Un varón se enfrenta en Donostia a 10 años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales a su hija de 5 años

La Fiscalía de Gipuzkoa reclama para un hombre una condena de 10 años de cárcel por dos delitos de abusos sexuales que presuntamente cometió sobre su hija, cuando esta tenía 5 años de edad. El caso, que habría sucedido durante las semanas en las que la niña estaba con su padre biológico en un régimen de custodia compartida, será juzgado la próxima semana en una vista señalada entre el lunes y el miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial en Donostia.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso este periódico, los hechos tuvieron lugar en dos semanas diferentes en las que la menor se encontraba conviviendo con su padre, de conformidad con la custodia compartida en semanas alternas establecido con la madre a primeros de 2021.

De acuerdo a las conclusiones provisionales, en al menos dos días de aquel año, el varón habría llegado a poner «el pitilin» –según el testimonio de la niña– en su vagina, cuando ambos se duchaban juntos. En ambas ocasiones, la pequeña fue trasladada la semana siguiente a un centro hospitalario del territorio para someterla a una exploración.

Los médicos que la asistieron no encontraron «lesiones aparentes», ni «hematomas ni heridas». Sin embargo, el escrito de Fiscalía recoge que la impresión diagnóstica de los galenos fue «sospecha de abusos sexuales».

Por su parte, una psicóloga forense del equipo psicosocial judicial determinó que no le era posible «emitir un pronunciamiento» sobre la credibilidad del testimonio de la menor, pero sí observó «criterios compatibles con que los hechos relatados sean creíbles». Por su parte, una médico forense concluyó que no se podía establecer un «nexo de causalidad» entre los partes médicos y los hechos denunciados.

A raíz de la denuncia, al hombre se le impuso una orden de alejamiento con respecto a la menor, salvo en unos horarios supervisados y restringidos pero nunca en el domicilio paterno. Por cada uno de los dos episodios denunciados, el varón se expone a una pena de 5 años de prisión.