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Decenas de pasajeros que viajaban desde Brinkola se suben en el exterior de la estación de Hernani a los buses habilitados por Renfe. REPORTAJE GRÁFICO: IÑIGO ROYO

Corte del servicio de Cercanías San Sebastián - Irun

«Sin tren, ¿dónde hay que coger el bus?»

Muchas dudas, y resignación, en el primer día del servicio de buses por carretera en sustitución del Cercanías entre Hernani e Irun

Nidia González

Hernani.

Sábado, 3 de agosto 2024, 19:11

Con muchas dudas y decenas de viajeros despistados comenzaron este sábado a funcionar los autobuses que, durante casi todo el mes de agosto, sustituirá ... al servicio de trenes de Renfe que ha dejado de operar por completo entre Irun y San Sebastián para permitir que se aceleren las obras de la línea de alta velocidad. «¿Que ahora tenemos que subirnos a un bus?», «¿Y dónde se coge?» «¿Y cómo se paga?» fueron las preguntas más repetidas por los ciudadanos que acudían a las paradas de tren, donde empleados de Renfe trataron de informar sobre el funcionamiento de las 232 servicios de bus previstos este fin de semana y los 2.204 que funcionarán hasta el 25 de agosto.

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Son las 9.22 horas de la mañana y en la estación de Hernani dos personas esperan la llegada del convoy que viene de Brinkola, quinto servicio de tren de la jornada. Uno de ellos saca varias fotografías a los carteles colocados por la estación y que informan de los cambios. El tren llega con cuatro minutos de retraso, «una hazaña comparado con los quince o veinte minutos con los que suele viajar últimamente», cuenta una viajera resignada. El argentino Nicolás Ortiz, que llegó a Hernani hace tres años, acude a una entrevista de trabajo en Herrera, «por lo que llegar puntual es un paso importante. Yo no tenía ni idea, pero la persona que me va a hacer la entrevista ya me advirtió de que habría estos cortes».

Llega el Cercanías y aquí, en Hernani, acaba su servicio. Todos los pasajeros bajan al andén. «Yo me quiero bajar en Donosti, ¿y ahora qué hago?», pregunta un viajero a un empleado de Renfe, que le indica con la mano la ubicación de los dos autobuses que aguardan a las puertas de la estación. Uno de los autocares se llena. Y al segundo casi también: solo hay cuatro asientos vacíos. A las 9.30 el chófer arranca y comienza el periplo hasta Irun, con paradas en todas las estaciones excepto en Martutene y Loiola, donde se han habilitado buses lanzadera que conectan con el tren en Hernani y el autobús en Donostia.

«Los domingos por las tardes suele viajar mucha gente, a ver qué pasa a partir de ahora con los autobuses»

Sonia Pérez

Hace el trayecto Ordizia-Pasaia

Sonia Pérez se dirige desde Ordizia, donde trabaja como empleada interna en una casa de lunes a sábado, a Pasaia, donde vive. «Los sábados suelo coger el tren y no suele haber retrasos. Los domingos vuelvo a Ordizia y por las tardes suele viajar mucha más gente, a ver qué pasa a partir de ahora con los buses», se pregunta, como la mayoría de los usuarios del servicio de Cercanías, la pasaitarra.

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Pocos vagones

En una de las 60 plazas del bus viaja un vecino de Beasain. «Viajo siempre en tren, y hace varios años que los retrasos son constantes en el Cercanías», se queja. Habitualmente hace el trayecto Beasain-Donostia, pero esta vez se bajará en Herrera. Para el beasaindarra la mayor preocupación es la capacidad de los convoyes. «En los trenes de Cercanías viajamos muchos pasajeros y hay muy pocos vagones. No sé qué pasará con los buses», comenta.

El bus llega a la estación de Donostia con ocho minutos de retraso sobre la hora prevista. En esta parada baja gran parte de los pasajeros. No se sube nadie. De los 56 viajeros que había en Hernani, continúan el trayecto hacia la ciudad fronteriza dieciséis.

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En Herrera bajan Modu y Babacar. «Sabíamos que hoy empezaban los cortes porque viajamos siempre en tren, ahora tenemos que coger otro bus hacia Bera», dice el vendedor, que está acostumbrado a los transbordos y «hacer vida en el autobús». Quedan cuatro paradas y en el bus viajan ya solo seis pasajeros.

«He decidido que voy a empezar a usar el coche para ir a trabajar porque estoy harta de los retrasos»

Aracelis Mateo

Legazpi-Irun

Aracelis Mateo se dirige a Irun. Esta peluquera ha realizado el trayecto para comprobar si sus temores son ciertos. «Estoy harta, tendría que estar a las 10.30 horas, pero creo que llegará tarde, como siempre», comenta la legazpiarra, muy crítica con el servicio que ofrece Renfe.

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Al igual que Aracelis, Isaías y su hijo Jareth también van a Irun. «Hoy no parece que vayamos con retraso. Habitualmente, desde Tolosa tardo una hora y diez minutos si no hay ningún retraso. Cuando va con demora, suelo llegar diez o quince minutos tarde», comentan Isaías, más positivo que Aracelis. Los dos viajeros suelen coincidir porque regentan sus negocios en la misma calle de la ciudad fronteriza

«Hoy con el transbordo en bus no he llegado tarde y seguiré viajando en Renfe todo el mes de agosto»

Isaias y su hijo Jareth

Tolosa-Irun

Isaías viaja todos los días desde Tolosa y parece que lo seguirá haciendo. El autobús llega a la última parada la hora prevista para sorpresa de Aracelis, aunque este hecho no parece haberla convencido porque apenas había tráfico y poco trasiego en las paradas. Así que tiene previsto empezar a usar el coche al menos durante las próximas semanas de transbordos. «Creo que ha faltado información previa», concluye.

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Junto a la estación de Irun una trabajadora de Renfe informa a los usuarios y les dirige hacia el autobús hacia Hernandi para allí coger el tren a Brinkola. Al autocar se suben una decena de viajeros. A las 11.06 emprende la ruta. Roberto y su mujer suben un tanto enfadados. «Siempre en obras. Hoy vamos a Donostia a hacer unos recados pero para trabajar voy en Topo, porque lo de Renfe es un descontrol», se queja el pasajero. «Aunque tenga que andar un poco más lo prefiero. No sé cuanto tiempo más van a seguir en obras, pero que paren ya».

El trayecto hacia Hernani es tranquilo y también se realiza en hora. Cierto es que el bus solo para una vez, en el barrio donostiarra de Gros, ya que el chófer pregunta a los viajeros cuál es su destino. En las paradas no hay nadie esperando. En 42 minutos estamos en la estación de bus de Donostia.

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En San Sebastián sí hay personas esperando. De hecho, el autobús se llena. Las tarjertas Mugi y los abonos gratuitos permiten a los viajeros subirse al autobús sin necesidad de validarlos en las máquinas de las estaciones. «Es el primer día y está siendo un poco complicado, pero estamos haciendo bien las cosas e informando a la gente», sostiene una trabajadora de Renfe.

Además del transporte por carretera dispuesto por Renfe, otra alternativa para los viajeros es Euskotren, que debido a la excepcionalidad de la situación acepta los bonos gratuitos de Renfe para los trayectos en Topo entre Irun y Donostia.

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