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Tras luchar con la fuerza del viento, se impusieron las ganas de disfrutar de las vistas. Un par de minutos después desistimos Fotos: Belauntzaran
Mendira

Azkenatz, en el reino del viento

La nieve cubre estos días esta discretea cima que permanece a la sombra de Saioa, pero que ofrece unas magníficas vistas

Viernes, 1 de marzo 2024, 16:00

Un manto blanco cubre Azkenatz (1.171 m.). Durante nuestra visita a la cima navarra, el viento fue nuestro gran adversario, ya que a duras ... penas nos permitió disfrutar de las preciosas vistas, pero mereció la pena. Sí, mereció volver después de nuestra visita a Saioa, porque nos recordaron que quedaba a la izquierda del recorrido y aunque no goza de la fama de la primera, la panorámica que ofrece es espectacular.

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Regresamos hasta la zona de aparcamiento del puerto de Belate. Puerto que separa el Valle de Baztan, al Norte, y el Valle de Ultzama, al Sur. Zona en la que se sitúa la línea divisoria Cantábrica y Navarra. Koldo Mitxelena era de la opinión de que el topónimo Ultzama derivaba del término celta Uxama, que significa 'el más elevado', entendiendo que se ajustaba perfectamente a la descripción de Ultzama, que es, junto con Basaburua, el valle más alto de los que componen la vertiente mediterránea navarra en la divisoria con la vertiente cantábrica. Según Mitxelena, Ultzama no sería más que un término celta transformado en Ultzama por la fonética vasca, mientras que en otras latitudes ese mismo término acabó convertido en Osma.

En la Edad Media el valle de Ulzama aparece en los escritos mencionados bajo diferentes nombres, como Iozama, Utzama, Hutzama, Uçama o Uzama, que parecen formas intermedias entre las actuales Ulzama/Ultzama y la hipotética Uxama originaria. En un texto de 1366 aparece, sin embargo, mencionado como Urçama, lo que hizo que José María Satrustegi aventurara un nombre relacionado con la palabra vasca ur ('agua').

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Seguir la GI-2635 hasta Mandubia

  • Horario: El paseo desde el puerto de Belate ronda las dos horas a un ritmo tranquilo. Si se dispone de tiempo se puede completar el recorrido con una visita a Saioa

  • Distancia 8,5 km

  • Desnivel positivo: 407 m

  • Severidad del medio: 2

  • Dificultad orientación: 2

  • Dificultad del terreno: 3

  • Esfuerzo necesario: 4

La importancia de la ubicación del puerto marca numerosos episodios de la historia de Navarra e incluso, de Gipuzkoa, ya que hasta la inauguración del túnel homónimo en el año 1997,​su recorrido ha formado parte de la ruta Iruñea-Behobia (N-121-A), eje vertebrador norte-centro de Navarra. Actualmente, la vía que recorre el puerto ha sido renombrada como carretera local NA-1210 (Ventas de Arraitz-Endarlatsa). Echando atrás en el tiempo, cabe destacar que era habitual ver peregrinos en los alrededores de Belate, ya que hasta la actualidad, las señales y marcas amarillas son frecuentes en los caminos porque por los alrededores del puerto transcurre el Camino de Santiago de Baztan, que en ese punto sigue una antigua vía romana. Era un lugar clave en el ramal jacobeo que unía Baiona con Arre y Pamplona, por Urdazubi y Belate.

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Cañones guipuzcoanos

En ese trasiego de peregrinos era lugar de encuentro el antiguo Monasterio Hospital de Nuestra Señora de Belate, situado en la falda del monte Loiketa junto a un imponente hayedo, del que se conserva la iglesia y una construcción de la antigua Hospedería. En el silencio del lugar roto únicamente por la fuerza del agua del riachuelo que transcurre a escasos metros, impresionan ambas edificaciones. Sobrías, austeras, simples en cuanto a la decoración se refiere. Su construcción de piedras del color propio del valle, rosado cobrizo, no pasa desapercibido para el visitante. El templo Santa María de Belate es un monasterio-hospital de fundación catedralicia que aparece en documentos del S. XII y en su interior se encontraba una imagen de la Virgen que se llevó a la iglesia de Alkotz.

