Las recetas para mejorar Osakidetza

Ahora la dificultad principal es dar con el tratamiento más eficaz. Éste periódico ha pulsado la opinión de ocho responsables sanitarios y expertos en la materia para realizar un diagnóstico de la situación y tratar de buscar la receta para curar Osakidetza. Todos ellos coinciden en poner el foco en la escasez de profesionales y en la necesidad de fortalecer, como prioridad máxima la Atención Primaria, la puerta de entrada de la ciudadanía al sistema sanitario.

Los centros de salud y ambulatorios son los servicios sanitarios más cercanos y que más frecuentan los ciudadanos. Más de 20 millones de consultas realizan sus profesionales de medicina y enfermería cada año entre atenciones telefónicas y presenciales, unas cifras que se han disparado desde la irrupción de la crisis sanitaria del coronavirus.

Pero estos centros son también los puntos donde la actual escasez de facultativos es más aguda. Cerca de un 10% de las plazas de médicos y pediatras de los ambulatorios vascos están sin cubrir por falta de suficientes especialistas. Una carencia que se siente más en periodos de picos epidémicos, cuando se produce una mayor demanda asistencial por parte de la población, o en épocas estivales, en las que no hay profesionales disponibles en las bolsas de empleo para cubrir las vacaciones de la plantilla.

Una de las consecuencias de esta situación se ve reflejadas en verano, cuando el Departamento de Salud se ve abocado a reducir, en el mejor de los casos, los horarios de atención en los centros de salud o ambulatorios. En otros, directamente apuesta por cerrarlos, como sucede en muchos Puntos de Atención Continuada (PAC).

Tanto el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, como el consejero de Salud, Alberto Martínez, ya se han comprometido en que los pacientes tengan «una atención máxima en 48 horas en Osakidetza». Unos plazos que actualmente no se cumplen en varios ambulatorios de Gipuzkoa. En el de Iztieta, en Errenteria, la demora media para conseguir una cita con el médico de cabecera asciende a los ocho días, por citar solo un ejemplo.

Más extensa es la espera que deben aguardar los más de 33.000 guipuzcoanos en cola para ver al especialista en el territorio, una lista de espera que ha vuelto a tocar techo en Gipuzkoa después de sumar 653 pacientes desde comienzos de año. Una situación alcista que contrasta con lo que ha ocurrido en el conjunto de Euskadi, donde la cola ha menguado en más de 6.500 enfermos.

En lo que concierne al territorio, nunca antes había habido tantas personas aguardando para una consulta con el especialista debido, en gran parte, a que la OSI Donostialdea ha sumado a la suya más de un millar desde diciembre. Por especialidades, Traumatología, Otorrinolaringología y Ginecología y Obstetricia son las que cuentan con un mayor volumen de individuos..

Las mayores esperas se concentran en la OSI Debagoiena. Los pacientes de esta organización deben aguardar hasta 282 jornadas, es decir, más de nueve meses, para poder acceder a una rehabilitación o 257 días, ocho meses y medio, para poder ser atendidos por un cardiólogo.

Situación similar a la que atraviesan los enfermos que esperan a una operación quirúrgica. 8.5000 personas se encuentran en esta situación en Gipuzkoa tras incrementarse en un 8% el volumen desde diciembre del pasado año, cuando los quirófanos del territorio contaban con 7.812 pacientes en cola.

A pesar de esta tendencia alcista, el Departamento de Salud sí ha conseguido reducir de forma considerable el tiempo medio que estos enfermos deben esperar parar acceder a un quirófano. Esa demora media se sitúa actualmente en los 50 días, cuando en diciembre alcanzaba los 60.

La falta de ciertos perfiles profesionales es otro de los caballos de batalla que apuntan los expertos consultados por DV y que la propia Salud ha hecho extensivo a 52 ramas médicas y tres de enfermería; es decir, la mayoría de las que cuenta el sistema sanitario vasco.

Una situación que, de no remediarla, puede agravarse con la oleada de jubilaciones previstas para los próximos años en Osakidetza. 234 facultativos y 167 enfermeros alcanzarán en 2025 los 65 años en un momento en el que el Servicio Vasco de Salud debe dar respuesta a una sociedad cada vez más envejecida y pluripatológica.

Precisamente la ampliación de la plantilla de Osakidetza es una de las cuestiones en la que coinciden tanto los expertos consultados por DV como el propio Ejecutivo autonómico, que ya se ha comprometido en incrementarla en 2.000 nuevas plazas más.

El acuerdo de gobierno recoge que, además de nuevas OPE, Salud dará continuidad a la ampliación de plazas estructurales para estabilizar puestos «actualmente ocupadas por personal temporal».

En definitiva, los responsables y expertos sanitarios urgen adecuar la estructura de Osakidetza a las necesidades actuales que demanda la sociedad vasca, una de las más envejecidas de todo el Estado con una preocupación por la salud superior a la que había hace 40 años, cuando vio la luz el Servicio Vasco de Salud.