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Atume, una ventana abierta a la vieja malloaEsta discreta cima cerca de la muga guipuzcoana nos muestra hermosas estampas del valle de Araitz y Larraun, puertas navarras a la sierra de Aralar
Enormes caserones pueblan el casco urbano de Uitzi. La mayor parte son del siglo XIX, con sus extensos tejados a cuatro aguas y de estilo palaciego. El gris, el blanco y el marrón se mezclan en sus paredes y fachadas. Entre ellas destacan las edificaciones de Juanenea, Osanbelena, Martiperena, Orixenea... Sus enormes escudos recuerdan el poder o importancia de sus antiguos habitantes que durante siglos vivieron de la agricultura y la ganadería manteniendo los bosques, zonas de pasto, huertas... Entre sus vecinos más contemporáneos encontramos entre a Nicolás Ormaetxea Pellejero, 'Orixe'. El escritor nacido en Orexa allá por el año 1888 que pasó sus primeros años de su vida en la localidad navarra hasta que al cumplir los 16, viajó a Javier en el año 1904 para estudiar en el Colegio Apostólico de Javier, tras realizar sus estudios primarios en la escuela de Uitzi.
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Uno de los enormes caserones cercanos a la iglesia de Uitzi, precisamente se llama Orixenea, que alberga la casa de cultura de la localidad en honor al orexarra. El escrtior guipuzcoano, nacido en un parto de trillizos, es considerado un hombre cultísimo, de altos conocimiento en humanidades. Ormaetxea que se centró en la tarea literaria y lingüística, escribió hace 75 años la poesía 'Euskaldunak', considerada como una de las obras más elevadas vascas. La obra fue publicada en Zarautz en 1950 y según las propias palabras del autor, «el poema no es sino la descripción de nuestro pueblo rural en su vida de trabajo, en sus juegos y diversiones, en sus ocupaciones cotidianas y hasta en la misma muerte».
Según los expertos en una de las joyas la lengua vasca, y a lo largo de sus doce mil versos cuenta los amores de Mikel y Garazi, utilizado por el autor para observar y describir la vida rural vasca en la zona: en realidad, el pueblo, en su quehacer cotidiano. 75 años de la creación de una de las joyas de la literatura vasca de Orixe, que hermanó su pueblo natal Orexa con Uitzi, la localidad en la que transcurrió gran parte de su infancia, dado que su abuela materna vivía en esta última, criado por la nodriza Rosa Ariztimuño.
Información MIDE
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Acceso Para llegar a Uitzi tomar la A-15 hasta Lekunberri y despues tomar la NA-1700
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Horario El recorrido se puede realizar en 2,5-3 horas. Para quien no conozca la zona muy recomendable contar con un track, ya que no está señalizado.
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Distancia 9,66 km
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Desnivel positivo 370 m
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Severidad del medio 2
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Dificultad orientación 3
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Dificultad del terreno 2
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Esfuerzo necesario 2
Recoge la enciclopedia Auñamendi que el escritor orexarra dedicó su vida al estudio del euskera en la sede de Euskaltzaindia, en trabajos de equipo, junto a Resurrección María de Azkue, Olabide y otros. Cabría destacar la parte relevante que tuvo en la realización de 'Erizkizundi irukoitza'. A partir de 1924 hasta 1931, fecha en que dejó Bilbao para retirarse a Orexa con el fin de redactar Euskaldunak por encargo de la asociación 'Euskaltzaleak', Orixe escribió más de 400 artículos en Euzkadi, abordando temas diversos, pero preferentemente folklóricos y gramaticales. Su vinculación al periódico fue aún más estrecha cuando en 1928 tomó el relevo de Evaristo Bustinza (Kirikiño) en la dirección del 'Euzkel Atala'. A lo largo de su estancia en Bilbao, además de la colaboración en periódicos y trabajo de equipo en Euskaltzaindia, obsequió a la clientela euskaldún que le seguía atentamente con tres publicaciones: dos traducciones, 'Tormes'ko Itsu-mutilla' (1929) y Mireio (1930), y otra original, 'Santa Kruz apaiza' (1929).
