«Hemos hecho una selección de vestidos icónicos que parte desde 2016»

Isabel Sanchis (Valencia, 1956) es uno de los nombres propios de la alta costura en España. Con una larga trayectoria de más de 30 años y con presencia en más de 40 países, sus diseños cautivan a mujeres atrevidas y modernas. Será una de las protagonistas de la presente edición de San Sebastián Moda Festival con un desfile espectacular en Balenciaga que servirá para hacer una retrospectiva de su etapa profesional.

- ¿En qué momento se encuentra la firma Isabel Sanchis?

- Estamos en un momento de reconocimiento. Desfilar en Madrid ha hecho que se nos reconociera en España, porque hasta entonces se nos conocía más a nivel internacional que nacional. Ahora nos están reconociendo, al igual que sucede en América o en los Emiratos. Estamos en un momento muy bonito, de trabajo, de hacerlo cada día mejor para estar ahí.

- ¿Cómo ha sido el proceso de internacionalización de la marca?

- La crisis de 2008 es la que nos dio esa oportunidad. Vimos que teníamos que hacer algo y fue cuando mi hijo nos dijo que saliéramos al extranjero. Teníamos una producción muy grande, con un taller con 50 personas, y vino la crisis y cayó en picado. Tuvimos que tomar la decisión de salir a París. En los showrooms que se organizan allí, los árabes fueron los primeros que creyeron en nosotros. Nos ubicaron junto a Oscar de la Renta, Zuhair Murad… eso hizo que muchas tiendas multimarca comenzaran a comprarnos. Fue un proceso no muy largo, pero sí de mucho trabajo. También nos dimos cuenta de que los compradores internacionales son mucho más exigentes, buscan diseño, flexibilidad de tallas y un servicio. Y al tener un taller propio estamos dentro de todas esas exigencias que plantean.

- ¿Qué se puede esperar del desfile de Balenciaga en SSMF?

- Hemos hecho una selección de vestidos icónicos que parten desde 2016, que es cuando empezamos a guardar algunos modelos que habían sido top de ventas o los más bonitos. Gracias a ello, veo también los procesos y cómo la moda va cambiando. Antes la moda era más voluminosa, menos sensual, mientras que ahora las mujeres están en un cambio en el que no les importa enseñar el cuerpo. Vamos a mostrar todo el proceso que se ha producido en la última década.

- ¿Qué valor le da a poder mostrar sus colecciones en un escenario como el Museo Balenciaga?

- Cuando me lo plantearon, dije inmediatamente que sí. Es una de las ilusiones de mi vida. Balenciaga para mí es uno de los grandes maestros de la costura. Cómo trabajaba el volumen, el patronaje. Siempre transmitía elegancia, es su legado más importante y para mí una inspiración. Desfilar ahí es un sueño.

- Son más de 30 años de trayectoria. ¿Cómo ha evolucionado la firma a lo largo de las décadas?

- Ha cambiado mucho. Antes la moda era más sencilla: vestidos, volantes, trajes chaqueta. Desde que en 2008 empezamos a estar internacionalmente, era más trabajada, buscando más el diseño, la perfección del patronaje. Además, en la última década la moda está cambiando. Miro ahora que he intentado agrupar para el desfile todo lo que hemos hecho y he visto cómo hemos cambiado sin perder lo que nos define: el color negro, los plisados, las flores, los bordados, las plumas, los volúmenes… se ha vuelto una moda más sensual y trabajada.

- ¿A qué tipo de mujer se dirigen las propuestas de Isabel Sanchis?

- Siempre buscamos que nuestro vestido, aunque innovemos en tejidos, volúmenes y técnicas, transmita elegancia. Nuestra mujer es elegante, pero a su vez quiere destacar. Por otro lado, nunca olvido que es un vestido fabricado en España y eso tiene unos costes que no tienen los que los fabrican en otros lugares. Y eso, el vestido lo tiene que demostrar. Es decir, que tiene una tela fantástica, un patronaje bueno y un detalle artesanal muy bueno.

- Habla de que el objetivo es «magnificar la feminidad». ¿Eso en qué se traduce a la hora de crear?

- Aunque tenga volumen, siempre intentamos que la figura esté presente, que promueva una mujer sensual, que ama su cuerpo, sea la talla que sea.

- ¿Cómo han integrado la sostenibilidad y la tecnología en su firma?

- Nuestra forma de fabricar ya es sostenible. Ya no tenemos stocks, fabricamos uno a uno. Pero, además, hemos impulsado tejidos que son sostenibles, algunos de ellos procedentes de botellas de plástico que se desechan en las fábricas porque salen con defectos. Con ellas se logra un tejido que se moldea de maravilla y llevamos dos o tres temporadas que lo tenemos en nuestras colecciones.

- ¿Qué le inspira a la hora de crear?

- Las mujeres. También la pintura. Soy una gran amante de Matisse y de Picasso. Cualquier cuadro siempre está presente, como el origami. O las mujeres de mi casa, que somos cuatro y cada una es diferente.

- Segunda generación, ¿qué recorrido ve a la firma?

- Paula puede coger ya las riendas. Es una mujer trabajadora, que ha tenido claro que quería dedicarse a esto. Incluso con la negativa de mi marido que me ha visto trabajar tanto y que quería para ella algo más fácil. Pero ella estudió Bellas Artes y Diseño de Moda y lo lleva perfectamente.

- ¿Cuáles son las últimas tendencias en el sector?

-Los agujeros en los vestidos, una moda que seguirá. Es el resultado de que la mujer empieza a amar su cuerpo y no le importa enseñar. Todos estamos apostando por ella. En cualquier caso, intentamos centrarnos en lo que nos gustaría ver en un vestido.

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