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El enorme caballo disfruta del pasto de uno de los prados.
Mendira

Arraldegaña, tesoro de la campiña navarra

Esta cima arbolada permanece oculta por robles centenarios que mudan sus hojas verdes por colores ocres. Todo un espectáculo

Viernes, 20 de octubre 2023, 09:04

El viento Sur azota las ramas de los enormes robles que pueblan los alrededores de Arraldegaña (813 m.), que se resisten a desprenderse de su abundante follaje. El verde impera en este otoño inusual en el que los colores ocres o rojizos van ganando presencia en el valle de Ultzama. Las preciosas imágenes de campiña que nos ofrece a ambos lados de la carretera que nos conduce hasta Larraintzar nos permiten avanzar hacia nuestro destino, mientras el entorno nos permite viajar en el tiempo. Los enormes caserones y casas palaciegas que avistamos son los testigos silenciosos de numerosos episodios históricos y bélicos que se han producido en este escenario natural onírico.

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Escenario natural en el que destacan los impolutos prados en los que nutridos grupos de vacas, yeguas y algunos rebaños de ovejas pastan disfrutando de las magníficas temperaturas y gozando del calorcillo de los rayos de sol. A escasos metros se encuentran vastos bosques en los que los robles se erigen como los señores del entorno.

Son las joyas del valle de Ultzama, que se caracteriza por tener zonas bajas que nos ofrece esas preciosas estampas de la campiña navarra, rodeados por los robledales de roble pedunculado (Quercus robur). Los robles, hoy día escasos en muchas zonas, se han convertido en una especie de gran interés ecológico. En este caso forma parte un buen número de robledales húmedo des llanura, testigos de los antiguos robledales que poblaban estos y otros muchos valles de Navarra. Entre todos los robledales de Ultzama destaca el de Orgi, situado en el concejo de Lizaso.

INFORMACIÓN MIDE

  • Acceso: Para llegar a Larraintzar debemos seguir la A-15 hasta Urritza y después tomar la NA-411.

  • Horario: l paseo desde Larraintzar pasando por Arraldegaña e Itxondoa ronda las tres horas a un ritmo tranquilo. Muy recomendable para hacer en familia.

  • Distancia: 12,8km.

  • Desnivel positivo: 344m.

  • Severidad del medio: 1.

  • Dificultad orientación: 2.

  • Dificultad del terreno: 1.

  • Esfuerzo necesario: 2.

El robledal de Orgi tiene apenas 77 ha. de monte comunal perteneciente a Lizaso, que está incluidas en la Red Europea Natura 2000, dentro de la Zona Especial de Conservación 'Robledales de Ultzama-Basaburua' por sus múltiples valores ambientales, paisajísticos y culturales.

El roble, 'Haritza' (Quercus robur), es un árbol robusto de hasta 40 m. de altura, gruesos troncos y ramas tortuosas que cobijan a multitud de especies, historias y bellos momentos. En Orgi, tal y como rezan sus panales informativos, conviven dos robles, el Roble común y el Roble americano. El común o pedunculado 'Hari-tza' es un árbol autóctono de gran valor natural en nuestro entorno. En el paseo podrás ver robles de variadas edades y formas, jóvenes y que alcanzan los 200 años, robles bravos y trasmochos con enredaderas. El otro roble que se encuentra en el bosque de Orgi es el roble americano, especie introducida utilizada en plantaciones forestales.

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Cabe destacar que muchos de estos robles son centenarios, y tres de ellos han sido declarados Monumentos Naturales: el roble de Jauntsarats I, el roble de Jauntsarats II y el roble de Eltzaburu. Además, el espacio presenta hayedos acidófilos y castañares antiguos.

