Los hoteles de Gipuzkoa disparan sus ingresos en un verano récord por el turismo extranjero
El territorio recibe en julio la cifra más alta de visitantes de la historia y de pernoctaciones.
El verano turístico está batiendo récords en Gipuzkoa. No solo en afluencia de visitantes. También en los ingresos que estos están dejando en el ... territorio. Al menos en el caso de los hoteles y pensiones, cuyas tarifas están igualmente en máximos históricos, lo que se traduce en rentabilidades por plaza desconocidas hasta la fecha. Y analizado en conjunto, hay más camas disponibles que nunca, lo que está permitiendo generar una caja global sin precedentes.
Un 'boom' que es recibido por el sector como maná salvador tras dos años de pandemia en los que las restricciones de movilidad y de hábitos sociales habían hecho languidecer a estos establecimientos, muchos de los cuales a duras penas han podido sostenerse durante la fase más aguda de la pandemia gracias al repunte del turismo local y estatal que se produjo el año pasado tras el fatídico 2020.
El escenario ahora es bien distinto. Hablar de recuperación tras la pandemia es quedarse corto. Las estadísticas muestran récord tras récord. Si hace unos días este periódico ya anunciaba que Euskadi había logrado durante el primer semestre del año batir su récord de visitantes gracias al empuje registrado a partir de Semana Santa, los datos de julio dados a conocer ayer por el Instituto vasco de Estadística (Eustat) no solo ratifican que la tendencia al alza se mantuvo con la llegada de la temporada alta. Es que las cifras superan las previsiones más optimistas.
EE UU por encima del resto
La punta de lanza del tirón turístico están siendo los viajeros procedentes del extranjero. Las pernoctaciones de visitantes internacionales (194.256) se han recuperado antes de lo previsto y en julio más que se duplicaron respecto al mismo mes del año pasado (87.369). Cierto que entonces todavía había restricciones para desplazarse entre países, por lo que no son cifras comparables. La que sí es comparable es la de julio de 2019. Y el mes pasado se contabilizaron hasta un 16% más de noches abonadas por foráneos que las 167.337 de julio de 2019, anterior máximo para ese mes.
Esta recuperación tiene un claro protagonista: EE UU. Casi uno de cada cinco extranjeros que se alojó en Gipuzkoa el mes pasado (36.661) procedía de la primera potencia económica mundial. La debilidad del euro frente al dólar, hasta el punto de que ambas monedas valen ahora prácticamente lo mismo, juega a favor de que los americanos se animen a viajar a Europa aprovechando, además del fin de las restricciones, que en estos momentos les sale más barato que en los últimos veinte años.
Este tirón hizo que la presencia de estadounidenses superase incluso a la de franceses (29.251) y otros países europeos cercanos como Reino Unido (18.981), Países Bajos (12.453); Alemania (11.495); y Bélgica (8.697).
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Este repunte contrasta con el descenso de visitantes nacionales. Las 142.883 pernoctaciones contabilizadas son un 14,8% menos que las 167.638 registradas doce meses antes. Es, no obstante, el segundo mejor julio de la historia en este epígrafe. Como es sabido, las restricciones para viajar entre países por el Covid provocaron el verano pasado una caída de visitantes extranjeros pero una altísima movilidad interna en el Estado en busca de destinos verdes y no masificados de la que las provincias del norte, como Gipuzkoa, se vieron muy beneficiadas. Así las cosas, los registros de este año, al menos en julio, no llegan a los de un 2021 anómalo pero superan en un 9% los 130.710 de 2019.
Por comunidades, los que más se dejaron ver fueron madrileños (38.372); catalanes (25.783); vascos (14.688); andaluces (12.766); castellanoleoneses (7.463) y navarros (7.001).
Más camas y más rentabilidad
Una de las razones que explican la mayor afluencia de visitantes es que existen más plazas hoteleras que nunca. En julio el Eustat contabilizó en Gipuzkoa 300 establecimientos que ofertaban 13.665 camas, también máximo histórico. No en el caso del número de alojamientos. En 2019 había registrados 302 con 11.530 plazas. Esto es, hay menos negocios pero el número de camas ha aumentado un 18% en dos años. Síntoma de que la crisis del Covid ha dejado por el camino algunos hoteles y pensiones y de que los que se han abierto en este tiemp son más grandes.
Hay más camas y son más caras. La tarifa media por habitación se situó el mes pasado en 150,22 euros, un 28% más que en julio de 2021 y un 5% más que en 2019. Los hoteles de tres o más estrellas facturaron como media 185,91 euros por noche, mientras los de una y dos estrellas y pensiones, 102,59. Respecto al último julio prepandemia son precios un 2,2% y 6,6% superiores, respectivamente.
La única variable que no mejora respecto a 2019 es la estancia media, que hace tres años fue de 2,28 noches por cliente y este julio ha sido de 2,14. Pero como al haber más turistas la ocupación ha aumentado (del 85% al 87%) y las tarifas son más elevadas, también ha mejorado la rentabilidad por estancia. Los ingresos medios por habitación disponible (computa las que no se alquilan) fueron de 130,60 euros diarios, un 7,6% más que los 121,38 de julio de 2019.
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