«Podría haberme hecho la prueba en casa»
Los ciudadanos acuden resignados a los locales habilitados por Osakidetza para practicarse ellos mismos la prueba de antígenos
«Esto me lo podía haber hecho en casa en lugar de venir aquí». Esta era la frase más repetida ayer en el 'testódromo' de ... la calle Andia de Donostia donde los ciudadanos citados acuden para realizarse a sí mismos la prueba de antígenos. No obstante, esta crítica venía atenuada por una cierta dosis de resignación ante una pandemia que sigue en plena expansión.
Publicidad
Osakidetza decidió poner en marcha los autotest ante el crecimiento exponencial de los contagios provocados por ómicron y que ha saturado la red sanitaria. De esta manera se pretende agilizar el proceso de detección y notificación sin necesidad de acudir a los ambulatorios.
El ritmo ayer en Andia era veloz. «¡Siguiente!», gritaba cada tres minutos una enfermera, y la fila avanzaba sin apenas pausa. Una vez dentro, el proceso era rápido. Asesorada por una enfermera, la persona citada introducía ella misma el palito en la nariz, lo restregaba dentro, lo sacaba y guardaba en una probeta. No más de dos-tres minutos y a la calle.
Y en la calle abordamos a Pablo Ocampo, quien explicó que había acudido por haber sido contacto estrecho de un amigo que se ha contagiado. «Dio mi nombre y me llamaron. Ayer –por el sábado– pasé por aquí y había mucha gente. Me ha sorprendido que hoy –domingo– no haya casi nadie». Ocampo muestra su extrañeza ante el método utilizado. «No entiendo muy bien qué razón hay para venir hasta aquí para hacerse uno mismo la prueba. Me parece raro, pero es así y es lo que toca».
Publicidad
Seguimiento oficial
El posible contagio de Beñat Aiur vendría a través de su hijo pequeño, que dio positivo tras acudir a la guardería. «Por si acaso, los demás de la familia nos tenemos que hacer el antígeno, así que nos registramos en la página web de Osakidetza y nos citaron». Aiur coincide con Ocampo en que el test podría efectuarse en casa, aunque supone que el hecho de hacerlo mediante autotest en locales habilitados por Osakidetza «será porque el resultado se registrará y facilitará un seguimiento oficial si el resultado es positivo».
Mohamed Annolou se confiesa cansado de la pandemia. «Todos estamos deseando volver a la normalidad, pero de momento no hay nada que hacer, es un problema global». Acude a la calle Andia porque hace unos días, tras sentirse cansado y con algunos otros síntomas, se realizó un test y dio positivo. Ahora, aunque ya no presenta señales de enfermedad, quiere volver a realizarse la prueba para conocer su estado. En su familia, ni su mujer ni sus dos hijas, de 13 y 10 años, han contraído el virus.
Publicidad
En el caso de Leire Asumendi, su madre ha dado positivo, Ella acude al 'testódromo' para saber si se ha contagiado. Este es un ejemplo de que el virus puede acechar donde menos se lo espera, porque Leire ha sido prudente y ha restringido al máximo los contactos con sus amigos, manteniendo las distancias. «Muchos días no he salido, hay que prevenir por los aitonas y por toda la familia, así que prefiero ser durante un tiempo un poco 'asocial'». Asumendi sí prefiere acudir al 'testódromo' en lugar de realizar la prueba en casa. «Si se la hace uno mismo puede que el resultado sea erróneo», advierte.
Eli Alba vive la situación contraria a la de Leire Asumendi. Quien está contagiada es su hija de 17 años. También se muestra reticente a la medida de hacerse un autotest en Andia en lugar de en su casa. No obstante, reconoce que el proceso es rápido y sencillo, más allá de una pequeña molestia al introducir el bastoncillo en la nariz.
Publicidad
La actividad social y deportiva es un vector evidente de transmisión. Nagore Loiarte ha pasado siete días confinada tras dar positivo y ahora quiere confirmar que ha superado el Covid. Sospecha que el Covid la atrapó tras jugar un partido de baloncesto sin que se supiera que una compañera padecía la enfermedad.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión