SOS Racismo Gipuzkoa denuncia que las «agresiones racistas» de Torre Pacheco «llevan tiempo normalizándose en nuestro territorio»
Critican que estas prácticas «forman parte de una estrategia política que bebe del fascismo» para «sembrar miedo, dividir a las clases populares y aconstruir chivos expiatorios»
SOS Racismo Gipuzkoa ha condenado este viernes las «agresiones racistas» registradas los últimos días en la localidad murciana de Torre Pacheco y ha denunciado que « ... no son fenómenos aislados ni nuevos. Llevan tiempo normalizándose en nuestro propio territorio». Por todo ello han recordado que «no estamos exentos de que lo que sucede en Murcia pueda reproducirse también en nuestros pueblos y ciudades».
A través de un comunicado, SOS Racismo Gipuzkoa ha criticado que este tipo de acontecimientos revelan «el alto grado de deshumanización al que se somete a las personas de origen magrebí», refiriéndose a ellos con términos como «caza del moro» o «la persecución de antxoas». Estas prácticas, sostienen, «forman parte de una estrategia política que bebe del fascismo y que busca sembrar miedo, dividir a las clases populares y construir chivos expiatorios».
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A juicio de la entidad guipuzcoana, la desigualdad es el «terreno fértil» donde crece el racismo y la violencia. «Nos referimos a las condiciones de desigualdad en las que un racismo sistémico mantiene a una gran mayoría de personas migrantes». Y citan como ejemplos la Ley de Extranjería, «que condena a cientos de miles de personas a vivir en situación irregular durante años» hasta «la explotación laboral cotidiana de la que se benefician miles de empresarios, pagando hasta un 29 % menos a trabajadores migrantes por el mismo empleo».
Esta desigualdad, agregan, «se agrava aún más cuando se miden con distinto rasero los delitos cometidos por personas migrantes y por la población local».
Por todo ello, desde SOS Racismo Gipuzkoa aseguran que «no basta con señalar el problema», sino que «necesitamos construir respuestas colectivas desde lo cotidiano. Nuestras relaciones vecinales pueden y deben convertirse en el primer espacio de resistencia ante los discursos deshumanizantes, generalizadores y abiertamente racistas que erosionan la convivencia y legitiman el delito de odio».
En este escenario, urgen a «articular un tejido ciudadano comprometido, abierto y antifascista» a través de «procesos de escucha activa y diálogo real» porque «escuchar no significa renunciar a los principios». Al contrario, «es una erramienta política para disputar sentidos comunes, desmontar prejuicios y abrir caminos de transformación».
Por último, SOS Racismo Gipuzkoa solicita una mayor respuesta a las instituciones públicas, que «no pueden normalizar ni minimizar la aparición de grupos que patrullan barrios señalando o intimidando a jóvenes migrantes».
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