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Pese a que la angula no se está dejando capturar como ellos desearían, los anguleros vascos se muestran felices por seguir pudiendo bajar a los ríos, marismas y caladeros hábiles. «Después de una temporada de paréntesis mientras se regulaba la pesca profesional, lo importante era tener la opción de salir al agua», valoran Unai Eizagirre y Iñaki Bedoia, presidente y secretario de la asociación que agrupa a la mayoría de las 150 licencias de Euskadi –84 en Gipuzkoa–. Pero ambos son conscientes de que «hay que seguir trabajando para intentar pulir cosas que se pueden mejorar».
Entre ellas, tratar de flexibilizar las cuatro semanas hábiles, de modo que se puedan ajustar más al calendario lunar o las fechas más propicias para la pesca. «Pedimos adelantar esta última semana tres días, para que comenzara el 23 de diciembre en lugar del 26 y aprovechar aquellos días de mal tiempo, que eran vísperas de Navidad y la angula se iba a mover». La respuesta del Gobierno Vasco fue negativa. «Nos dijeron que los guardas tenían ya cerrado el calendario de inspecciones, podíamos retrasar pero no adelantar», apunta Eizagirre. Añade que «nosotros respetamos la ley y los guardas igual deberían vigilar más cuando no se puede pescar». En este sentido, los anguleros han visto furtivos y aseguran haber alertado de ello a los guardas, pero «nos han dicho que el aviso debemos hacerlo al teléfono 112 de emergencias».
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