Veinte años pendientes de una conexión clave con el Mediterráneo

La cronología de este caso retrata gráficamente los vaivenes del proyecto. En 2007, con la consejera Nuria López de Guereño al frente, los gobiernos vasco y navarro trasladaban a Fomento la urgencia de presentar los informes sobre el corredor vasco-navarro, con la propuesta ya sobre la mesa de que se hiciera por Ezkio-Itsaso. A partir de ahí hasta 2018, la propuesta del corredor queda un segundo plano, con las prioridades de Fomento puestas por avanzar en las grandes obras ferroviarias que ya estaban en marcha, incluida la propia 'Y' vasca.

En 2018 se deshoja la margarita y el Ministerio elige la opción de Vitoria frente a Ezkio-Itsaso, aunque sin ser descartada de manera oficial. Pese a que el trayecto es más largo por Vitoria –63 minutos frente a los 44 por Ezkio–, los argumentos esgrimidos apuntaban al menor coste inicial de la obra (entonces cifrado en 580 millones, frente a los 1.705 millones por Ezkio en 2018) y a la menor complejidad técnica para construir túneles en plena sierra de Aralar, ambos aspectos cuestionados por el informe que el Gobierno Vasco presentó poco después en el periodo de alegaciones.

No se supo mucho más. En abril de 2023, tras cinco años sin que Fomento retomara el proyecto de la conexión con Navarra, en Europa volvió a reavivarse el debate sobre cuál de las dos alternativas era más apropiada. En concreto, la espita fue la aprobación por parte de la Eurocámara de una enmienda del PNV, impulsada por la europarlementaria Izaskun Bilbao, para conectar la 'Y vasca' con Navarra por Gipuzkoa y no por Vitoria, un documento oficial de peso.

Sin un plan concreto todavía sobre la mesa, a finales de 2023 Adif volvía a incluinarse por Vitoria, tal y como publicó este periódico. En junio, otra información volvía a poner sobre la mesa que la vía Ezkio perdía peso entre las preferencias del Ministerio, aunque no será hasta finales de año cuando se presente el estudio definitivo, una vez estén hechas también las prospecciones sobre el terreno. Los sondeos ni se han iniciado ante la «oposición» de los ayuntamientos y dueños de los terrenos para poder llevarlos a cabo.

La opción de que la conexión del TAV se realizara por Gipuzkoa, vía Ezkio-Itsaso, estaba sobre la mesa desde el principio del proyecto. Los gobiernos vasco y navarro urgían en 2007 a Fomento a que definiera la conexión y que se hiciera por suelo guipuzcoano, por la cercanía del territorio y las ventajas de unir Pamplona y Donostia en alta velocidad.

En 2018, tras varios años sin ningún movimiento, el Ministerio presentó las conclusiones del estudio sobre la viabilidad de las dos alternativas: Vitoria o Ezkio-Itsaso. El trazado a través de la capital alavesa obtiene mejor puntuación en siete de los diez puntos analizados. El tiempo de viaje, en cambio, es más largo (63 minutos frente a los 44 vía Gipuzkoa).

Tras varios años en el cajón, en 2022 Fomento se compromete a reactivar el enlace y a presentar un nuevo proyecto en el que se actualice el informe de 2018. En 2023, este periódico informa de que Adif vuelve a decantarse por Vitoria. En 2024, una nueva información revela que cobra fuerza el enlace alavés, pese al rechazo de la Diputación de Gipuzkoa que defiende Ezkio.

Es la alternativa «más plausible». Con esta frase, el ministro de Transportes, Óscar Puente, volvía a dejar clara que, a la espera del informe definitivo, la opción de conectar el TAV con Navarra por Vitoria gana enteros. La Diputación sigue defendiendo el ramal por Ezkio. También la Cámara de Gipuzkoa. En Álava, en cambio, las instituciones reclaman el ramal por Vitoria.