La guerra le sorprendió en su caserío y, aunque por convicción y devoción fuera apolítico, lo tuvieron encarcelado por nacionalista durante seis meses en el fuerte de San Cristóbal. Tras ser excarcelado, regresó a su caserío, pero tras nuevas denuncias logró cruzar la frontera clandestinamente hacia el verano de 1938 y tras vivir en diferentes ubicaciones, se trasladó a América, en 1950.Tras su exilio regresó a Euskal Herria el año 1954. Tras hacer una corta temporada en Tolosa, se asentó en el convento de los PP. Benedictinos de Lazkao para preparar la publicación de 'Agustin Gurenaren Aitorkizunak' y traducir las reglas de San Benito, 'Aita Benito Gurenaren Erregela' (1980). En Orexa (1956-1958) elaboró la mayor parte de 'Jainkoaren billa', cuyo primer capítulo había redactado en el barco que le traía de América. En los últimos años, convivió con su sobrino José María Aranalde, presbítero, primero en Arama y luego en Zabalegi de Añorga, donde murió el 9 de agosto de 1961.
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Paseo por cinco picos
La ruta de esta semana nos acerca a Uitzi y es obvio que hablar de la localidad navarra nos invita a recordar al ilustre escritor guipuzcoano en un aniversario tan especial como el 75 de la publicación de su gran obra, 'Euskaldunak'. La salida para subir a Atume (862 m.) y el resto de los montes cercanos: Eraso, Mergelu, Epele, Ollarmendi resulta un agradable paseo en el que la sombra de las enormes hayas reconforta en una jornada veraniega en la que el astro rey nos recuerda que es eso, el rey.
Comenzamos nuestra ruta entre los enormes caserones que rezuman siglos de historia entre sus gruesos muros, mientras esos escudos impresionantes nos recuerdan la cercanía del camino real y el paso de los caballeros por el mismo. Mientras avanzamos por la pista cementada, dejamos atrás el cementerio y avanzamos hasta nuestro primer monte, Eraso (865 m.). El paso de otros senderistas nos guía en el bosque de hayas mientras superamos una alambrada y pronto alcanzamos la zona alta de la loma, en la que no encontramos buzón, pero sí, un hito de piedras. Volvemos a descender unos metros para avanzar por el bosque siguiendo un estrecho sendero que nos conduce a otra pista forestal que abandamos para comenzar el ascenso de la siguiente loma en cuya zona alta encontramos una inscripción en una roca que nos ubica en la zona más alta del monte Ollarmendi (888 m.).
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Desde allí, regresamos a adentrarnos por el gran bosque hasta alcanzar un paso que debemos superar para dejar atrás la alambrada y adentrarnos por un helechal que nos conducirá hacia Mergelu (907 n.). En este tramo la pista y caminos por los que caminamos están llenos de grandes ramas que han quedado tras la entresaca realizada en el bosque para extracción de nuemrosos árboles. Debemos incluso, salirnos del camino para caminar paralelos a la alambrada que nos 'acompaña' hasta el buzón de este monte. Seguimos en la misma línea de monte, mientras avanzamos de manera paralela a la 'malloa zahar' de Aralar. A un kilómetro, más o menos de Mergelu, llegamos a Epele, donde tampoco encontramos ningún buzón, pero las vistas son espectaculares.
Desde allí, nos dirigimos hasta nuestro objetivo de esta semana, Atume. Un punto geodésico nos ubica la cima de este monte donde disfrutamos del impresionante paisaje. Un regalo a la vista poder ver todos los picos de esta parte de Aralar: Artxueta, Balerdi, Intzako dorrea, Ttutturre,... aunque una gruesa nube oscura se va imponiendo en la hermosa estampa. Después bajamos hasta el collado de Urbiñeta, desde el que llegamos a Uitzi, siguiendo el sendero y caminos que encontramos. Un placer.
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