La casa y el coche absorben ya la mitad del gasto de los guipuzcoanos por la subida de la energía
Un hogar con dos vehículos destina en Gipuzkoa un récord de 17.000 euros al año a cargos domésticos y de movilidad
Una familia tipo guipuzcoana con dos vehículos se ve obligada a destinar ya más de la mitad de sus gastos mensuales a vivienda y transporte. La desorbitada subida de los precios de la energía desde el verano pasado, con el gas y la electricidad primero, a los que se han sumado desde marzo los combustibles a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha disparado el presupuesto dedicado a las facturas del hogar y la movilidad, que con las tarifas actuales alcanzan ya en conjunto un máximo histórico de 17.530 euros anuales de promedio para una familia con dos vehículos de gasolina y 17.194 si son diésel. Cantidades que representan, respectivamente, el 51,3% y el 50,3% del gasto familiar medio en Gipuzkoa, que el año pasado se situó en 34.176 euros por hogar. Si en la familia hay solo un vehículo, el porcentaje destinado a estos dos elementos básicos del día a día se reduce ligeramente, al 48% y 48,5%.
El implacable encarecimiento de los carburantes en los últimos cuatro meses ha sido la puntilla para que el importe absorbido por la suma de cargos vinculados a la casa y el coche supere por primera vez el umbral del 50% del presupuesto de los hogares.
Según los resultados de la Encuesta de Gasto Familiar en 2021 que este martes publicó el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), estas dos variables consumían el año pasado el 45,8% de los recursos que los hogares guipuzcoanos destinaron a la compra de bienes y servicios. Desglosado por epígrafes, Vivienda se comía el 35,8% de los recursos, en tanto que Transporte supuso el 10%. Pero el escenario ha cambiado sustancialmente en este 2022, sobre todo por el repunte de los combustibles.
Un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), publicado este mes de junio, calcula que el encarecimiento de las gasolinas supone, a los precios actuales y recorriendo 20.000 kilómetros al año, 77,2 euros más al mes para un coche diésel y 94 para uno de gasolina. Añadiendo este extra a los datos del Eustat, el resultado es que ya se ha superado la cota del 50%.
Ni siquiera en 2020, con buena parte del año sin poder ir a restaurantes, cines, teatros, ni viajar por los confinamientos y restricciones, el peso de estos gastos básicos fue tan relevante para las carteras de los ciudadanos. El año del confinamiento estricto por la pandemia se quedó en el 46%.
Un 12% más en seis meses
Obvia decir que los gastos de vivienda incluyen no solo las facturas energéticas, sino también las de agua, los alquileres, gastos de comunidad, etcétera. Lo mismo sucede en el epígrafe del transporte, que además del combustible valora también otros desembolsos, como reparación de vehículos, transporte público, adquisición de medios de locomoción...
En cualquier caso, la escalada de los precios energéticos ha reventado la estadística. Los más de 17.000 euros al año que ya se dedican en Gipuzkoa a vivir y desplazarse suponen un aumento del 12% respecto a finales del año pasado. Un repunte desconocido hasta la fecha. En 2021 la suma de ambos grupos de gasto se redujo un 2% respecto al año anterior; en 2020 se mantuvo estable, y en 2019, un año que vivió un alza excepcional, la subida fue del 6%, la mitad que ahora.
Si la realidad obliga a elevar los recursos dedicados a los bienes y servicios básicos, lo hace a costa de reducir el gasto en otras partidas que pueden ser prescindibles. Y los grandes perjudicados por las estrecheces a que obliga la crisis energética son, entre las otras grandes fuentes de consumo, Hoteles y Restaurantes, y Ocio y Cultura.
El esfuerzo necesario para pagar la energía ha reducido el gasto en bares, hoteles, ocio y cultura
El análisis del Eustat muestra para ambos casos un aumento de recursos destinados por las familias en 2021 respecto a 2020, y un ligero aumento de su peso en la cesta de gasto total. Lógico si se recuerda que 2020 fue el año con mayores confinamientos y limitaciones de todo tipo (desplazamiento, horarios...). La comparativa con 2019 y los ejercicios previos, más homologable, enseña que el porcentaje de gasto en hostelería y alojamiento vacacional pierde más de dos puntos respecto al año previo a la crisis sanitaria (8,6% desde 10,8%), y hasta 3,5 puntos respecto al 12,1% que representaba en 2017.
Alimentos más caros
El mismo declive vive Ocio y Cultura. El año pasado absorbió el 3,8% de los recursos de las familias guipuzcoanas, apenas una décima más que en el ejercicio anterior y lejos del 4,9% que representaba en 2019 y el más del 5% en los años anteriores.
Además de Vivienda y Transporte, también aumenta el esfuerzo que hay que hacer para consumir otros productos básicos como los alimentos y bebidas no alcohólicas, que también reflejan en sus precios de venta el encarecimiento general de la vida. Este apartado se llevaba el año pasado el 16,6% de los recursos de los guipuzcoanos, por encima del 16,5% del año anterior y de los años prepandemia, cuando suponía el 14%.
Los hogares guipuzcoanos gastaron el año pasado de media 34.176 euros, aún un 4% menos que en 2019
Otra fuente de incremento de gasto es la Sanidad, sin duda como consecuencia de los recursos destinados a nuevos productos de gran consumo, como mascarillas o geles hidroalcohólicos, o al aumento en la contratación de seguros privados de salud que ha traído la pandemia de Covid.
Gipuzkoa lidera el consumo
Gipuzkoa es el territorio vasco en el que las familias gastan más. Sus 34.176 euros anuales de media el año pasado se comparan con los 32.696 de los hogares de Bizkaia y los 31.924 de los alaveses. Estos datos dan una media para el conjunto de Euskadi de 33.045 euros por familia y año. Respecto al año anterior, en Gipuzkoa el gasto familiar total fue un 2% superior, en Bizkaia un 5,1%, y en Álava, un 11,7%. En promedio, en Euskadi el incremento de consumo fue del 4,9%.