Jamenei designa posibles sucesores para garantizar la supervivencia del régimen si es asesinado por Israel

asesinatos selectivos de altas figuras del régimen, lo que volvió a demostrar el grado de infiltración del Mossad. Los israelíes mataron a tres nuevos altos cargos militares de la Guardia Revolucionaria y a otro científico del programa nuclear, junto a su esposa. El ejército aseguró haber asesinado a Saeed Izadi, «comandante que financió y armó a Hamás en la preparación para el ataque del 7 de octubre de 2023». Los militares también revelaron el nombre de Behnam Shahriyari, comandante de la unidad de transferencia de armas de la Fuerza Quds, quien, según afirmó, era responsable de proporcionar armas a Hezbolá y Hamás.

Como le ocurrió a la milicia chií libanesa en verano, ahora la Guardia Revolucionaria sabe que tiene al enemigo dentro y no para de recibir golpes directos en su cúpula de mando. El Líder Supremo, de 86 años, no es ajeno a esta situación y trabaja desde su escondite en la sucesión de los mandos militares y de su propio puesto. Netanyahu e Israel Katz, ministro de Defensa, le han amenazado de muerte, aunque su desaparición generaría un grave problema en el futuro próximo de cara a un posible acuerdo ya que es la persona que tiene la última palabra.

Pese a los reveses, la sensación es que la cadena de mando todavía funciona en Irán y no hay señales de desmoronamiento del sistema. La respuesta al Estado judío llega cada día con drones y misiles, aunque los hebreos hablan de «grandes avances» y aseguran haber conseguido neutralizar la mitad de las lanzaderas, lo que explicaría la disminución de los bombardeos con proyectiles. El portavoz del ejército confirmó que han «logrado desmantelar una gran cantidad, lo que ha creado un cuello de botella, les estamos dificultando el ataque hacia Israel. Dicho esto, quiero decir que el régimen iraní obviamente aún tiene capacidad»

A la espera de la entrada oficial de los norteamericanos en la guerra, los medios hebreos siguieron minuto a minuto los movimientos de varios bombarderos B-2, que despegaron de una base en Estados Unidos. Estos son los aviones capaces de transportar las bombas antibúnkeres de 13.600 kilos que Israel no tiene y pretende emplear contra las instalaciones nucleares subterráneas de Irán en Fordo.

Hasta que se produzca ese bombardeo, los israelíes se centran en el resto de plantas del país y actuaron por segunda ocasión contra las instalaciones nucleares de Isfahán. El viceministro de Salud iraní, Ali Jafarian, dijo que se están preparando para atender a las víctimas que sufran los efectos de los continuos ataques a las infraestructuras de la red atómica en caso de fuga.

La guerra va mucho más rápido que la diplomacia. Las conversaciones del viernes en Ginebra entre Irán y el E3 (el Reino Unido, Alemania y Francia) no lograron ningún avance y no se fijó fecha para una nueva reunión. El ministro de Exteriores persa, Abbas Araqhchi, se mostró abierto a un mayor diálogo, aunque dejó claro que no tienen interés en retomar la negociación con EE UU mientras Israel continúe sus ataques. Pronto los estadounidenses pueden unirse a los hebreos, lo que terminará de enterrar cualquier posibilidad de una salida pacífica y extenderá el conflicto a toda la región.