«Las reservas tienen muy poca fiabilidad; todas las que tenía para el puente de mayo se han caído»

Alojamientos y agencias se han habituado a no hacer previsiones a largo plazo ante el continuo vaivén de cancelaciones durante la pandemia

Oskar Ortiz de Guinea

San Sebastián

Jueves, 29 de abril 2021, 06:43

«Elena, la próxima semana me ponen la segunda vacuna, así que si nos levantan el estado de alarma, el 10 de mayo me paso ... para concretar el viaje». Habla una clienta que acaba de entrar a Viajes Colón a compartir su alegría con Elena Agirre. «Son ya varias las personas que me han venido a comentarme lo mismo», asegura la responsable de esta agencia donostiarra. «Más de uno te viene con la idea de reservar un viaje porque en julio estará vacunado -ratifica Enrique Varona desde Malay-, pero les digo que esperen. En paquetes de viaje está habiendo más flexibilidad para anularlos por la pandemia, pero con un billete de avión es más complicado que no haya unos gastos. Y es mejor saber qué pasará cuando acabe el estado de alarma».

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Agirre y Varona han tramitado viajes «muy contados» para este verano -a Canarias, al Pirineo, a Baleares-, pero «eso no te da ninguna seguridad. Las cancelaciones han sido una constante». De hecho, la clienta que abría estas líneas ha visto aplazado su viaje «cinco veces». Pero «no pierde las ganas».

Con la misma incertidumbre sobreviven en los alojamientos. Tanto Idoia Ezkurdia (Nekatur) como Elena Estomba (Hoteles de Gipuzkoa) han asumido durante las últimas semanas que «la gente espera hasta el último momento para ver qué se puede hacer, y en función de ello hacer una reserva o no». En este sentido, el verano queda a años luz de toda previsión. «Hasta el momento no se ha movido nada, salvo alguna reserva puntual».

Sin embargo, «las reservas tienen muy poca fiabilidad, porque se te caen de un día para otro», añade Estomba, directora del hotel de Londres -cerrado desde octubre- y que ha visto cómo en Villa Favorita «todas las peticiones que teníamos para el puente de mayo se nos han caído». Desde el Arrizul, Jon Zulaika sostiene que «el problema es que con los cierres perimetrales no nos podemos mover. La gente reserva porque tiene ganas de viajar, pero llega el momento y no puede. Ahora mismo, el tema está parado por las dudas tan grandes que hay».

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Como simple referencia, en abril el hotel Villa Favorita ha alcanzado una ocupación media del 30%, «que no está mal para como estamos», valora Estomba, pero hay que tener en cuenta que está incluida la Semana Santa, que algo pudimos trabajar con las reservas previas al 26 de marzo, que el LABI las respetó. «También hemos tenido días de cero habitaciones». «Las cifras son para llorar, pero lo poco que trabajamos lo hacemos con la esperanza de que esto cambiará, sobre todo a partir de septiembre», concluye Zulaika.

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