Toti Martínez de Lezea: «Los euskaldun zahar tienen ahora más paciencia con nosotros, los euskaldun berri»
Toti Martínez de Lezea, escritora ·
La escritora lleva estos días la chapa de belarriprest para animar a que la gente le hable en euskera, lengua en la que se defiende aunque «tengo un problema con los verbos»SAN SEBASTIÁN.
Martes, 27 de noviembre 2018, 06:50
Toti Martínez de Lezea se encuentra en plena promoción de su último 'Llanto de la tierra baldía' o 'Malkoak lur antzuan' en su versión traducida al euskera como recuerda. La vitoriana toma parte en la iniciativa Euskaraldia y lo hace como belarriprest para animar a la gente a que le hable en una lengua «que ha sobrevivido siglos y siglos».
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- ¿Por qué belarriprest?
- Soy belarriprest y me moriré belarriprest. Aunque si te digo la verdad no he entendido muy bien el concepto de quién es belarriprest y quién ahobizi. Yo estoy dispuesta a ser las dos cosas. Oigo y hablo. La chapa que tengo es de belarriprest, pero también estoy por hablar en euskera.
- ¿Al ser una escritora conocida siente una responsabilidad especial en esta campaña en pro del uso del euskera?
- Más que responsabilidad es cariño y aprecio por una lengua que ha resistido a lo largo de los siglos a pesar de ser minoritaria, de no tener durante mucho tiempo literatura porque antes el euskera no se escribía, solo se hablaba. A pesar de ello, ha resistido a diferencia de otras lenguas milenarias que han terminado desapareciendo. Es afecto por una joya lingüística que tenemos, que ha sobrevivido y no se entiende muy bien cómo porque el número de vascoparlantes es pequeño si lo comparamos con el castellano, el inglés o el francés. Es amor y cariño. Me gusta la idea de hablar una lengua que se hablaba aquí en tiempo de los romanos. Me encanta.
- ¿Qué presencia tiene el euskera en su vida cotidiana?
- Pues bastante. Mis hijos son euskaldunes y en donde vivo, Larrabetzu, se habla euskera en la calle, en las tiendas sin complejos, se pasa con mucha facilidad del euskera al castellano y al revés.
- ¿Cómo aprendió euskera?
- Sola. Leyendo. Cuando tenía 17 años me fui a un caserío en Alkiza donde estuve nueve meses con una pareja de señores mayores. No hablaban castellano y yo no hablaba euskera, así que me aburrí como una ostra. Fíjate lo que me aburrí que no sé cuántas veces subí al Hernio y eso que no soy montañera. Con el cura de ese pueblo aprendí algo de gramática. Luego lo dejé un poco de lado durante muchos años porque cuando me casé me fui a vivir a Francia. Lo recuperé cuando vinimos a vivir a Larrabetzu. Lo he aprendido leyendo, escuchando la radio y viendo la tele. Por eso soy belarriprest, porque pongo la oreja. Entiendo todo, leo todo, pero hablo mal porque me falta la mintzapraktika, tengo un problema con los verbos. Me admira la gente que siendo euskaldun berri habla de maravilla. Creo que es por la edad. Cuando yo era joven no había euskaltegis, no había ikastolas, no había nada, solo un par de libros escritos por algún cura.
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«La tendencia de hablar en castellano porque uno de los dos habla mal euskera está desapareciendo»
- Pero usted tiene facilidad con los idiomas. Es traductora de inglés, francés y alemán.
- Sí mucha y además no tengo complejos a la hora de lanzarme a hablar. Que lo hago mal, pues no pasa nada...
- ¿Por qué decidió aprender euskera?
- Era una época que en Vitoria no se oía hablar euskera e incluso estaba mal visto en algunos ámbitos. Mi padre era un amante de todo lo vasco, él me enseñó las leyendas y la cultura... Solo sabía cuatro palabras en euskera, pero las decía y consideré que tenía que aprender esa lengua tan bella.
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- ¿En sus novelas qué presencia tiene el euskera?
- He tenido la suerte de que mi editorial, Erain, publica todos mis libros en castellano y euskera. Traducirlos al euskera supone un desembolso económico importante y saben que la venta va a ser menor que en castellano, pero creo que hay que estar ahí. Me suelo leer mis propios libros en euskera... como ya sé de que van...
- ¿Introduce el euskera en sus historias?
