El arte de cuidar tus joyas: Trucos y recomendaciones

Las joyas forman parte de nuestra personalidad. Hay que saber llevarlas y sobre todo, cuidarlas para que luzcan limpias, brillantes y sin manchas. Primeramente, antes de nada, se debe identificar el material con el que se ha elaborado la pieza: Oro, plata de ley, latón o piedras preciosas, ya que cada uno de estos posee diferentes formas de cuidado.

Asimismo, conviene no olvidar que la forma en la que se guardan las joyas es clave para mantenerlas en buen estado. Se debe hacerlo por separado, alejadas de la luz solar directa, para evitar que se deterioren o pierdan el brillo que les caracteriza.

Por otro lado, una de las preguntas que nos puede surgir es la frecuencia de limpieza y es que, si se trata de joyas que se usen a diario se recomienda hacer una limpieza ligera un par de veces por semana y una vez al mes, una más profunda. A continuación te indicamos cómo limpiarlas según su material, ¡no te lo pierdas!

En esta clasificación es importante hacer dos distinciones. Por un lado, el oro macizo no pierde su brillo con el paso del tiempo, ya que es un material muy resistente. Por otro lado, las joyas chapadas en oro son más delicadas y tienden a desgastarse con el uso.

¿Qué debemos utilizar para ambos casos? Se debe hacer uso de agua tibia, jabón suave y un cepillo de dientes también suave, para limpiarlas suavemente. Cuando las joyas estén totalmente secas, haz que brillen frotándolas con un paño de microfibra.

Las joyas con este material tienden a perder brillo por lo que resulta imprescindible guardarlas en un sitio adecuado: lejos del aire, la humedad y la luz solar. Para limpiarlas, puedes utilizar toallitas, espumas específicas o métodos caseros como agua y bicarbonato de sodio o un poco de pasta de dientes.

La bisutería es delicada y poco resistente. Para minimizar su deterioro haz uso de agua tibia y jabón para platos. No sumerjas las piezas sino el propio paño. Ahora, con cuidado, pásalo por las joyas y finalmente, con otro paño limpio sécalas.

Para eliminar la suciedad que reside en este tipo de joyas se recomienda cepillarlas suavemente evitando productos agresivos. Previamente deben sumergirse en el agua para ablandar los restos y para que éstos sean más fáciles de eliminar.

Consejo de experta: no se debe hacer uso de alcohol, pues resulta dañino para las piedras preciosas y hace que éstas se vean agrietadas y dañadas. Asimismo, las perlas solo deben lavarse con agua tibia (el jabón podría dañarlas) y posteriormente, con un paño suave sácales brillo.