Un ertzaina fuera de servicio dio la voz de alarma después de que el sospechoso saliera del bar

«Sabíamos que estaba en contacto con una red de fuga que le permitiera esconderse y tratar de huir y por eso la rapidez era esencial», ha confesado Erkoreka, que en una entrevista en Radio Euskadi ha mostrado su agradecimiento a la labor policial y también a la colaboración ciudadana en la búsqueda del fugado. La clave en la detención del sospechoso fue la llamada de un ertzaina fuera de servicio que cazó a Pedro María en la calle tras abandonar un bar y dio la voz de alarma. «En cuanto vio a la persona en la calle transmitió ese dato a los compañeros», ha explicado Erkoreka.

Entonces se organizo el despliegue policial que acabó con el arresto del presunto asesino. «Sabíamos que era peligroso y que podía estar armado, por eso se actuó con prudencia durante las 35 horas intensas que ha durado el operativo», ha descrito el consejero de Seguridad.

Erkoreka ha valorado los mecanismos de coordinación y control desplegados por la Ertzaintza y la Policía Foral y ese trabajo conjunto que ha permitido que el sospechoso no lograra huir «ni realizar una transformación de imagen». «Una jornada de película», ha añadido el consejero de Seguridad.

El consejero de Seguridad ha confirmado que en la última etapa de su fuga el presunto asesino utilizó un coche perteneciente a la Ertzaintza y robado «en un taller mecánico» en Lugaritz. Pero antes de eso, ha aclarado que había robado «varios coches» en su fuga para librarse de las distintas policías. «Sabemos que fue a Murchante en un coche robado, después llegó a Legazpi en otro y en Donostialdea se movió con el que sustrajo en el taller que pertenece a la Ertzaintza», ha aclarado Erkoreka.