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Miércoles, 6 de junio 2018, 09:19

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Manifestantes cargan morteros caseros, en Masaya (Nicaragua). Masaya era color. Era música y era diversión. Artistas en vivo y teatro callejero. Era la capital del folclore nicaragüense. La auténtica demostración del heroísmo nacional desde la época de la colonización. Pero ahora es miedo. Es canguelo y desconfianza. Su gente se organiza «para lo que venga».

EFE
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