Tradición y devoción en la festividad de Arantzazu
Representantes institucionales y fieles celebraron el día de la patrona de Gipuzkoa
marian gonzález
Oñati
Lunes, 9 de septiembre 2019, 19:56
Peregrinos, fieles, autoridades, montañeros y turistas compartieron este lunes gastronomía, tradición y devoción en Arantzazu, en la festividad de la patrona de Gipuzkoa. Los ... alrededores de la Basílica acogieron sin aglomeraciones, pero con buen ambiente, su día grande, una fecha que ya no se vive con el fervor de antaño, pero que pese a ser laborable muchos no perdonan.
Como los azkoitiarras María Ángeles y Valentín que solían acompañar a su amatxo, y luego han preservado la tradición de misa y comida. «Llevamos más de 50 años viniendo, y seguiremos cumpliendo hasta que el cuerpo aguante», señalaban. Las donostiarras Mila y Karmen también cumplen con la festividad siempre que pueden. «Viene malísimo toda la semana, pero hoy la climatología nos ha respetado, la virgen nos ha echado un capote» comentaban contentas. Desde Añorga, Zeanuri, Bilbao, Legazpi, Azpeitia, Andoain, Azkoitia ... fieles venidos desde distintos puntos de la geografía vasca no faltaron a su cita con la virgen del espino.
Con 94 años, la legazpiarra Rosarito confesaba que acude todos los años a la novena y sus compañeras de estancia estos días en Arantzazu destacaban su fortaleza y fe. «Es un ejemplo para todas». Un bonito grupo de andoaindarras se definía también como incondicional a la cita y a la anual comida en Arantzazu. Como muchos oñatiarras. Y es que pese a que en la mayoría de las empresas locales no era rojo en el calendario, no faltaron peregrinos. Los más madrugadores revivieron al amanecer la tradición de los romeros y realizaron los 9 kilómetros de recorrido hasta la Basílica andando entre cánticos, silencios y oraciones. Otros muchos subieron a lo largo de la mañana, a su ritmo o en familia, pero la mayoría lo hizo e n los autobuses especiales y en coches particulares.
Presencia institucional
Al filo del mediodía arrancaban los actos protocolarios propiamente dichos. El diputado general Markel Olano, la presidenta del Parlamento Vasco Bakartxo Tejeria, la consejeras Arantza Tapia y al alcaldesa Izaro Elorza, presidían una nutrida representación institucional, que compartió el protocolo del aurresku de honor antes de la misa mayor y se separó antes del inicio de la misma.
Mientras los representantes forales y del Gobierno Vasco acudían al templo junto a los concejales del PNV, los ediles de EH Bildu disfrutaron de la oferta gastronómico-cultural, personalizando dos formas de vivir una fiesta en la que un año más no faltó la reivindicación de Etxerat.
Tras la misa, la banda de música hizo las delicias de los melómanos, mientras el txikiteo alcanzaba su hora punta en los bares. Otros aprovechaban para comprar algún queso, caramelos, panes de caserío o rosquillas, perderse por los parajes verdes y rocosos, o disfrutar entre amigos o en familia de la rica oferta gastronómica.
Pese a ser día laborable, la impresión general fue que había más gente que los últimos años, algo de lo que se congratulaba la oñatiarra Izaskun, que acompañó a su madre a la Basílica. «Yo no soy muy religiosa, pero creo que hay que preservar la tradición, por lo que significa el entorno de Arantzazu para Oñati».
Fe, espiritualidad, compromiso. justicia, amor volvieron a tener significado propio en el santuario de las faldas de Aloña. El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, habló precisamente de ello en su homilía. Invitó a «poner a las misiones en el centro del corazón de la Iglesia» haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco en su reciente viaje a Mozambique y Madagascar. Y también pidió «compromiso y hospitalidad con la inmigración que llega a nuestras fronteras» recordando el deber moral de Occidente de afrontar, en su origen, la escandalosa diferencia del desarrollo económico de los pueblos». Hizo hincapié en el compromiso alcanzado en las Naciones Unidad en 1970 de que «los países desarrollado aportasen el 0.7% de su Renta Nacional Bruta a los países en vías de desarrollo» y criticó que « tan solo son seis los países que han alcanzado el objetivo pactado, y por desgracia nosotros estamos lejos de ello».
El obispo Munilla alerta del riesgo de las «falsas espiritualidades»
Durante la homilía en Arantzazu, el obispo de San Sebastián, Jose Ignacio Munilla, se refirió al documento aprobado por la Conferencia Episcopal, en el que se dan orientaciones doctrinales sobre la oración cristiana. «Existe en nuestra sociedad un deseo cada vez mayor de paz interior, como consecuencia del ambiente materialista asfixiante que respiramos en Occidente», señaló Munilla, que recordó que, ante está situación «el documento episcopal señala el riesgo de que el vacío interior existente en el corazón del hombre, se pretenda llenar mediante falsas espiritualidades». Por ello, invitó a los fieles a «discernir qué elementos de las tradiciones orientales, hoy en día muy difundidas, pueden ser integrados en la praxis cristiana de la oración y cuáles no».
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