Los robos con violencia crecieron un 25% en Gipuzkoa durante el pasado año

La calificación de «delito estratégico» implica que se realiza un especial seguimiento de este tipo de agresiones, que alcanzaron sus cotas máximas en 2016. En 2020 los robos con violencia descendieron un 55% respecto a los registros más altos, aunque las estadísticas de este año estuvieron absolutamente condicionadas por el confinamiento y las restricciones más duras de la pandemia. En 2021 –un ejercicio en el que tampoco se recuperó la plena normalidad– Gipuzkoa fue el territorio vasco donde menos incremento hubo de este tipo de delitos, con un 25%, mientras que Bizkaia y Álava registraron un aumento de hasta el 34%. Pero lo más preocupante para los expertos de la Ertzaintza no es este crecimiento general. Lo que realmente les inquieta es lo que ha ocurrido a partir de septiembre, cuando «se han alcanzado cotas no vistas desde el 2016». Esto hace prever «un cambio en la tendencia a la baja» que se había iniciado en 2017, advierte el documento.

En términos generales, el 74% de estos delitos se perpetran en las ciudades de más de 50.000 personas, siendo las tres capitales vascas los lugares donde más se contabilizan. San Sebastián acaparó el menor número de ellas, con solo un 8%, mientras que en Vitoria se registraron un 10%, aunque la más destacada fue Bilbao, que acumuló casi el 40% de los robos con violencia de que se cometieron en Euskadi entre enero y octubre de 2021. De hecho, proporcionalmente, los robos con violencia que se cometen en la capital vizcaína son también superiores a las lesiones (20% del total del País Vasco) y hurtos (36%) que se cometen en la ciudad. Otra de las localidades que también destaca es Tolosa (0,9%), que acumula más infracciones que otros municipios que cuentan con más habitantes.

Según el informe de la OCI, en el 69% de los casos los agresores emplearon algún tipo de violencia, pero sólo se produjeron lesiones en el 25% de los casos. Normalmente, puñetazos o empujones ya que en el 79% de los incidentes no se utilizaron armas, pero en el 16% se esgrimieron navajas y cuchillos.

La tasa de resolución de los robos se situó en un 41%. En total, la Policía detuvo a 344 personas y se imputó a 358. La mayor parte de los inculpados tenían entre 18 y 39 años. Según el documento, el 78% son de nacionalidad española. Un dato que, para los analistas, «está más acorde» con su «representatividad en la sociedad». Además, hay 103 reincidentes que protagonizaron 274 delitos.