Iñigo Calvo: «Las reuniones a distancia también deben servir para reforzarnos a nivel emocional»

- Ante una situación tan extraña como la que vivimos estos días, ¿qué problemas cree que puede tener una empresa, a nivel de organización interna, con tanto tiempo de trabajo en una situación excepcional?

- No cabe duda de que la situación que nos está tocando vivir es absolutamente extraordinaria e impredecible. Ante ella hemos tenido que cambiar nuestros hábitos de trabajo, optando en la medida de lo posible por la fórmula del teletrabajo. Lamentablemente no estamos suficientemente habituados al mismo, por lo que las empresas que se han visto obligadas a instaurarlo sin un periodo previo de adaptación se han encontrado con un problema, tanto de organización como de comunicación.

- ¿Y qué pautas pueden ser aconsejables?

- Desde nuestro punto de vista es importante implementar reuniones de seguimiento donde, por una parte se comparta el avance de los proyectos/trabajo realizado, pero que a su vez supongan espacios donde el equipo tenga un contacto que permita 'cargar las pilas' y reforzarnos a nivel emocional. Es importante reforzarse y animarse a nivel emocional para afrontar una situación así. Debemos utilizar todas las herramientas tecnológicas (Skype, Google Hangouts, Whatsapp, etc.) que tenemos a nuestro alcance para conseguir que el teletrabajo no nos genere además una sensación de aislamiento.

- ¿Esta situación puede ser un punto de inflexión para que después de la crisis las empresas apuesten más por el teletrabajo?

- Una situación tan excepcional como ésta nos ha permitido probar el teletrabajo, y espero que en la medida de lo posible podamos mantenerlo como una opción que permita aportar flexibilidad a las empresas. Bien enfocado y siendo una elección, es una herramienta muy útil. El problema en este caso es que se trata de una obligación. No obstante, esperemos que el teletrabajo llegue para quedarse en aquellas actividades y aquellos puestos donde sea viable.

- ¿Cree que se podrá extraer alguna enseñanza o ventaja de esta situación? ¿Cuál?

- Por supuesto. Existe la creencia de que toda crisis es una oportunidad de la que poder salir reforzados. Estando plenamente inmersos en la misma es complicado verlo, pero esperemos que pasado un tiempo podamos hacer una lectura positiva. Creo que esta situación está sacando lo mejor (es posible que también lo peor) de la sociedad. Los ejemplos de colaboración, cooperación y solidaridad son muchos. Consideramos que están aflorando ciertos valores en las personas que sería muy interesante que mantuviéramos en el tiempo, una vez todo esto haya pasado. Además, una situación límite como ésta nos está permitiendo relativizar y dar mayor valor a lo que realmente importa: salud, familia, amigos, etc.

- Parece difícil mantener la motivación en muchos profesionales que sufren la crisis sanitaria y la económica...

- Nos estamos enfrentando a una situación compleja, totalmente novedosa y cambiante, que ha hecho estallar los cimientos de nuestro 'status quo'. La sensación de no poder controlarlo y desconocer hasta cuando va a perdurar nos genera una gran incertidumbre, que se traduce en bloqueo y ansiedad. Todo ello puede llevar a que nuestra energía y motivación disminuya. Esto es lógico y humano. Debemos hacer un esfuerzo por mantener la motivación e ilusión.

- ¿Y a qué retos se enfrentan estos días los profesionales que tienen a su cargo equipos de trabajo?

- El primer reto será gestionar la propia incertidumbre y luego la del equipo. Lo más complicado en situaciones así es ser capaz de mantener el estado emocional propio y del equipo para que cuando la situación se normalice el equipo esté preparado para afrontar ese nuevo escenario con optimismo y energía.

- Con más de un mes de confinamiento, ¿cree que irá aumentando el estrés o que nos iremos acostumbrando a estas circunstancias?

- Cada persona es un mundo y es complicado generalizar. El proceso más común nos lleva a una primera fase de negación (no querer creer que esté sucediendo). Es normal responder con enfado o ira a una situación de este tipo. Es una fase que debemos superar. Entonces aparece la incertidumbre y el miedo, que mal enfocados nos llevan a la parálisis. En cambio, bien enfocados, nos permiten ser más prudentes, protegiéndonos y quedándonos en casa. La última fase sería la aceptación de la situación y generación de nuevos hábitos que nos permitan afrontar y pasar una situación como ésta. El hecho de tratarse de algo que no podemos controlar y que desconocemos cuánto puede alargarse en el tiempo, puede generar estrés y ansiedad. No obstante, esperemos que pasados los días veamos más cerca la luz al final del túnel, y esto nos lleve a reducir la ansiedad y ser más optimistas.

- ¿Nos encontraremos en las empresas un escenario muy diferente cuando vuelva la normalidad?

- Nadie tiene la 'bola de cristal' para saber qué escenario nos vamos a encontrar cuando termine el confinamiento. Visto lo ocurrido en China, parece que tras 2-3 meses de confinamiento y restricciones han vuelto a una relativa normalidad. Por lo tanto, podemos intuir que superar al virus no se irá más allá de ese plazo. No obstante, una vez superado lo más importante, que es la salud, nos encontremos al ecosistema empresarial tocado. El impacto de esta crisis en la liquidez de las empresas va a ser alto y el entorno empresarial se encontrará con «el miedo en el cuerpo» a la hora de abordar inversiones y contrataciones de personas. Seguramente con el convencimiento de que es momento de oportunidades, pero con limitadas capacidades de inversión por el impacto de la crisis del COVID19.