Milán marca nuestra pauta estilística
La estética de los setenta invade la Fashion Week italiana, con reminiscencias a la época más hippie y optimista de las últimas décadas
En los últimos días, Milán ha vuelto a ser el gran epicentro de la moda mundial tras más de año y medio de parón pandémico, con desfiles online y fashion films. La más que esperada vuelta de la Fashion Week lombarda se ha convertido en una cita obligada para editoras de moda, estilistas, coolhunters, insiders, influencers e invitadas que han elevado el street style a su máxima expresión. Gracias a ellas hemos descubierto las verdaderas claves de la nueva temporada, las prendas que no dejaremos de ver durante todo el otoño-invierno, las piezas que marcarán la verdadera diferencia entre una campaña y otra, y los diseños que asomarán durante el primer semestre del 2022. Todo ha sucedido allí, sí, en Milán.
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Prada, Versace, Etro, Dolce&Gabbana, Alberta Ferretti, Moncler, Roberto Cavalli o Fendi han regresado triunfantes a una de las cunas de la industria fashion de la mano de unas propuestas que han conmovido al ansioso público presente. Unos invitados que, sin duda alguna, han ofrecido la mejor versión del street style sobre las calles italianas antes, durante y después de cada fashion show. Aunque las propuestas, las versiones y las interpretaciones de cada tendencia han sido infinitas, los imprescindibles de la temporada han quedado acreditados.
Los total look monocolor han sido una constante desde el arranque de la Semana de la Moda milanesa, con el marrón como color clave de la campaña. No hay prenda o complemento que se haya resistido a esta tonalidad. Tampoco podemos obviar la constante presencia de los trajes sastre limpios y básicos, los guiños a los años setenta, los diseños de época o el protagonismo del neón que, contra todo pronóstico, se mantiene como una de las opciones más histriónicas y rompedoras del momento.
Las mangas abullonadas también han vuelto al protagonismo de antaño, junto a la omnipresencialidad de los volantes, los lazos y el tul. Ha quedado demostrado que las tonalidades pastel siguen copando las propuestas más naif y aniñadas del mercado, con el rosa empolvado como máximo exponente. Como de costumbre, las flores han invadido todo tipo de prendas: desde blazers a pantalones, pasando por jerséis y camisas. Y hablando de camisas y blusas: el romanticismo ha acaparado cada uno de los detalles de este básico imprescindible en el armario de cualquier mujer.
¿El print de leopardo seguirá emboga? Sí, aunque tras vivir su máxima eclosión, perderá fuelle de forma paulatina.
Color block
La construcción de estilismos a través de estas piezas lisas de colores como el verde, el morado, el amarillo, el rojo, el rosa o el azul vuelve tras varias temporadas al ralentí. Los denominados color block han regresado para quedarse en todas sus versiones. Lo mismo sucede con el estampado paisley, uno de los best sellers de Etro, que nos ha transportado a los años 70. La influencer Alexandra Pereira y la modelo Nieves Álvarez han dado toda una clase de estilo apostando por entallar la clásica blazer de la firma italiana con un cinturón ancho.
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Tras este breve resumen estilístico: ¿Qué propuestas triunfarán entre los outfits más terrenales? ¿Qué imprescindibles incorporaremos a nuestro armario? ¿Qué tendencia será la más efímera? ¿Las prendas y complementos de este otoño tendrán continuidad? Tiempo al tiempo.
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