En este magnífico entorno natural sus habitantes gozan de una vida privilegiada dada la diversidad espacial en la que existente diferentes ecosistemas acuáticos de aguas tranquilas y rápidas y en las zonas de bosque maduro y de sus zonas de bosque más abierto, praderas…

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Esto conlleva que una gran variedad de animales convivan en el bosque, los arroyos, charcas... Algunas destacan por su importancia a nivel comunitario sobre las que se realizan seguimientos científicos como la rana dalmatina o ágil, especies de sapos, tritones, escarabajos de la madera, murciélagos forestales, milano real y alcaudón dorsirrojo,... Además de corzos, zorros, murciélagos, erizos, musarañas, aves forestales y los numerosos jabalíes.

Su rastro se puede observar por doquier en los montes del valle de Ultzama y el robledal es uno de los puntos donde encuentran refugio nocturno, al tratarse de un lugar protegido de la práctica cinegética.

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Desde Larraintzar por Orgi

Precisamente nuestra ruta de esta semana a Arraldegaña transcurre por 'basurdetxoaren xenda', la senda del pequeño jabalí. Esta cima navarra, que separa los valles de Atetz y Ultzama, está catalogada como de primera categoría. Partimos desde Larraintzar, después de haber aparcado junto a una fuente, muy cerca del ostatu. Paseamos entre los enormes caserones con sus inscripciones en las que podemos leer su año de contrucción y observar alguna placa en la que se indica el lugar donde nació el gran pelotari Lajos, Julián Lajos Olaberri, en 1940.

Avanzamos por la carretera para seguir una pista cementada, dejando a nuestra derecha la iglesia parroquial. Unos minutos más tarde, a nuestra izquierda nos encontramos uan señal vertical que nos conduce por una pista forestal de tierra de manera ascendente por un precioso bosque. Al final de esta pista vemos un poste vertical en el que indica 'Basurdetxoaren xenda' en ambas direcciones, pero nosotros nos dirigiremos hacia Aroztegi. Las marcas amarillas y blancas pasan a ser solo amarillas, pero es difícil desorientarse ya que un estrecho sendero en gran parte del paseo nos conducirá por los poblados bosques de hayas de la zona. Las vistas están limitadas aunque en algunos claros disfrutaremos de unas magníficas estampas de los concejos que pueblan los valles de Ultzama al norte y Atetz al sur.

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Nos encontramos en la parte de la línea de montes en el que el primero que se puede observar es la cima de Beuntzakogaina, que no tiene ninguna indicación. Avanzamos por el sendero y unos 45 minutos más tarde, de nuestra salida llegamos a la cima de Itxondoa con su buzón montañero en forma de caserío. Continuamos nuestro recorrido por la senda de Basurdetxo y siguiendo la alambrada caminamos entre enormes árboles. El silencio es absoluto. Solo el viento rompe la rutina del vacío que nos envuelve, mientras llegamos a un extenso prado en el que un nutrido de yeguas rojizas pastan tranquilamente vigiladas por un aparente caballo que sin mover la cabeza sigue cada movimiento que realizamos.

Cotinuamos avanzando y disfrutando del silencioso camino en dirección Sureste, hasta que llegamos a la cima de Arraldegaña. Un antiguo buzón con uno más moderno con una figura de un jabalí nos ubican en nuestro objetivo.

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Los árboles son los protagonistas de las vistas que nos ofrece esta cima. Continuamos adelante, en dirección Este, comenzando el descenso que nos conducirá en cuestión de unos dos-tres kilómetros. Seguimos la pista forestal que nos conduce a una pista de grava suelta en la que nos dirigiremos a Beuntza-Aroztegi-Ziganda. Una valla verde nos dará paso a una pista que seguiremos por un bosque hasta una nueva señal hacia Aroztegi. Tras dejar atrás la pista seguiremos una senda por un bosque en el que hay un abrevadero para seguir hacia la carretera cercana a Orgi.

Tras realizar unos 500 metros por asfalto nos adentramos en el precioso robledal que nos acercará a la hípica de Lizaso. Desde allí, 1,5 kilómetros nos separan de Larraintzar. Un placer.

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