Stop Desahucios trata de frenar la subasta del piso de una vecina de Usurbil de 80 años
María Ángeles Otegui está a la espera de que el piso en el que reside desde hace 30 años salga a subasta pública por el impago de tres cuotas de un préstamo que solicitó su hijo sin que ella lo supiera
La plataforma STOP Desahucios ha denunciado la situación de «desvalimiento» por la que atraviesa una vecina de Usurbil de 80 años de edad que está ... a la espera de que el piso en el que reside desde hace 30 años salga a subasta pública por el impago de tres cuotas de un préstamo que solicitó su hijo sin que ella lo supiera. El hijo, ya fallecido, había suscrito un préstamo hipotecario de 61.500 euros con «un prestamista usurero» a un interés anual del 12,5% y para ello había presentado como aval la vivienda de su madre sin que ella lo supiera. La mujer se enteró de lo que sucedía cuando en abril de 2021 un juzgado le comunicó que su casa iba a ser subastada.
Stop Desahucios ha denunciado estos hechos en una concentración en San Sebastián en la que ha participado María Ángeles, la mujer que corre peligro de quedarse en la calle. Su abogada, Maite Ortiz, ha explicado que el hijo, que tenía una deuda previa, solicitó un nuevo préstamo «a la empresa Reno Amusement», que se lo concedió con «cláusulas abusivas».
En los primeros cinco años las cuotas servían para pagar los intereses del 12,5%, que ascendían a 37.000 euros, y en la última cuota había que devolver los 61.500 euros del préstamo«. Además, el prestamista »le retuvo 7.000 euros por comisión de apertura«. De todo ello no tenía ni idea Mari Ángeles, que cuando le comunicaron lo que sucedía se puso en contacto con Stop Desahucios.
Comienzan los problemas
El problema es que el deudor no había pagado las tres primeras cuotas del préstamo, por lo que el acreedor presentó una demanda de ejecución hipotecaria. Con el respaldo de su abogada, Mari Ángeles fue a juicio. Alegaron la existencia de cláusulas abusivas, pero se encontraron con otra sorpresa. El hijo ya había acudido a un juzgado por su cuenta y había perdido. En esta segunda ocasión, el juez desestimó la demanda de la madre porque era «cosa juzgada». Ahora, el prestamista también demanda a la mujer «20.000 euros por las costas judiciales e intereses».
Con la batalla judicial perdida, la plataforma trata de ganar tiempo.«Vamos a pedir al juzgado que requiera al prestamista que indique cuál es el importe total de las cuotas pendientes en la actualidad para ver si hay posibilidad de suspender la subasta y poder pagar solo las cuotas que se habían dejado de abonar, cuyo importe se desconoce, y no el total de la deuda. Con esta petición se retrasaría la subasta y se podrían buscar soluciones», ha dicho la abogada.
«El piso, de 90 metros cuadrados, está en una zona privilegiada de Usurbil y en el mercado podría venderse por 300.000 euros», ha explicado Rosa García, portavoz de Stop Desahucios. Maite Ortiz se ha mostrado convencida de que el prestamista concedió los 61.500 euros porque sabía que el hombre tenía otra deuda y no podría devolverle el dinero. «Lo hizo con el propósito de quedarse con la vivienda», denuncia. «Con la crisis, mucha gente no tiene la posibilidad de que los bancos les presten dinero y acuden a este tipo de empresas. No les queda más remedio que soportar créditos al 12,5%».
En la concentración han estado presentes, arropando a Mari Ángeles, la alcaldesa de Usurbil, Agurtzane Solaberrieta, y vecinos de la localidad, junteros de EH-Bildu, y Elkarrekin Podemos-IU, así como representantes de los sindicatos LAB y ESK y de asociaciones de jubilados.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.