La receta preferida de Arzak para que Zaporeak siga alimentando a los refugiados

La iniciativa se enmarca en la exposición 'Arzak. El mundo entero pintado de cuatro colores' que se pudo visitar hasta ayer en Tabakalera, y que ha contado además en el Museo de San Telmo con dos salas que también han incluido parte del proyecto. Pero el motivo que volvió a reunir a una veintena de personas alrededor de los fogones fue contribuir a la recaudación de fondos para que el proyecto Zaporeak pueda seguir alimentando a miles de personas refugiadas o en situaciones de vulnerabilidad. Así, con el gancho del maestro culinario y bien representado por varios miembros de su restaurante, una decena de voluntarios de la asociación repartieron este delicioso plato a un precio de cinco euros entre todos aquellos que se acercaron. En los fogones, eso sí, varios alumnos del Basque Culinary Center se encargaron de garantizar que los productos estuvieran en su punto. Las futuras promesas de la gastronomía frieron y emplataron cada uno de los alimentos.

Todo salió a pedir de boca, y nunca mejor dicho, porque las gotas de lluvia que asomaron al mediodía no volvieron a hacer acto de presencia y permitieron disfrutar de la mañana en torno a las mesas dispuestas en la plaza. «Es genial cómo se ha volcado todo el mundo», se felicitaban desde la organización en referencia a que cada uno de los productos que componen el plato, como también el txakoli, la sidra e incluso el pan habían sido entregados por distintas empresas que colaboraron de forma desinteresada.

Están barajando la posibilidad de volver a repetir la iniciativa en Ordizia, aunque la fecha está aún por concretar. Entre tanto, desde Zaporeak recuerdan que todo aquel que quiera contribuir de la manera que sea no tiene más que ponerse en contacto con la organización a través del mail proyectosabores@gmail.com.