Más de 220 familias y 81 empresas reclaman tres millones por la riada en Tolosaldea y Goierri
El Consorcio de Seguros ha recibido en el primer mes tras las inundaciones 348 solicitudes de indemnización
Un mes después de la impredecible y excepcional tormenta que dejó fuertes precipitaciones e inundaciones en una treintena de localidades de Goierri y Tolosaldea ... las tareas de limpieza y reparación continúan en las comarcas afectadas, que se compaginan con las labores destinadas a presentar los justificantes de daños, recibir las visitas de los peritos y encauzar de la mejor manera posible las reclamaciones a los seguros. Aquella noche del 13 de junio no hubo que lamentar pérdidas humanas, pero sí muchos daños materiales en carreteras, viviendas, caseríos, vehículos, caminos rurales y empresas que se han valorado inicialmente en 2,8 millones de euros. Es la cantidad que los particulares –vecinos y compañías– han reclamado al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), ente dependiente del Ministerio de Economía.
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En el primer mes posterior a la tormenta el Consorcio de Seguros ha recibido un total de 348 solicitudes de indemnización con un valor total de 2.850.287 euros, de los que ya se han pagado 129.786 euros, el 4,5%. La compensación media de cada solicitud es de 8.190 euros.
Celedonio Villamayor, director de operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, explica que esa primera estimación nace tras establecer «un coste medio en función del tipo de bien que se ha visto afectado y del tipo de inundación o de lluvias. Luego nos van llegando los informes iniciales y la estimación de daños es ya concreta» y puede variar tanto al alza como a la baja respecto al primer cálculo, «pero el montante conjunto no suele variar mucho».
Más de la mitad de las 348 reclamaciones pertenecen a las efectuadas por propietarios de viviendas o comunidades de vecinos. Ascienden a 220, y trece solicitudes han sido pagadas ya en este primer mes por un importe total de 52.532 euros. Cabe recordar que es el Consorcio el que tiene la responsabilidad de indemnizar porque la inundación se debió a un fenómeno meteorológico extremo, por lo que se considera un riesgo extraordinario. Para ello, es imprescindible que el afectado tenga contratado un seguro de hogar con cobertura de daños materiales, o un seguro de vida o accidentes, o un seguro de automóvil.
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El siguiente colectivo que más reclamaciones ha presentado es el de las empresas, un total de 81, que están divididas en sesenta por parte de comercios y almacenes, veinte por el colectivo industrial y una en la categoría de oficinas. Se han pagado cuatro solicitudes por una cuantía de 33.823 euros. Por último, los vecinos de Tolosaldea y Goierri han presentado 47 reclamaciones por sus automóviles, de las que se han pagado quince por un valor de 43.432.
Villamayor explica que «una vez que recibimos las reclamaciones vamos distribuyendo a los peritos. Actualmente tenemos diecisiete gabinetes periciales trabajando en la zona para repartir los siniestros y que se vaya lo más rápido posible».
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Anticipos
Transmite que «salvo quince expedientes que nos han llegado estos últimos días, tengo la información de que todos los asegurados están contactados y los que han sido visitados representan un porcentaje muy alto».
Además, en los casos en los que la valoración sea más difícil de definir, el director de operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros afirma que «estamos acelerando mucho para que las cantidades se devuelvan con rapidez, con la opción de que se hagan anticipos en los siniestros donde el proceso pueda alargarse porque sea complejo en la valoración o en el apartado de documentación». En cambio, en las valoraciones rápidas «podemos estar preparando una propuesta de anticipo ahora y tener a la semana siguiente el corte final para el pago definitivo y directo».
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El Consorcio tiene 348 casos por un valor de 2,8 millones, y el primer mes ha pagado 130.000 euros
Estas indemnizaciones parten del Ministerio de Economía del Gobierno central mediante el Consorcio de Compensación de Seguros y Marisol Garmendia, delegada del Gobierno en Euskadi, explica que tienen el objetivo de «paliar, en parte, las pérdidas económicas sufridas y contribuir a la recuperación lo antes posibles de empresas, comercios y hogares para que la actividad económica vuelva cuanto antes a la normalidad en las localidades afectadas. Es una prestación importante», valora.