- No. Sería un poco absurdo. Si escribo que dos caseros están hablando ya se presupone que lo hacen en euskera, como si aparece que dos rusos están charlando, la gente ya se imagina que lo hacen en ruso. Escribir una frase en euskera y a continuación poner la traducción para que el que lee en castellano se entere me parece un poco repetitivo y se corta la lectura. Una vez un gran lector me comentó que estaba leyendo un libro mío, 'La herbolera', en euskera. Yo le dije que era imposible porque todavía no había salido la traducción. Me contestó que con los giros, los personajes, cómo decían las cosas... era como si estuviera escrito en euskera. Me encanta que me digan esas cosas. Conozco a los traductores de mis libros desde hace muchos años y lo hacen muy bien.
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- ¿Cree que con un poco de esfuerzo puede llegar a ser ahobizi en próximas campañas?
- Últimamente estoy mejorando muchísimo. La conversación que puedes tener en la calle sobre la familia o el tiempo es muy fácil, pero dar una charla donde te tiras una hora hablando sola con los adverbios, artículos, formas verbales, ¡uf! Pero pasa que la gente que organiza cosas se va enterando de que hablo euskera y me piden que dé la conferencia en esa lengua y también me hacen entrevistas. Además estoy comprobando que la tendencia a conversar en castellano porque uno de los dos habla mal el euskera está desapareciendo. El euskaldun zahar tienen ahora más paciencia con nosotros, los euskaldun berri, y aguanta la conversación, de forma que tienes que aplicarte en utilizar más palabras y si contestas mal te siguen hablando en euskera. Hasta ahora el esfuerzo lo hacía el euskaldun berri, pero ahora el euskaldun zahar se implica más y por lo tanto te obliga a implicarte a ti también. Hablo mejor cuando no pienso, cuando me esfuerzo e intento seguir la gramática correcta me confundo.
Agenda
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Donostia
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Murala Ahobizi eta Belarriprest murala eraikiko da 18.00etan Amara Berriko gaztelekuan eta 17.30tan Egiako haurtxokoan.
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Literatura Literatura lantegia burutuko da Martuteneko Etxarrienen Juan Luis Zabala idazlearekin.
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'Happy end' filma Filmzazpi antolatuta, Victoria Eugeniako Sala Cluban, 18.30etan.
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Irun
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Dokumentala 'Jainkoak ez dit barkatzen' dokumentala. Amaia KZko areto nagusian, 19.00etan. Proiekzioaren ondoren, solasaldia Josu Martimenz zuzendariarekin.
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Jarduera fisikoa Jarduera fisikoari buruzko saioa Mikel Zubiak eskainita Aste Osasuntsuaren barruan.
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Lazkao
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Mintzodromo Plazako frontoian, 19.00etan.
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Aretxabaleta
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Hitzaldia 'Euskaltzaindiaren hiztegian denontzat lekua dago' (19.00)
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Zumaia
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Musika emanaldia Eusebio Gurrutxaga plazan, 19.00etan.
- ¿Qué le parece la iniciativa del Euskaraldia?
- Debería ser al revés. Once días en castellano y el resto del año en euskera. Ahora en serio, sirve para recordar que la lengua está para utilizarla y disfrutar del placer de entenderse entre la gente, no solamente para conseguir un puesto de trabajo. En mi casa se hablan ocho idiomas y pasamos de uno a otro con mucha tranquilidad. Yo no, pero mis hijos y mi nieta hablan chino y árabe porque mi yerno es árabe. ¡Sabes la gozada que supone oírles hablar entre ellos primero en euskera, después en castellano y luego en árabe sin ningún problema! Me gustaría que esta campaña cada vez tenga más días hasta que ya no haga falta. Hay gente que se queja de que ahora se habla menos euskera, pero yo no lo creo. No sé en qué mundo vivirán pero en el mío hemos pasado de no hablarlo, mi padre, a que mis hijos sean euskaldunes. Vas a las escuelas y ves a niños de todos los colorines hablando en euskera y te quedas con la boca abierta y encima me corrigen, me dicen: «Hori ez da esaten». ¡Me encanta!
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«Me gustaría que esta campaña cada vez tenga más días hasta que ya no haga falta»
- ¿Como embajadora de Euskaraldia cómo animaría a la gente a que tome parte en la campaña?
- Yo les diría que hablen y hablen, pero siempre sonriendo, que sea algo positivo, que nadie se tome el euskera como una obligación porque entonces es cuando se produce rechazo. Debemos darnos cuenta de que somos muy afortunados por tener otra lengua tan antigua. Cuando un emigrante me dice agur o kaixo me da subidón.
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