Naturaleza en Santo Tomás y Príncipe

Montañas, bosques húmedos, cascadas o playas, son la oferta de atractivos de estas islas africanas en el Golfo de Guinea. Hoy se cumplen 50 años de su indepencia de los portugueses

Sábado, 12 de julio 2025, 09:13

Dicen que es 'el último paraíso'… Fuimos allí. Viajamos a la República Democrática de Santo Tomé y Príncipe atraídos por esa naturaleza de la que ... siempre han hablado y, no sé, quizás por ese atractivo oculto que le marca ser el tercer país menos visitado del mundo.

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Y por supuesto para conocer esas plantaciones de cacao y café y saber de primera mano cómo trabajan su elaboración anclada en el tiempo. Quizás lo que más nos haya impactado ha sido ver que todo el proceso, absolutamente todo, es manual. Verdaderamente impresionante. Hay que tener en cuenta que este país, el más pequeño de África, con poco más de 220.000 habitantes, a comienzos del siglo XX fue el mayor exportador en el mundo de cacao por lo que llamaron coloquialmente a Santo Tomé y Príncipe como 'las islas del chocolate'.

Las descubrieron navegantes portugueses en 1471. En 1595 hubo una revuelta de esclavos que se hizo con la capital pero apenas duró unos meses.

En 2024 se cumplieron 50 años de la famosa 'Revolución de los claveles' cuando el 25 de abril de 1974 se llevó a cabo un golpe de estado pacífico en Portugal, lo que supuso el fin de la dictadura portuguesa y, por añadidura, el inicio de la descolonización de sus territorios africanos, incluyendo Santo Tomé y Príncipe, que obtuvieron su independencia en 1975. Y hoy 12 de julio, se cumplen 50 años de esta gran efeméride.

Me encanta África. Sus gentes. Sus colores. Sus olores. En este viaje no deje de visitar esas llamadas 'Roça' que son antiguas haciendas o plantaciones de cacao y café, con imponentes edificios de estilo colonial. Pero antes un dato: las excursiones son caras… Se recomiendan las de Monte Café, Agosthino Neto, Agua-Ize, o en Príncipe la espectacular Roça Sundy en medio de una plantación de cacao. Sin duda hay que hacer algún trekking de diferentes horarios, desniveles y dificultades, por los bosques y montañas del Parque Nacional de Obö que abarca ambas islas. Eso sí, buenas botas para el barro y buen chubasquero para la insistente lluvia.

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Visitamos, ¡cómo no!, ese impresionante cuello volcánico en forma de aguja llamada Pico Cão Grande, el cono volcánico más vertical del planeta y que quizás por ello abrieron allí una vía los hermanos alaveses Eneko e Iker Pou.

Nos fuimos de trekking a ver el Lago Amelia con una biodiversidad increíble. Es el cráter del volcán que originó la isla de Santo Tomé, cubierto absolutamente por vegetación. Curioso. En más incursiones montañeras visitamos, entre otras cascadas, la de San Nicolás.

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Por el mar, en un cayuco fuimos a recorrer la costa hasta la bahía de las Agujas. Una fuerte tormenta en medio del mar nos hizo ponernos a cubierto sin alcanzar esa bahía. ¡Lástima!, pues es una de las principales atracciones del país. No tuvimos tiempo de ir a la isla de Rolas, lugar ideal para bucear, pero visitamos en Príncipe playas como Banana Beach y Praia Macaco entre otras, y en Santo Tomé las de Praia Piscina, Inhame o Jalé. En esta última, si viaja de septiembre a abril podrá tener ocasión de asistir al desove de las tortugas marinas. Un gran espectáculo. Y de julio a octubre podrían verse ballenas.

Todo esto y más es el país que comporta las islas volcánicas de Santo Tomé y Príncipe pertenecientes a África ubicadas en el Golfo de Guinea.

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