«No me sorprende la denuncia, sabemos que hay falta de personal»
Familiares de usuarios de la residencia Txara I de Donostia lamentan el incumplimiento de los ratios mínimos de profesionales del centro
PABLO SÁENZ SAN JUAN
Jueves, 30 de septiembre 2021, 06:37
«No me extraña la denuncia, somos conscientes de la falta de personal que tiene esta residencia desde hace varios años». Julen fue ayer a ... visitar a su madre María al centro de mayores Txara I, en Donostia, en el que reside desde hace casi cinco años. El donostiarra lamenta que «da la impresión de que esto es un almacén, les dan la medicación, les dan de comer y ya está». Así, son varias las familias que denuncian la escasez de profesionales en este complejo residencial y la manera en la que repercute en sus allegados. Por su parte, los familiares de Manuela, una nueva usuaria, remarcan que «el personal es maravilloso, el problema está en su escasez».
Publicidad
«Mi madre ha dado un bajón tremendo desde que empezó la pandemia. Llevan un año y medio sin hacer juegos o actividades que les activen», apunta Julen y advierte de que antes «les daban clases de informática, de pintura, jugaban con ellos, y ahora eso se ha acabado y no lo retoman». Maren, cuidadora de Hernán, comenta que la pandemia ha empeorado la situación: «Poco personal y más trabajo, es normal que no den abasto».
La denuncia abre todo tipo de dudas y temores en los familiares de los usuarios. «No sabemos en qué condiciones están las habitaciones, por ejemplo. Llevamos un año sin poder entrar por las medidas del covid», apunta el hijo de María.
Por su parte, nada más conocer la noticia, el informe ha despertado dudas en Maren. «Antes entrabas y estabas al tanto de todo, de las instalaciones y sus habitaciones, ahora no sabemos cómo estarán». Si bien la cuidadora reconoce que Hernán «está bastante bien atendido», puntualiza algún que otro detalle como «la ropa que eligen a la hora de vestirlos para las visitas, sin tener en cuenta si hace frío o calor fuera». A pesar de todo, la donostiarra admite que «no encuentro pegas en el trato por parte del personal».
Publicidad
Cuello de botella
Otro de los problemas que generan los ratios insuficientes de profesionales en la residencia Txara I se manifiesta en la hora de las visitas. Las familias acuden al complejo y tienen que hacer fila y esperar a que preparen a sus allegados. «Ahora tardan más, venimos todos a una y nos toca esperar mientras les preparan, les visten y les bajan para que podamos salir a la calle con ellos», explica Julen.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión