Las trabajadoras de residencias continúan la protesta con una acampada en Donostia

Durante seis días han recorrido Donostia, Getaria, Zumaia, Villabona, Tolosa, Eibar, Elgoibar, Beasain y Ordizia, para acabar de nuevo en la capital guipuzcoana. La marcha forma parte de la iniciativa 'Zain-tza martxan', convocada por ELA, el sindicato con mayoría en el sector, dentro de las otras 26 jornadas de huelga que las trabajadoras de las residencias de Gipuzkoa iniciaron el lunes 17 de junio.

A lo largo de las seis etapas de recorrido, que comenzaron el lunes, han reclamado una «lucha por la igualdad, en contra de la brecha salarial y por unas condiciones dignas para las personas que cuidan y acompañan a nuestros mayores todos los días de su vida», indicó ayer Txomin Lasa, portavoz de ELA. «Seis días en los que nos hemos enfrentado a temperaturas altas y a otros inconvenientes que tiene la calle», manifestó ante la Diputación. Esfuerzos, añadió, que han valido la pena porque «cuando se tienen fuerzas, no hay quien nos pueda parar».

«Hasta el 12 de julio seguiremos con los 26 días de huelga», recordó el representante sindical, que también invitó a los ciudadanos a que les acompañen, y apoyen la acampada que las trabajadoras van a realizar esta semana, de martes a jueves, en el Boulevard. «Vamos a estar allí día y noche, para que se nos vea bien claro y la ciudad conozca nuestras reivindicaciones. Invitamos a todo el mundo que pueda a acompañarnos, como lo han hecho todos los familiares y amigos de las residencias, jóvenes y pensionistas, que nos han apoyado».

Entre ellos está Andrea Olaizola que trabaja desde hace 13 años en la residencia Mizpirualde de Bergara y lleva 14 días en huelga. «He participado cuatro días en la marcha, los otros no he podido porque tenía que cuidar de mis hijas pequeñas», explica. «Esta semana vendré a pasar el día y a seguir con la causa. Tenemos que conseguirlo sí o sí. Por nosotros, por los abuelos y por todos».

Txomin Lasa también se dirigió al reelegido diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, a quien pidió que las 500 plazas que ha prometido «no conviertan a las residencias en CIE (Centro de Internamiento para Extranjeros)». «Primero que solucionen este conflicto. Antes de pensar en las nuevas plazas, queremos que el acompañamiento de nuestros días hasta el final de nuestras vidas sea digno», reivindicó el portavoz sindical.