Un tercio de los receptores de la RGI en Gipuzkoa tiene estudios medios o superiores
Uno de cada cinco beneficiarios de la Renta de Garantía de Ingresos ha cursado la Formación Profesional, cifra que se ha doblado en tres años
Tener estudios facilita pero no garantiza contar en el futuro con los ingresos suficientes para desarrollar una vida que cumpla con los mínimos de las ... necesidades básicas requeridas en el día a día. Gipuzkoa cerró el pasado mes de julio con 14.082 beneficiarios de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), una cifra que ha descendido en 94 personas en doce meses pero que se ha visto incrementado en un 15,5% en tres años. Es en ese mismo tiempo donde se ha dado un cambio en el perfil académico de las personas que reciben esta, ya que un tercio de los beneficiarios cuenta ya con estudios medios o superiores.
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Ese cambio de dinámica ha llevado a que la distancia entre los que como mucho tienen los estudios mínimos obligatorios en su currículum y los que han cursado bachiller, alguna de las tres modalidades de la Formación Profesional existentes en Euskadi o un grado universitario se haya reducido.
En julio de 2022 la gran mayoría de los beneficiarios de la RGI, el 75,4% concretamente, o no constaba que tuviera estudios o había cumplido simplemente con los obligatorios, mientras que el 8,9% había hecho bachiller, el 11,2% estudios de formación profesional –básico, medio o superior– y el 4,6% contaba con formación universitaria, alcanzando el 24,6% de las personas que tenían en su currículum estudios medios o superiores.
Tres años después esa foto se ha modificado hacia otra realidad, y es que cada vez más beneficiarios tienen estudios. Según las últimas estadísticas de Lanbide, ese porcentaje del 24,6% ha dejado atrás el cuarto de beneficiarios y se ubica ya en el 32,4% de personas que tienen formación media o superior, rozando el tercio del total. Las personas que tienen bachiller son un 6,7% y su representación ha caído un 2,2% respecto al mismo mes de julio de 2022. Los que han ganado terreno son los que cuentan con al menos un título de formación profesional. Son ya uno de cada cinco y la representación suya ha aumentado en un 9,5%, mientras que los que cuentan con formación universitaria llegan al 5% después de un sensible ascenso del 0,4% en tres años.
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En números absolutos a 31 de julio había 708 universitarios que reciben la prestación económica mensual de la renta de garantía de ingresos, 2.912 con alguna de las tres formaciones profesionales y 950 con bachiller. Por otro lado, siguen siendo mayoría los 8.368 beneficiarios que solo tienen los estudios obligatorios, que en España corresponden a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Por último, hay 1.294 expedientes, el 9,2% del total, donde Lanbide no tiene constancia de ningún estudio acreditado.
Los beneficiarios de entre 16 y 29 años han subido un 40,5% en tres años y son el 8,8% del total
Además, el porcentaje de personas que cuentan con estudios superiores es mayor al 5%, ya que a los que tienen al menos un grado universitario habría que sumar los que han cursado la Formación Profesional de grado superior, que son aquellos que optaron por esa vía alternativa a la universidad después de completar Bachillerato. Para poder cursar el grado medio es indispensable haber concluido la ESO, a diferencia del grado básico, al que se puede acceder tras realizar tercero de la Educación Secundaria Obligatoria. No es imprescindible terminar la ESO.
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Es decir, cada vez hay más personas formadas que no alcanzan en su unidad de convivencia los ingresos suficientes para atender las necesidades básicas de las personas y familiares integradas en dicha unidad. La cuantía mensual que corresponde viene determinada por la diferencia entre la renta máxima garantizada y el conjunto de ingresos disponibles reflejados.
Donostia y Hernani, al frente
Por localidades, San Sebastián muestra el mayor porcentaje de personas beneficiarias de la Renta de Garantía de Ingresos que cuentan con estudios medios superiores, hasta un 38,9%. Son casi dos de cada cinco. Si entre julio de 2022 y de 2025 el crecimiento de la población con esos estudios académicos ha sido del 7,8% en Gipuzkoa hasta alcanzar el 32,4%, la capital guipuzcoana ya se encontraba prácticamente en esos mismos números tres años atrás (31,9%). Lo mismo sucede en Zarautz, localidad que hace tres años tenía la mayor representación de beneficiarios de la RGI con estudios medios o superiores entre los principales municipios del territorio con un 33,5%.
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Sin embargo, y partiendo desde porcentajes mayores, el incremento experimentado desde julio de 2022 en Zarautz, con un 3,5%, y Donostia, con un 7%, ha sido muy inferior en el caso de la localidad de Urola Kosta y ligeramente inferior en el de la capital de Gipuzkoa al mencionado 7,8% del cómputo global ocurrido en el resto de localidades principales del territorio.
De las ocho localidades que tienen más de 20.000 habitantes en Gipuzkoa hay tres que superan ese aumento. Son Tolosa con un 9,9%, Errenteria con un 8,1% y Arrasate con un 7,8%. En el resto, las subidas han sido del 7,6% en Eibar, 6,9% en Hernani y 6,1% en Irun, además de las ya mencionadas de Zarautz y Donostia.
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Donostia muestra el mayor porcentaje de receptores con estudios medios o superiores, un 39,9%
En cuanto a la representación de receptores de la RGI con estudios medios o superiores por municipios, en Hernani son el 37,9%, solo por detrás de San Sebastián (38,9%) y por delante de Zarautz (37%), Errenteria (31,4%), Irun (30,9%), Tolosa (29,8%), Eibar (28,8%) y Arrasate (23,7%).
También suben los jóvenes
Todos estos aumentos en la población receptora de la Renta de Garantía de Ingresos coinciden al mismo tiempo con el pronunciado incremento que han experimentado desde julio de 2022 las franjas de edad comprendidas entre los 16 y los 29 años, época en la que la gran mayoría concluye sus estudios.
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En el mismo período de tiempo, las personas receptoras de la prestación de la RGI que tienen entre 16 y 19 años han crecido un 426%, multiplicándose por más de cuatro y pasando de las 15 personas receptoras a los 79 beneficiarios actuales registrados en julio, última publicación que Lanbide ha hecho de su estadística. El incremento en el tramo de entre 20 y 24 años también ha sido evidente, concretamente del 86,8% y pasando de 219 a 409 beneficiarios. Por último, en referencia a los jóvenes menores de 30 años, el aumento experimentado en el intervalo comprendido entre los 25 y los 29 años ha sido del 16%, pasando de 649 receptores a 753.
En total, los beneficiarios jóvenes de entre 16 y 29 años que reciben la prestación económica mensual de la RGI han subido un 40,5% en tres años para pasar de representar del 7,4% al 8,8% actual. En números totales el traspaso ha sido de 883 personas a 1.241, 554 hombres y 687 mujeres.
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Mientras que en los intervalos de edad entre 30 y 59 años han tenido crecimientos más sostenidos de entre el 8% y el 16% –15,3% entre 30 y 34 años y 8,2% entre 40 y 44 años–, en los mayores de 60 las subidas vuelven a ser pronunciadas. Entre los beneficiarios de entre 60 y 64 años el incremento ha sido del 31,1%, de 1.082 a 1.419. En cuanto a los receptores de RGI con 65 o más años, la subida ha sido del 23,2%, de 2.487 a 3.064 beneficiarios.
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