Tres de cada cuatro mayores dependientes ha mejorado su autonomía con el programa de cuidados Zaintza HerriLab

Ambas representantes institucionales han reflexionado sobre la evolución del modelo de cuidados hacia un sistema «que no condicione la vida de las personas con estructuras rígidas, sino que se moldee a sus necesidades, a sus circunstancias y también a sus aspiraciones». Asimismo han puesto en valor a quienes cuidan, ya que «no basta con ofrecer cuidados en la comunidad. Es necesario también cuidar a la comunidad, reconociendo su papel esencial en la construcción de un sistema más humano, solidario y sostenible. Este es el horizonte hacia el que estamos caminando», ha destacado Peña. Un claro ejemplo de cómo va a ser el sistema de cuidados del futuro es el programa Zaintza HerriLab, que cuenta ya con más de 7.900 usuarios, 166 familias y 267 agentes territoriales. En las primeras encuestas realizadas, «el 75% de los participantes han mejorado su autonomía, el 88% valoraron la atención recibida como buena o muy buena y el 77% de los profesionales consideró que el ecosistema les motiva en su labor profesional», según ha indicado.

Entre los desafíos para afrontar el futuro del cuidado centrado en la persona, se han mencionado el promover la cultura de la prevención o asegurar una coordinación eficaz entre los distintos recursos de atención, desde el domicilio hasta los centros especializados. Asimismo, la consejera Melgosa ha destacado la «cantidad de iniciativas basadas en la idea de comunidad» en Euskadi, como las viviendas cooperativas autogestionadas o los proyectos forales y municipales que combaten la soledad no deseada, así como proyectos innovadores ( Etxetic, Etxean Bai...). En este sentido ha defendido «un modelo de liderazgo público, de cooperación entre sectores, activando las redes familiares y comunitarias de ayuda mutua».