiendo el camino que se encuentra junto a él, alcanzamos dicha carretera y dejándola a nuestra izquierda, seguimos la pista forestal que nos conduce hasta la borda de Aritxulegi. Junto a ella, nos encontramos un grupo de yeguas que pasta tranquilamente. Junto a la borda veremos un poste indicativo. Seguimos hacia la derecha por la pista que en muchos puntos cuenta con marcas rojas y blancas, aunque también coinciden en algunos tramos con las blancas y amarillas.

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Seguimos la pista que es bastante clara y sin problema nos lleva hasta nuestro objetivo. Antes, pasaremos por parajes interesantes como el cromlech de Errenga, junto a una alambrada. Las vistas son espectaculares. Miremos donde miremos, encontramos belleza. El azul del mar Cantábrico destaca a un lado, y el verde de los bosques de Artikutza al otro. En esa zona la pista se transforma en un rastro marcado por el paso del ganado y los senderistas que seguiremos hasta la cima de Bianditz. La vemos a lo lejos, pero antes somos conciscientes de que deberemos subir la pendiente. Sudaremos un poquillo, pero sin problema accederemos hasta el cromlech de Arritxulangaña en Hirumuga. Avanzamos atravesando un paso canadiense, para continuar hacia la cima de Bianditz. Un buzón en forma de tambor y un txistu, colocados por Lezoko medizale taldea en 1984. Una vez en ella, toca disfrutar.

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