Estudios sobre el conjunto religioso destacan que el Monasterio-hospital Santa María fue fundado en 1160, apareciendo en una bula de 1165 del Papa Alejandro III, y tuvo gran importancia hasta el s. XVI en el que sufrió un importante saqueo. Sobre el mismo se puede leer en Auñamendi Eusko Entziklopedia que la batalla de Belate se produjo «en los días 3 y 4 de diciembre de 1512. Los navarros habían conseguido el apoyo de Francia para reconquistar su Reino del que se habían apoderado los castellanos al mando del Duque de Alba. A la salida del valle de Baztan, se retiraban hacia Francia parte de las fuerzas expedicionarias de reconquista enviadas por el rey de Navarra. Se hallaban formadas en este lugar por lansquenetes alemanes. Los invasores estaban apostados ocupando todas las barrancadas, caminos y desfiladeros. Eran en su mayoría guipuzcoanos a las órdenes de los señores de Lizaur con trescientos lacayos y otros al mando del Señor de Verástegui. Pero el mando supremo de los guipuzcoanos, que en total eran 3.500, lo asumía don Diego López de Ayala, que estaba al servicio de Castilla. Los alemanes, medio muertos de frío y de hambre, querían a todo trance ganar la frontera francesa. Para ello dejaron la artillería a cargo de dos hombres para que dispararan contra el señor de Lizaur». Momento en el que los guipuzcoanos hicieron acopio de 12 cañones. Por esta acción de Belate «la reina doña Juana hizo añadir al escudo guipuzcoano el cuartel de los doce cañones». Las Juntas Generales aprobaron por unanimidad en 1979 la eliminación de ese símbolo del escudo. Otras tres localidades de Gipuzkoa han contado con las doce piezas de artillería en sus escudos. Son Antzuola, Lizartza y Zizurkil que han modificado y prescindido de los mismos en sus nuevas creaciones.

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Desde la venta de Ultzama

Fuera como fuese, nosotras decidimos visitar esta semana Azkenatz una de las cimas que conforman el macizo de Saioa. En esta ocasión dejamos el coche en el aparcamiento pasado unos metros de las ventas de Ultzama. Tras superar el paso canadiense seguimos la pista forestal que nos conducirá hasta nuestro objetivo de esta semana.

La pista de tierra se mezcla con la piedra de color rosáceo hasta que alcanzamos un cruce en el que nos indica la situación de la iglesia de Santa María de Belate. Aunque nos alejamos de nuestro camino, nos acercamos para disfrutar de su energía especial. Después, desandamos el tramo para retomar el recorrido que nos conducirá a la ermita refugio de Santiago que se encuentra en el camino del mismo nombre.

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Avanzamos siguiendo las señales y marcas que encontramos en nuestro camino. Mientras subimos el río baja con fuerza mostrando numerosos saltos de agua. En la zona es conocida la cascada de Aretxuri. Tras dejar la pista continuamos el sendero pateado para comenzar el ascenso más exigente por una zona escarpada, sin perdida por la cantidad de senderistas que han dejado su huella.De camino al collado de Okolin nos encontramos una borda muy característica, para continuar ascendiendo. Una vez en el collado, nos dirigimos hacia la izquierda para comenzar el ascenso de la última pendiente de esta salida, en la que el viento nos exige abrocharnos el abrigo y echar mano de un gorro.

Pronto alcanzamos la cima en la que no existe buzón. Unas piedras apiladas con el nombre de la cima pintado en una de ellas no sitúa en nuestro objetivo. Solo queda disfrutar de las vistas, aunque Ipar nos invita a que retomemos el camino de regreso. Un auténtico placer.

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