Todas las reclamaciones presentadas tienen su localización en Gipuzkoa, siendo Alegia la localidad donde más solicitudes se han registrado, 62. El municipio de Tolosaldea fue la diana de la tormenta, donde se contabilizaron 108,7 litros por metro cuadrado en apenas dos horas y hasta 75 en solo una hora. La tromba de agua se convirtió en la segunda concentración más alta de lo que llevamos de siglo en Euskadi, según informó la agencia estatal de meteorología Aemet.
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Ibarra, con 52 solicitudes, es la segunda localidad con más casos enviados al Consorcio de Compensación de Seguros y también el que más dinero ha recibido por ahora en las indemnizaciones gracias a los ocho casos que se han resuelto por un valor total de 28.799 euros. Le sigue de cerca Tolosa tanto en el número de expedientes como en la cuantía ya devuelta, con 45 solicitudes y un importe pagado de 25.330 euros.
Alegia, que registró 75 litros por metro cuadrado en una hora, es el pueblo con más reclamaciones
Zaldibia (34), Lazkao (20), Belauntza (18), Altzo (15), Berrobi (15), Orendain (11) y Oiartzun (10), la única localidad que se encuentra fuera de ese foco geográfico, son los municipios que han registrado diez o más peticiones de indemnización. En las estaciones de observación de Euskalmet de Añarbe o Ereñozu se registraron esa noche del 13 de junio 78,8 y 68,1 litros, respectivamente, lo que explica que a pesar de no sufrir tantas afecciones, también haya casos relacionados a esta tormenta en Oiartzun. Además, hay otras 66 solicitudes de compensación repartidas entre 24 pueblos que tienen un volumen inferior a la decena de peticiones.
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Aquella noche del 13 de junio no había ningún aviso ni alerta activada por fuertes precipitaciones. Los propios meteorólogos explicaron que «ningún modelo meteorológico indicaba que podía suceder lo que terminó sucediendo». De hecho, el aviso de alerta naranja se dio a las 23.43 horas de ese viernes, cuando en Alegia ya habían caído 75 litros.
Desde Euskalmet explicaron que «la tormenta se mantuvo dos horas seguidas sobre el Oria, no se movió; de ahí la cantidad de lluvia caída». Como ejemplo de ese fenómeno, en Lazkao la afección fue muy importante pero sin embargo en municipios cercanos como Ordizia o Beasain, «apenas llovió». La agencia vasca de meteorología situó su origen en una 'storm splitting' (tormenta dividida) procedente de la zona de Urbasa. «No era posible determinar que fuera a darse una alta concentración de lluvias en Gipuzkoa».
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Un centenar de avisos
Debido a las fuertes lluvias, la línea telefónica de SOS Deiak echó humo aquella noche. Un volumen significativo de las llamadas, en torno a 100 avisos, se concentró en solo una hora, entre las 22.48 y las 23.48 horas. La situación de emergencia obligó a movilizar prácticamente a la totalidad del personal de emergencia, bomberos y salvamento y entre las 22.50 y las 3.00 de la madrugada fueron activados seis de los ocho parques forales, cuyos recursos se desplazaron principalmente a las zonas más afectadas. En total se movilizaron 20 vehículos de emergencia y 42 efectivos, incluyendo bomberos y mandos procedentes de los parques de Oria (Tolosa), Goierri (Ordizia), Korosti (Legazpia), Urola (Azpeitia), Kosta (Zarautz) y Bidasoa (Irun).
Un mes después, el personal de obra sigue desplegado arreglando los daños y, por ejemplo, ayer comenzaron los trabajos de reparación de los desperfectos que las fuertes lluvias de la noche del 13 de junio provocaron en la carretera de acceso a Altzo desde Alegia. Las obras en el punto kilométrico 2,170 de la GI-3620 se prolongarán hasta el siguiente jueves, día 24 de julio, lo que obligará a cortar la carretera de lunes a viernes de 8.00 a 18.00 horas. Durante el fin de semana la vía permanecerá abierta.
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