«La sequía de este verano ha repercutido en el calibre de las frutas, son más pequeñas»
Las calles de Ordizia han vuelto a congregar a cientos de personas con la recuperación de la Feria Extraordinaria tras los dos últimos años de parón por la pandemia
Las calles de Ordizia han vuelto a congregar a cientos de personas con la recuperación de la Feria Extraordinaria tras los dos últimos años de parón por la pandemia. Aunque el queso acapara gran parte del protagonismo, tanto por el afamado concurso como por su fuerte y variada presencia, la oferta de Idiazabal volvió a competir este miércoles con la venta de productos artesanos agroalimentarios como pan, talo, miel, pastel vasco, rosquillas o los puestos de cosecheros de Rioja Alavesa, vino de Navarra o sidra.
La plaza Joxe Miguel Barandiaran ha acogido el concurso de fruta, cuyo premio ha recaído de nuevo en el caserío Zabaloenea de Hernani. Su puesto ha mostrado hasta 43 variedades distintas de manzanas y peras. «Ya era hora de que volviera un poco todo a la normalidad, lo estábamos deseando. Para nosotros esta feria es la más importante de todo el año y esperamos hacer buenas ventas, aunque la sequía que se ha vivido este verano ha repercutido de manera importante en el calibre de las frutas. Son más pequeñas, aunque no ha afectado al tema de los azúcares y el sabor», ha asegurado Manu Iradi, que a escasos metros exponía hasta 175 variedades de 'perretxikus'.
Junto a las verduras y hortalizas, los talos han sido otro de los alimentos más demandados por los asistentes, que también han abarrotado la plaza Garagartza para presenciar en primera persona el concurso de ganado bovino de raza Pirenaica. Aitor Arana, del caserío Ukimendi, se ha hechocon el galardón.